Precios sin freno: marzo empezó con fuertes aumentos y crece la preocupación de Massa

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Sergio Massa se despidió pronto de la promesa de bajar la inflación a menos de 4% mensual antes de abril, pero el problema principal -ahora- pasa por la aceleración en los aumentos de los precios. Sobre todo de los alimentos. 

A pesar de los últimos acuerdos firmados por Comercio con las principales fábricas de alimentos y con las cadenas de supermercados, lo cierto es que esas mismas empresas aplican subas más altas a la pauta del 3,2% a los mayoristas y a los distribuidores que llegan a los comercios de barrio.

Es decir: una vez más se constata que los acuerdos de precios se cumplen en las grandes cadenas mientras que la inflación de los comercios tradicionales viaja en una dinámica más elevada.

Al respecto, iProfesional accedió a listas de precios de algunas de las principales compañías alimenticias. En todos los casos hay un cumplimiento por mantener la pauta de aumentos del 3,2% en la canasta de Precios Justos, de unos 30.000 productos que venden los grandes supermercados.

Es más: los gerentes de esas grandes cadenas rechazan incrementos que vayan por encima de ese porcentaje cuando se trata de esos productos. El problema aparece con las listas que se envían a los comercios más chicos. Y con los artículos que están por fuera de "Precios Justos".

Las últimas mediciones privadas ya vienen marcando una caída, por ahora leve, en el consumo masivo. Una tendencia que podría empeorar en el año electoral, de ahí la gran preocupación de los funcionarios por mantener a raya a los precios de los alimentos. Un partido que, por ahora, van perdiendo.

La realidad de los precios y la estrategia de las empresas

Vale un ejemplo: en el rubro de las leches en sachet, hay una marca que está incluida en la lista de 1.900 con precios congelados hasta finales de junio. Es el caso de "La Martona", que cuesta $232.

Para el resto de las leches en sachet que se venden en los supermercados, el incremento asciende al 3,2%.

Para las leches fluidas "larga vida" o con algún aditivo, los incrementos van del 5% al 8%. El mismo porcentaje que en los productos considerados "premium", como yogures y postres lácteos.

La otra variante que domina el mercado en épocas de tensión e incertidumbre con los precios tiene que ver con la eliminación de las bonificaciones que las empresas les otorgan a sus clientes. Esta eliminación juega como un aumento encubierto, que elude los controles de la secretaría de Comercio.

Otra clave de la estrategia de las empresas pasa por distribuir los productos más económicos de la canasta básica entre las grandes cadenas de supermercados, mientras dejan las marcas más caras para los autoservicios y almacenes.

Esa política, a su vez, le da oportunidades a empresas fabricantes medianas y chicas para entrar en los comercios a precios más competitivos.

Los aumentos de precios en el arranque de marzo

Además de productos básicos como fideos, harinas, arroz y galletitas -todos con alzas superiores al 3,2% por fuera de los supermercados-, también hay aumentos del 7% promedio en bebidas sin alcohol.

En galletitas, las empresas más importantes mandaron listas con incrementos de entre 8% y 10%.

Todos estos ajustes van a empezar a verse en las góndolas a partir de esta semana que acaba de comenzar.

A las góndolas y a las carnicerías, a su vez, llegarán los últimos incrementos en el mercado de Cañuelas.

Ambos segmentos tuvieron fuertes incrementos durante febrero, que llegaron al 45% en el caso de los pollos y los huevos. En el caso del pollo, hubo un alza adicional del 10% esta última semana.

En este contexto, las consultoras que responden al REM del Banco Central estimaron que la inflación de este mes llegará al 6,3%, por arriba del 6,0% de febrero y de enero pasados.

En el caso de la consultora LCG, que monitorea la inflación semana tras semana, la medición para las últimas cuatro semanas marcó un 6,8% en el caso exclusivo de los alimentos.

Otras, como la que dirige Orlando Ferreres apuntó a un 9% de inflación de los alimentos en febrero. Todo un récord de la gestión Massa.

El dólar también juega

En este contexto de aceleración inflacionaria, el Fondo Monetario quiere que el Gobierno acelere también las minidevaluaciones diarias. Massa y Miguel Ángel Pesce se resisten.

En enero y febrero, la tasa de devaluación del tipo de cambio oficial fue del 5,6% y 5,4% respectivamente. La inflación del primer mes del año fue del 6% y, se presume, el mes pasado también terminó en torno a ese mismo número o, incluso, algunas décimas por encima.

La evaluación del Fondo es que la dinámica inflacionaria se aceleró y que si el Banco Central mantiene esta misma postura, entonces el atraso cambiario se profundizará.

Los técnicos de Washington, en línea con lo que piensa gran parte de los economistas locales, creen que el tipo de cambio ya está un 30% atrasado. Incluso, por lo bajo, algunos bancos de Wall Street consideran que el atraso supera ese nivel.

La cuestión de fondo radica en que el nivel de los precios sube más aceleradamente que lo pensado y el Gobierno debería tomar medidas para evitar un empeoramiento de la situación cambiaria.

Fuente: Iprofesional

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