Saldrán a la luz archivos secretos de los asesinatos de John F. Kennedy, Martin Luther King Jr. y Robert F. Kennedy

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Cuando el presidente Donald Trump anunció el jueves un decreto para desclasificar los archivos gubernamentales restantes en tres de los asesinatos de más alto perfil del país, inmediatamente acaparó la atención pública y suscitó intriga.

“Y todo será revelado”, dijo Trump mientras su marcador Sharpie aplicaba su famosa firma angulosa.

El anuncio fue en cumplimiento de una promesa de campaña de Trump, que consistió en dar acceso al público a todo lo que el gobierno federal sabe sobre los asesinatos del presidente John F. Kennedy en 1963, así como del reverendo Martin Luther King Jr. y el senador Robert F. Kennedy en 1968. Pero es posible que la nueva información no satisfaga a quienes esperan despejar por completo el velo de misterio que ha rodeado esos asesinatos en una de las épocas más oscuras de la historia de Estados Unidos, y que ha dado lugar a décadas de teorías conspirativas.

Samoluk es una de las personas que ha podido ver los archivos secretos de JFK, ya que los revisó en la década de 1990 como parte de un panel del gobierno para ver qué se podía publicar. Ahora es miembro del consejo de la Fundación de la Biblioteca John F. Kennedy.

“Habrá algunas piezas del rompecabezas que se volverán a colocar y que contarán una historia más sólida y enriquecedora”, dijo Samoluk.

Esto es lo que sabemos hasta ahora:

Las anteriores promesas de desclasificación se retrasaron
El proceso de poner a disposición del público la enorme montaña de documentación de la investigación federal sobre el asesinato de John F. Kennedy se puso en marcha en 1992, cuando el Congreso aprobó una ley que exigía la divulgación de los documentos a menos que el presidente determinara que esto socavaría los intereses nacionales.

La fecha límite original para hacer públicos los documentos era 2017, durante el primer mandato de Trump. En ese momento, ordenó una revisión de seis meses de las implicaciones de seguridad nacional de una liberación completa y luego anunció que algunos documentos seguirían siendo secretos, citando preocupaciones de seguridad nacional, aplicación de la ley y asuntos exteriores.

El nuevo decreto de Trump no libera inmediatamente los archivos, pero da al director de inteligencia nacional y al secretario de Justicia 15 días para “presentar un plan al presidente para la liberación total y completa de los registros relacionados con el asesinato del presidente John F. Kennedy”. Una revisión similar para los archivos de King y Robert F. Kennedy deberá realizarse en un plazo de 45 días.

Muchos siguen sin creer que un atacante solitario matara a Kennedy
La investigación oficial del gobierno sobre el asesinato de JFK, llevada a cabo por la Comisión Warren, pretendía cerrar el libroel capítulo sobre el asesinato que puso fin a la presidencia Camelot en Estados Unidos. Pero su conclusión de que Lee Harvey Oswald actuó solo nunca ha satisfecho el ansia de algunos estadounidenses por obtener una respuesta más significativa sobre su muerte.

Las teorías conspirativas han florecido en las seis décadas transcurridas desde el asesinato del presidente Kennedy, inspirando una película nominada al Oscar e innumerables libros y páginas web. El porcentaje de estadounidenses que creen que más personas estuvieron implicados en una conspiración para matar al presidente nunca ha bajado del 50%, según las encuestas de Gallup realizadas a lo largo de los años.

El asesinato de tres figuras públicas muy queridas en cinco años conmocionó a la nación, llevando a muchos a preguntarse cómo era posible que fueran asesinados por atacantes solitarios. En 1976, las explicaciones alternativas habían cobrado tal fuerza que la Cámara de Representantes formó su propio comité para investigar los asesinatos de JFK y King.

El informe final de la comisión, publicado en 1979, determinó que Kennedy fue “probablemente asesinado como resultado de una conspiración”, aunque el panel no pudo dar con ningún conspirador. Un análisis posterior de la Academia Nacional de Ciencias cuestionó las pruebas acústicas que el comité utilizó para llegar a la conclusión de que hubo un segundo tirador.

El periodista Gerald Posner, que antes creía en la teoría conspirativa de la muerte de Kennedy pero que se convirtió en defensor de la teoría del atacante solitario tras investigar el tema en su libro “Caso cerrado”, dijo que no espera cambiar de opinión por segunda vez.

Posner cree que la publicación será más embarazosa que reveladora para el gobierno. Los documentos parcialmente editados sugieren que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) había estado vigilando a Oswald cuando visitó el consulado cubano en Ciudad de México varias semanas antes del asesinato, dijo.

“¿Sabían lo trastornado e inestable que estaba?”, dijo Posner a CNN el viernes. “Entonces la pregunta se convierte en: ‘Oigan, ustedes sabían que era un polvorín. Por qué no se lo dijeron al FBI cuando regresó a Estados Unidos?”.

Desde 2017, más de 70.000 documentos relacionados con el asesinato de Kennedy han sido liberados y están publicados en el sitio web de los Archivos Nacionales. En 2023, el 99% de los documentos clasificados relacionados con el asesinato ya habían sido publicados, según la Casa Blanca.

Posner duda que la falta de una prueba irrefutable en los documentos finales extinga por completo las demás teorías sobre cómo y por qué fue asesinado Kennedy.

“He hablado lo suficiente con teóricos de la conspiración a lo largo de los años para entender que dirán que o bien debe haber sido destruida o está en otra parte”, dijo Posner.

