La provincia de Buenos Aires, sin plata y con los intendentes preguntándose cómo seguir

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El intendente de uno de los municipios más importantes de la Provincia de Buenos Aires se mostró preocupado porque cree que las empresas de salud que pretende crear el gobernador Axel Kicillof le pueden servir para su complejo sistema sanitario, uno de los más utilizados por los empleados bonaerenses en todo el territorio.

El diálogo con un legislador opositor al cual le pedía su apoyo lo sorprendió. “Una empresa con un fondeo permanente de la Provincia no sirve. No la hará rentable ni competitiva y, como estamos, agudizará los problemas que ya tiene tu gobernador”, le respondió, mezclando la distancia con Axel Kicillof y la complicidad con el jefe comunal.

En la Provincia de Buenos Aires saben de lo que hablan los dos protagonistas del diálogo que arriba se reproduce como un resumen. Ayer, mientras MDZ consultaba sobre el reparto de alimentos y su discrecionalidad, ahora a cargo de la organización CONIN, con mucho mejor prensa que las organizaciones sociales, aunque mantienen los dos defectos de origen: los distribuyen a quienes ellos tienen en sus listados y termina siendo una tercerización del Estado. 

Este jueves por la tarde, en Suipacha, una docena de intendentes se juntaron para analizar varios aspectos que los afligen. “Solo intendentes, no hubo ningún invitado especial”, le dijo uno de los que participó. Como siempre sucede, no fueron varios. La unidad dejó de ser un valor por sí mismo.

Preocupados, debatieron sobre varios temas. El primero y principal, el político. Nuevamente hubo varios reclamos para el gobernador Axel Kicillof, no por la plata que le gira, sino por la que está gastando para su propia gestión provincial. Los aumentos salariales otorgados en la administración pública estuvieron por encima de la inflación y eso le podría generar un cuello de botella insalvable en el corto plazo, es decir, dos meses, luego del pago del medio aguinaldo.

Lo que más le critican al gobernador es que su peronismo en sangre es casi mínimo. No habla ni se junta con ellos más allá de lo justo y necesario. Esto, que al principio era una queja, ahora pasó a ser un fastidio. “Los compañeros somos así. Nos gusta la discusión larga para que no haya malos entendidos”, le dijo a MDZ un experimentado que pasó por ahí. En eso, el archirrival Máximo Kirchner, y su aún aliado estratégico Sergio Massa, no esquivan invitaciones o largas sobremesas, aunque cuando están ellos los restantes pasan a ser actores de reparto.

Lo que observan los intendentes también lo volvió a informar el diputado provincial Marcelo Daletto, para quien “la Provincia va a estar muy complicada porque arrastra cuatro nóminas salariales de deuda. Y, al no poder endeudarse por su enfrentamiento con el Gobierno nacional, va a estar obligada a utilizar las posiciones financieras que, mientras que no las toquen, te dan dividendos; pero cuando empezás a retirar un poco de capital, se desmoronan y es una señal malísima”.

“Encima tiene enfrente a un presidente que es re peleador, te instala temas, te empuja, te obliga a estar aclarando lo que sos y lo que no sos… Y la gente termina alentando el ajuste por más que no entienda qué corno sea o cómo le pega. Sabe que en la casa necesita equilibrio fiscal, gastar lo mismo que lo que sale… Y en esa, Milei le saca un campo a Kicillof”, explica el legislador aliado de Emilio Monzó.

Sobre el exarmador político de Mauricio Macri, trascendió que aún no puede entender por qué el Gobierno le sigue pegando a su jefe de bloque, Miguel Ángel Pichetto. “No bajó al recinto, no quiso dar quórum, y no quiso votar con nosotros porque él dice ser institucional. Lo matan igual. ¿Sabés las ganas que le queda el resto para apoyar algo del Ejecutivo?”, le escucharon decir.

Pichetto fue tentado para participar del rearmado del peronismo nacional junto con Guillermo Moreno y otras figuras que se fueron cuando La Cámpora dominó todos los estamentos partidarios. Sin embargo, más allá de algunos intentos, no hubo progresos. Como tampoco los hay en la conformación de una corriente que marque claramente una diferencia con lo que está en el poder provincial, constituido por Kicillof, Kirchner y Massa. “Hoy no tenemos musculatura, pero hay tiempo. Hay un montón de compañeros que saben que con La Cámpora no se puede ir ni a la esquina porque salimos terceros y no ganamos más”, insiste, desde el taller Los Patos, Juanchi Zabaleta.

CON INFORMACION DE MDZOL.COM

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