El plan de Guillermo Francos

Con el respaldo de la mesa chica presidencial, Guillermo Francos busca en sus primeros días al frente de la Jefatura de Gabinete borrar todas las marcas que dejó Nicolás Posse, señalado por su lentitud y falta de alineamiento a La Libertad Avanza (LLA). Lo hará con el relanzamiento de su área en clave política y la reestructuración de todas las secretarias y empresas públicas que están bajo su función.

Francos tendrá su ceremonia formal de asunción el lunes a las 20 en el Salón Blanco de la Casa Rosada, tras el regreso de Javier Milei de su gira por Estados Unidos y El Salvador. A partir de entonces, el ministro tendrá el desafío de agilizar la gestión pública y la coordinación entre los ministerios que, muchas veces, sólo tenían la posibilidad de cruzar datos en las reuniones de gabinete.
 
En paralelo, Francos pretende darle mayor volumen al rol que ya venía ocupando como ministro del Interior: el de tender puentes con la oposición y la CGT para conseguir respaldos. El caso más emblemático quizá sean las negociaciones por la ley ómnibus XS y el paquete fiscal. Este miércoles, la intervención del jefe de Gabinete dio sus primeros frutos: destrabó los dictámentes en el Senado.

Parte del rediseño fue pensado por Santiago Caputo, el influyente asesor de la Casa Rosada, a quien el propio Milei mencionó como uno de sus principales intérpretes. En la mente del consultor germinaba desde hace tiempo la idea de una jefatura con una coordinación casi institucional, desguazada en sus funciones, con menos secretarías y con la mayoría de las empresas públicas completamente privatizadas, desde Aerolíneas Argentinas hasta el Correo Argentino.
Las intensiones de Caputo deben sortear el artículo 100 de la Constitución Nacional, que establece las funciones de un jefe de gabinete. Por eso, al menos por ahora, ese plan no se pondrá en marcha.
En el corto plazo, en Balcarce estiman que Francos comience a traspasar muchas de esas firmas a sus ministerios de origen, por caso, la aerolínea de bandera y Corredores Viales irían a Transporte y la Agencia Nacional de Discapacidad, a Capital Humano, Pero antes de todo esto habrá una revisión integral de las personas que integran los directorios de nueve empresas sociedades del Estado, en las que Posse colocó a distintos técnicos que le reportaban de manera directa.

Se estima que una de estas áreas, la de Simplificación y Transformación del Estado, que se encuentra bajo la órbita de la Jefatura de Gabinete, se transforme en el nuevo Ministerio de Modernización que liderará Federico Sturzenneger, asesor presidencial y uno de los autores del paquete de reformas que el líder libertario envió al Congreso.

En paralelo, mientras Francos se desprende de algunas funciones, su Jefatura de Gabinete absorberá en la práctica todas las funciones que tenía el Ministerio de Interior, por primera vez en su historia degradada a Secretaría, en la que quedará al frente Lisandro Catalán, mano derecha del ministro coordinador. En el gobierno anticipan que los despachos de Interior requerirán la doble firma de Catalán y Francos.

Mudanzas dentro de la Casa Rosada
Mientras Milei sigue afuera del país, Francos se encuentra completamente en funciones, tal cual lo marca el decreto 472/2024 publicado en el Boletín Oficial este martes. Parte de su equipo ya fue a visitar las oficinas que pronto dejará vacías Posse, con la excepción de algunos funcionarios que continuarán bajo la nueva gestión.

El principal sobreviviente es José Rolandi, secretario ejecutivo de gobierno y virtual vicejefe de gabinete, pese a que también supo estar en la lista negra del karinismo. Su permanencia se debe a su capacidad técnica y al ida y vuelta que aceitó con Catalán y Caputo.

La primera reunión del reestructurado gabinete
Después de exponerse el martes a las luminarias de la televisión y la mirada de curiosos y turistas durante el desayuno que compartió con todos los ministros en la confitería Pertutti, ubicada a 200 metros de la casa de gobierno, Francos tuvo este jueves su primera reunión formal como jefe de gabinete. En ella, se sentó por primra vez en la cabecera de la mesa y les dijo a los nueve presentes: "Confío en cada uno de ustedes. No van a tener que validar nada conmigo, así que pueden mandar todo directo; si tengo algo que marcarles, se los voy a decir en la cara antes".

La frase, que intentó hacer olvidar la principal marca de disgusto que recaía sobre Posse, vino a cumplir también un pedido explícito de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, la principal impulsora del desplazamiento del ex-Corporación América y la garante de los cambios en todo el organigrama, que busca mayor dinamismo en el gobierno. Los nombramientos, reestructuraciones o expedientes que firmen los funcionarios irán a parar directo al despacho del secretario Legal y Técnico, Martín Herrera Bravo.

Si bien este funcionario llegó a la gestión auspiciado por Posse, en la mesa chica presidencial suelen destacar su capacidad técnica y académica, al igual que su perfil bajo para cuidar la firma del Presidente. "Se queda, pero vamos a ver cómo anda", confió a Letra P un funcionario destacado de la Casa Rosada. Otras fuentes reconocen que tampoco tienen reemplazantes mejor capacitados para el cargo, sobre todo teniendo en cuenta que el otro nombre que sonó, el del abogado Santiago Viola, es parte del equipo de Gladys Humenuk, la subsecretaría de Coordinación Administrativa que está en la lista negra de Karina.

Guillermo Francos, viejos vínculos
Catalán no sólo es la mano derecha de Francos, sino también prácticamente un integrante de su familia. Es que si bien ya habían compartido lugares de trabajo entre 2006 y 2007 (cuando el ministro era presidente del Banco Provincia, el otro fue director del Grupo Bapro), el vínculo entre ambos se forjó a instancias de la amistad que tuvieron el hoy ministro coordinador con el padre del flamante secretario de Interior, Juan José Catalán, que fue titular de Cultura de Jorge Rafael Videla.

Además, Catalán padre fue uno de los principales impulsores de un grupo de políticos e intelectuales que respaldó la candidatura presidencial de Francisco Manrique, que quedó tercero en las elecciones de 1973 y en 1985 buscó una banca de diputado nacional. Debajo de esa lista aparecía un joven Francos, que logró acceder como concejal por la Ciudad de Buenos Aires.

A partir de esta extensa historia política del ministro coordinador no son pocos los que le dijeron a Letra P que Francos buscará incorporar dirigentes de su misma tradición política al gobierno libertario, sobre todo para que lo ayude a tender los puentes que hoy le faltan a la Casa Rosada.

CON INFORMACION DE LETRA P.