El FdT, sin paz: guerra interna en tres distritos clave de la Cuarta

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Con apenas siete de los 19 distritos de la Cuarta sección bajo su órbita, en enclaves sin tierra del noroeste bonaerense el Frente de Todos (FdT) sufre tensiones intestinas que hacen presagiar internas en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), para dirimir quién competirá en las elecciones generales contra el oficialismo distrital. Los comicios en esa región del noroeste de Buenos Aires son clave, en tanto que podrían determinar el cambio de correlación de fuerzas en la Cámara de Diputados.

Más allá de las particularidades de la rosca en cada territorio, un común denominador en esta región radica en las heridas sin cicatrizar que quedaron de elecciones pasadas. Todavía siguen los pases de factura de sectores que no pudieron participar y que ahora reclaman igualdad de condiciones para competir en agosto.

En Junín, el distrito más potente de la sección, algunos sectores ya agitan la bandera de las primarias. Las fricciones más recientes están atadas a la discusión en 2022 por la conducción del PJ local, que finalmente quedó para el camporista Andrés Merani, pero sin la integración de Unidad Ciudadana, esquema en el que confluyen los concejales José Bruzzone y Rodolfo Bertone y la concejala y exprecandidata a la intendencia en 2019 Victoria Muffarotto. Este sector tomó distancia de esa estructura de conducción pejotista al advertir que Merani contaba con la aprobación de todo el abanico del peronismo local.

El FdT juninense no tiene una mesa constituida y solo articula en unidad dentro del bloque del Concejo Deliberante. Hay voces que resaltan que Merani intentó impulsar una mesa sin demasiado eco del grueso de los espacios. “Se quedaron con el partido, pero no con las adhesiones”, desliza una voz del peronismo local crítica del camporismo.

Así las cosas, asoma un cruce entre dos. De un lado, la entente cada vez más visible entre La Cámpora y el Frente Renovador que empieza a aceitar el rodaje de la diputada massista Valeria Arata, una de las principales referentas del armado que supo comandar por esos pagos al fallecido exintendente y exministro de Transporte Mario Meoni.
En el otro rincón, Unidad Ciudadana trabaja la eventual posible postulación de Carlos “Piojo” Garbe, presentado como “El médico del pueblo”, mote que en rincones del interior bonaerense es una cucarda taquillera para posicionarse en la arena política. “No es outsider”, aclaran a Letra P voces que empujan al galeno, al tiempo que recuerdan que fue concejal y que, en recientes encuestas, “mide bien, palmo a palmo con (el intendente PRO del distrito, Pablo) Petrecca”.

En Trenque Lauquen, distrito gestionado por el radical Miguel Fernández, la sangría del peronismo local evidenciada el año pasado con la ruptura del bloque por parte de tres concejales “persiste o está peor”, marcan desde el sector escindido en aquel entonces con denuncias de “proscripción” en la interna del PJ local, con acusaciones de “aprietes” y “mafia”. María de los Ángeles Galeano, Carolina Gómez y Pablo Larrosa son los concejales que hoy conforman la bancada “Unidad Peronista”, aparte del bloque FdT. Ese sector había impulsado en 2021 la precandidatura de la exdiputada nacional Mónica Estevez, quien tuvo que jugar con boleta corta.

Por estos días, ese espacio escindido sostiene los cuestionamientos, que tiran por elevación a la lapicera seccional del intendente de Pehuajó, Pablo Zurro, que –advierten- busca “imponer” en el distrito. “No sabemos qué vamos a hacer. No hay relación, el partido está cerrado”, acusan de cara al cierre de listas.

Frente a eso, el armado cercano al zurrismo promueve la figura de la última candidata del FdT en las legislativas, la concejala Leticia Badino, quien semanas atrás participó de un acto en Pehuajó que fue encabezado por Axel Kicillof y en el que también se mostró la estructura oficial del frentetodismo en el noroeste bonaerense.

En Chivilcoy, donde administra el vecinalista Guillermo Britos, el peronismo local está envuelto en turbulencias que cruzan a camporistas, randazzistas y al Movimiento Evita. En este último espacio, que presentó en marzo último su sello partidario, la referente seccional Micaela Román ya puso de manifiesto públicamente sus pretensiones de jugar por la intendencia. En tanto, el Evita tiene banca propia en el Concejo, con la exradazzista Claudia Bogliolo, escindida del bloque del FdT.

“Con La Cámpora hay una diferencia en términos metodológicos de cómo creemos nosotros que tiene que desarrollarse el Estado. No estamos encontrando puntos de coincidencias para una política de desarrollo local en el distrito”, dijo Román tiempo atrás para focalizar en el principal adversario interno.

En territorio chivilcoyano, el camporismo se apresta a empujar (como en 2019) la candidatura de la actual diputada Constanza Alonso, quien conduce el PJ local desde el año pasado, luego de una larga raíz de cortocircuitos con el randazzismo que orbitaba la estructura partidaria en esta ciudad. Mientras tanto, en el Evita posan para la foto con el intendente Britos –con quien exhiben estrecha sintonía de larga data– para informar que adquirieron cuatro hectáreas para que 85 familias puedan acceder a un terreno y construir sus viviendas.

Con ese acto de trampolín, Britos aprovechó para rebatir expresiones del ministro kicillofista Agustín Simone (Hábitat), quien había deslizado que el municipio de Chivilcoy no le presentó “ningún terreno” para viviendas. “Eso viene operado por la otra parte del FdT”, espetó Britos en clara referencia a La Cámpora. Y ahondó: “No creo que fuera idea de Simone decir esta barbaridad”. Ante eso y rodeado de las dirigentes del Evita, el intendente vecinalista apuró a Kicillof: “Los terrenos están, esperamos que el gobierno provincial ahora cumpla con su palabra”.

En la Cuarta y la Quinta secciones puede estar la clave para que la oposición le arrebate al FdT la Cámara baja. En el noroeste se ponen en disputa 14 bancas, siete de las cuales están en manos de la oposición, 6 son del oficialismo y la restante, del monobloque presidido por Fabio Britos. Si Juntos logra reiterar los resultados del 21, cuando sacó el 50% de los votos y una distancia de 16 puntos al FdT, se quedará con 9 butacas. En la Quinta, donde hace dos años le sacó 20 puntos de ventaja a su oponente, la oposición se quedaría con siete bancas.

En la Cámara de Diputados, compuesta por 92 representantes, el oficialismo tiene 42 sillas, una más que la oposición. Las otras nueve se reparten entre los bloques Espacio Abierto Juntos (2), Avanza Libertad (2), FIT (1), 17 de Noviembre (1), Unidad para la Victoria (1), La Libertad Avanza (1) e Izquierda Socialista en Frente Izquierda Unidad (1).

FUENTE: LETRAP.COM.AR

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