El peronismo de Córdoba se ilusiona con un desbande
POLÍTICA - CÓRDOBAAgencia de Noticias del InteriorEl peronismo de Córdoba espera que la postulación de CFK para presidir el PJ nacional derive en una masiva huida de dirigentes de todo el país. Para ellos y ellas, los operadores de Juan Schiaretti y Martín Llaryora siguen abriendo las puertas de Hacemos por Argentina, el sello con que competirán en los comicios legislativos del 2025.
En esa sintonía, la decisión de la expresidenta de intentar recuperar el control del Partido Justicialista puede obrar como acelerador de las partículas que ya orbitan en torno al proyecto, de origen cordobesista, que ya tiene personería en siete provincias y lazos tendidos en todo el territorio argentino.
Así lo han expresado vía redes sociales, desde la mañana de este martes, las figuras señaladas como voceras en el Partido Cordobés. Todas han coincidido en presentar a Hacemos como un proyecto opuesto, casi antagónico, a un kirchnerismo al que adjudican buena parte de los males que ha atravesado la sociedad en las últimas dos décadas.
Ni CFK, ni Ricardo Quintela
Sucesivamente, referentes mediterráneos han ratificado su prescindencia ante la elección interna que podría disputarse el mes próximo. Desde esa distancia, consideran que finalmente primará un acuerdo entre Cristina Fernández de Kirchner y su potencial rival en las internas, el riojano Ricardo Quintela.
“Esto termina con Cristina presidenta, más allá del sparring que busque. La disputa es por un sello, ni siquiera por el verdadero peronismo”, dice una voz cordobesista de eco nacional.
“No creo que lleguen a las urnas. Muy pocos se han animado a enfrentarla. Pero el peronismo de base va a huir. Habrá una estampida. No quieren saber nada con un partido cooptado por el kirchnerismo”, suscribe otro dirigente que arma dentro del perímetro provincial.
Las palabras albergan otra percepción. Hasta hace unas semanas el gobernador riojano era visto como un potencial amo de llaves de la exvicepresidenta. Hoy, el cordobesismo no confía en los matices entre ambos. Tampoco evalúan el impacto que tendría para las intenciones del gobernador de Buenos Aires, Axel Kiciloff, a quien no imaginan por fuera del redil cristinista.
“Ni Cristina, ni Quintela representan el trasvasamiento generacional que el peronismo a nivel nacional se debe. Además, necesitamos un peronismo que tenga un sentido de federal, que mire el interior, no éste enclavado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”, añade el legislador provincial Leonardo Limia.
El líder Juan Schiaretti
El mencionado federalismo es la principal cualidad con que el proyecto cordobesista quiere seguir diferenciándose del kirchnerismo. Opera también como invitación abierta para quienes busquen una opción de base peronista a lo que perciben como una futura “agencia de empleo para La Cámpora”.
“Nosotros no tenemos relación con el PJ nacional. Ni siquiera mandamos congresistas. Somos bien diferentes a los gobiernos que fueron fábricas de pobres. No tenemos nada que ver con esos procesos. Nuestro criterio es otro. Por eso armamos otra estructura”, dispara un destacado exfuncionario provincial.
Dicha estructura, de base frentista, ofrece posibilidades de alianzas con dos límites bien claros: Cristina y Javier Milei. “Nuestro proyecto es federal, productivo, con el campo y la industria en el centro”, remarca el operador.
El armado avanza a paso decidido en la provincia de Buenos Aires. Allí talla Florencio Randazzo, el primer dirigente del espacio en desafiliarse del PJ, decisión que tiene indudable efecto en otros socios.
Desde Córdoba toman aquellas diferencias, ya históricas, con los K para evitar una profundización de las interpretaciones sobre la apostasía de “Floro”, uno de los potenciales presidenciables del espacio.
Como toda referencia, remarcan que el líder del espacio es Schiaretti. A él reportan las críticas sobre la puja por un partido del que no se siente parte. A él también remontan desde el entorno de Llaryora, señalando las expresiones vertidas por la senadora Alejandra Vigo, el diputado Carlos Gutiérrez, el legislador Miguel Siciliano y el ministro Manuel Calvo.
Un tren que no llega a Córdoba
Desde la base del Partido Cordobés consideran que hay lugar de sobra para nuevos integrantes, congruencia plena con el modelo que impulsan en la provincia.
Según especulan, podrían lloverles pedidos de abono de quienes huirán despavoridos del “tren fantasma” que conduciría Cristina en sólo unas semanas. “Tenemos los brazos abiertos para todos los que quieran una opción de verdad”, sintetiza un schiarettista de paladar negro.
El recorrido proyectado no invocará a la “ancha avenida del medio”, propia de épocas pasadas. Según analizan en El Panal, el juego por los extremos de Cristina y Milei dejará un gran espacio donde primarán naturalmente las coincidencias.
Con información de Letra P, sobre una nota de Luis Zegarra