Manos libres, el plan de Mauricio Macri para construir el Vox argentino sin depender de Javier Milei

POLÍTICA Gonzalo Prado*
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Mauricio Macri sumó una nueva batalla a su guerra por conseguir que toda la alianza Juntos por el Cambio (JxC) apoye la candidatura de Javier Milei en el ballotage contra Sergio Massa: la acusación, por parte de un sector de la UCR, de que el expresidente quiere romper la coalición para formar un partido de derecha dura similar al español Vox. Sin embargo, el ingeniero avisa que la construcción con La Libertad Avanza (LLA) tiene fecha de vencimiento: el 19 de noviembre. A partir de allí y con el resultado puesto, el fundador del PRO busca tener las manos libres para elegir socios y modelar el futuro a sus anchas.

El radicalismo es la expresión más visible de una percepción que tienen también las figuras de la Coalición Cívica y de una parte del PRO. Todo comenzó a mediados de 2022, con la insistencia de Macri de incluir a Milei dentro de JxC. El intento de sumar al espacio libertario, que para el expresidente era la forma de sentar las bases de un "gran frente opositor", fue la primera señal de alerta para las palomas de la alianza de la voluntad de construir de parte de los halcones un partido de ultraderecha como Vox. Sin embargo, pasaron más de 12 meses para que una figura de la coalición denunciara lo que se consideraba un secreto a voces.
Fue el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, quien abiertamente manifestó este jueves su preocupación por los movimientos del expresidente. " Este es el escenario que Macri quería, un esquema de ultraderecha que nosotros no compartimos, con un fundamentalista, un desequilibrado mental como Milei", afirmó el titular de la UCR, a lo que agregó: “Es la ultra extrema derecha, más a la Vox”.


Morales no está sólo en la búsqueda de ponerle un límite a Macri y su proyecto de conformar un espacio de ultraderecha que se lleve puesto a parte de JxC. El senador Martín Lousteau y el diputado Emiliano Yacobitti también se expresaron en ese sentido. Lo que nadie esperaba dentro de la alianza era que los gobernadores electos de la UCR, por ahora en privado, rechacen de cuajo la posiblidad de armar un nuevo frente de esas caracteristicas con Milei, aún cuando prefieren que el economista llegue a la Casa Rosada antes que Massa.
"Ni los gobernadores más conservadores van a ser parte del armado de un Vox. No tenemos nada que ver con eso. Podemos brindarle un apoyo subterráneo a Milei para que no gane Massa, pero ahí termina la ayuda", sintetizó uno de los mandatarios provinciales del radicalismo. El rechazo a la construcción de un espacio de ultraderecha unificó las posturas en el partido centenario, en donde Morales no tiene muchos socios para la búsqueda de un acuerdo con el candidato de Unión por la Patria.
Milei, a plazo fijo
Macri, por su parte, entiende que su acuerdo con Milei tiene fecha de vencimiento con el ballotage. Por eso se cuidó mucho en aclarar que su objetivo es que Massa pierda en la segunda vuelta. La posibilidad de integrar un eventual gobierno libertario, lograr cargos para sus soldados o la incidencia en políticas de Estado forma parte del menú de discusiones, pero se esclarecerá con el resultado en mano.

El expresidente se encargó de dejárselo claro a Milei y también a su compañera de fórmula, Victoria Villarruel. Durante la semana hubo rumores sobre una reunión secreta entre el exmandatario y la aspirante a vicepresidenta. Los contactos, según pudo reconstruir este medio, existieron, pero no de manera presencial. "Es sólo un apoyo para ganar la elección. Los une el terror a Massa", consideró uno de los interlocutores habituales de Macri que rechaza, por ahora, la idea de cualquier tipo de cogobierno con La Libertad Avanza.

Para poder avanzar en un acuerdo con LLA, Macri necesita primero una victoria en noviembre. Recién entonces, las presiones que ejerce para que diferentes figuras del PRO se expidan a favor del economista mutarán en ofrecimientos para integrar una administración o para conformar un bloque nuevo en el Congreso. Pero para ese partido todavía falta.

 
En el PRO son conscientes de que una victoria de Milei posicionaría a Macri como el "nuevo gran ordenador" del escenario político, lo que imposibilitaría los planes de jubilación que tienen para el expresidente, entre otros, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Una mirada similar tienen en la UCR respecto del lugar en que dejará parado al expresidente una eventual victoria de Milei, que lo validará como el interlocutor válido entre LLA y JxC. "Eso no quiere decir que vamos a ir todos detrás de él", aclaró uno de los dirigentes que forma parte de la conducción del partido radical.

En este escenario Macri se mueve a paso firme, con respeto a los objetivos personales de cara figura de JxC. Dos ejemplos de eso son sus conversaciones con el diputado Diego Santilli y el jefe de Gobierno electo, Jorge Macri. El exprecandidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires, como contó este portal, no será neutral en el ballotage porque precisa marcar una postura para mantenerse en carrera en 2025 y en 2027 como el mejor opositor a Axel Kicillof. "Mauricio entendió la vocación de poder y lo que se juega Diego en la provincia", afirmó uno de los integrantes del PRO bonaerense.

Jorge Macri, desde su entronización, tiene el control del aparato del PRO en la Ciudad. En el macrismo calculan que la abstención en el territorio porteño será una de las más altas el 19N por el rechazo a Milei y a Massa (creen que ambos alcanzaron un techo en las generales) y la falta de incentivo para concurrir a las urnas por ya estar resuelta la disputa local luego de que Leandro Santoro desistió de ir a la segunda vuelta. El 22O JxC cosechó 44 puntos en ese distrito, una cantidad de votos que cotiza en bolsa en un mano a mano entre Massa y Milei.

Massa, como contó Letra P, movió rápido sus fichas para que Jorge Macri, y el votante cambiemista porteño, no tuvieran incentivos para seguir en la contienda electoral. Ahora Mauricio Macri busca volver a motivar a su primo y a quienes votan en el distrito que vio nacer al PRO. "No voy a ser la excusa ni la razón para que se rompa Juntos por el Cambio. Algunos buscan la excusa para que se rompa. Es imprescindible que la unidad del espacio se sostenga. En términos personales, me voy a expresar más adelante, pero he estado siempre enfrentado al kirchnerismo y eso alcanza como definición", señaló el alcalde electo el miércoles.

La pata radical
El ingeniero conoce muy bien todos estos caminos que comenzaron a construirse en torno a su decisión de apoyar abiertamente a Milei desde la noche misma del 22 de octubre. Sin embargo, antes de las elecciones generales una de esas rutas ya había comenzado a recorrerla y tiene como destino final la pelea por el liderazgo en la UCR. Días antes de la derrota de Patricia Bullrich, Macri empezó a hacer averiguaciones con las figuras más políticas de la coalición para conocer las internas del partido centenario.

 
"Los que perdieron, ya dejaron pasar su momento", dijo al pasar el expresidente durante una de las últimas actividades de la campaña junto a Bullrichcuando el tema de conversación eran, justamente, los socios boinablanca.

Sin decirlo abiertamente, el expresidente no quiere a Lousteau ni a Morales en la presidencia de la UCR. Tampoco a ninguna de las figuras que responden a ambos dirigentes del palomar de JxC. Los cuestionamientos crudos que los radicales le propinaron tras el pacto de Acassuso, cuando echaron en vivo al fundador del PRO de la coalición, no dejan espacio a una reconciliación. Mientras, Macri mira con mucha atención a Gustavo Valdés: piensa en el gobernador de Corrientes como el tapón para las aspiraciones del senador y del jujeño.

*Para Letra P
 

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