Ya se ha desclasificado la mayor parte de los archivos sobre Robert F. Kennedy
Es mucho más incierto qué se publicará exactamente sobre el asesinato de Robert F. Kennedy, que no fue investigado de forma independiente por el Congreso.

En teoría, todos los documentos sobre el asesinato de RFK fueron entregados por varias agencias locales y el FBI a los Archivos Estatales de California a finales de la década de 1980, dijo Tim Tate, un autor británico que coescribió un libro sobre el asesinato después de investigarlo durante más de un cuarto de siglo. “Si quedan documentos sin revelar, eso representa una enorme mala fe por parte de la agencia que los retuvo”.

El Departamento de Policía de Los Ángeles ha reconocido que destruyó algunas pruebas que no se utilizaron en el juicio tras la condena de Sirhan Sirhan —que sigue cumpliendo cadena perpetua en una prisión de San Diego, California—, entre ellas el marco de una puerta y los azulejos del techo que podrían haber sido dañados por las balas en la cocina del Hotel Ambassador de Los Ángeles, donde Kennedy recibió el disparo mortal.

“La destrucción de estos materiales relevantes (…) refleja una grave falta de criterio por parte de las autoridades que destruyeron dicho material”, decía un informe de 1977 de la Oficina del Fiscal del Distrito de Los Ángeles.

La única agencia relevante que no ha entregado documentos sobre Robert F. Kennedy es la CIA, dijo Tate. “Si estos son realmente los documentos que Trump pretende desclasificar, podrían resultar reveladores: hay amplias pruebas tanto de la animadversión de la Agencia hacia RFK (y viceversa) como de su presunta implicación en el asesinato”, dijo a CNN por correo electrónico.

Robert F. Kennedy Jr, hijo del senador asesinado y actual nominado de Trump para dirigir el Departamento de Salud y Servicios Humanos, ha dicho en múltiples entrevistas que no creía que Sirhan matara a su padre, culpando en cambio a uno de los guardias de seguridad de su padre.

“Gracias, presidente Trump por confiar en los ciudadanos estadounidenses y por dar el primer paso en el camino hacia revertir esta desastrosa trayectoria”, dijo Kennedy en una publicación en X el viernes, un día después del anuncio.

Sirhan, que inicialmente confesó haber disparado a Kennedy antes de decir más tarde que no recordaba nada de lo sucedido, fue recomendado para la libertad condicional en 2021 después de 15 denegaciones, pero el gobernador Gavin Newsom lo negó diciendo: “No ha abordado las deficiencias que le llevaron a asesinar al senador Kennedy”.

La familia de Martin Luther King quiere retrasar la desclasificación
La familia de Martin Luther King Jr. emitió el jueves un comunicado en el que dice que espera ver los documentos antes de que sean divulgados. “Para nosotros, el asesinato de nuestro padre es una pérdida familiar profundamente personal que hemos soportado durante los últimos 56 años”, dice un comunicado de la familia. “Esperamos que se nos dé la oportunidad de revisar los archivos como familia antes de su publicación”.

Pero una fuente con conocimiento de las discusiones para desclasificar documentos relacionados con el asesinato de King dijo a CNN que la familia preferiría que el gobierno esperara para hacerlos públicos. La fuente dijo que la familia quiere llegar a un acuerdo previo con el gobierno para mantenerlos clasificados hasta una fecha posterior.

El hijo menor de King, Dexter King, anunció en 1997 que creía que el asesino de su padre no era James Earl Ray, que cumplía una condena de 99 años de prisión por el asesinato. En un cara a cara en prisión con Dexter King, Ray dijo que él no cometió el asesinato, aunque añadió: “A veces estas preguntas tienen respuestas difíciles”.

Ray —un vagabundo y delincuente reincidente— huyó del país tras la muerte de King y fue capturado en Inglaterra. Se declaró culpable del asesinato de King en 1969, pero se retractó casi inmediatamente después de su condena.

Ray murió en Tennessee en 1998 mientras cumplía condena. Dexter King murió de cáncer el año pasado.

El informe de la Comisión Especial sobre Asesinatos de la Cámara de Representantes también afirmaba que “probablemente hubo una conspiración” en la muerte de King, sin nombrar a ningún otro sospechoso. Pero la investigación federal no fue satisfactoria para muchos de los familiares y asociados de King, que conocían la investigación que el FBI llevaba años realizando sobre el reverendo, y la obsesión del director J. Edgar Hoover con él como posible influencia comunista.

Hoover llamó a King “el mentiroso más notorio del país”, y documentos desclasificados más tarde mostraron que Hoover había autorizado las escuchas telefónicas de la casa y la oficina de King, incluyendo “esfuerzos para intimidarlo, para romper su matrimonio, y los esfuerzos explícitos e implícitos para chantajearlo”.

Irónicamente, algunas de las escuchas telefónicas a King fueron aprobadas por el propio Robert F. Kennedy cuando ejercía como fiscal general, algo que Robert F. Kennedy Jr. ha defendido desde entonces.

El exembajador ante la ONU Andrew Young, uno de los colaboradores más cercanos de King, declaró a CNN en 2008 que creía que una conspiración gubernamental estaba en el centro del asesinato, independientemente de si Ray apretó el gatillo o no.

“Creo que en las altas esferas existía la convicción de que había que detener nuestro movimiento”, dijo Young. “Desde luego llegó hasta el FBI”.

Si la última pila de documentos sobre los asesinatos de King y los Kennedy muestra nuevas pruebas de una conspiración -o sólo más misterio- es una pregunta cuya respuesta ahora parece estar a sólo semanas de distancia.

Fuente: CNN

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