Sergio Massa apuesta a bajarle la fiebre a la inflación, pero la deuda en pesos le juega una mala pasada

ECONOMÍA Daniel Fernández Canedo
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El ministro de Economía anunció que, después de permitir una suba de 4%, habrá un listado de 1.500 productos que congelará sus precios por 120 días. 

Así Sergio Massa apuesta a bajar al entorno de 4% mensual una inflación que gira entre 6% y 7% y apunta al 100 este año.

La idea de Economía es que los precios de los productos de primera necesidad están adelantados como consecuencia de que hace semanas que se viene hablando de un posible congelamiento y que las empresas aceptarán participar apostando a conseguir uno de los premios más preciados que ofrece la política oficial.

En este canje las empresas dejarán quietos esos precios a cambio de que el Gobierno cumpla con venderle dólares a $ 160 para pagar importaciones.

El premio es interesante si se tiene en cuenta que hay empresas que ya computan en sus costos un dólar de $ 400 ante el cierre del grifo de divisas que impone el gobierno.

El cálculo se corresponde por el atraso que viene reflejando el dólar frente a la inflación: el dólar de $ 350 de julio pasado, ajustado por la inflación estaría en $ 435 mientras que el contado con liquidación ronda $308.

Conseguir dólares a precio oficial es muy difícil y bien lo sabe Massa que tuvo que recurrir a devaluar con el dólar soja para conseguir que los exportadores liquiden anticipadamente unos US$ 8.000 millones.

Eso fue en septiembre, pero en octubre y noviembre el Banco Central viene vendiendo dólares (ya va por los US$ 1.200 millones) para abastecer al mercado.

El ministro dijo que cumplirá a fin de año con la meta acordada con el FMI que es un aumento de reservas de US$ 6.000 millones, todo indica que computando el giro del propio Fondo. Los analistas creen que Massa tendrá que sacar de la galera otro dólar soja si pretende mantener la tranquilidad cambiaria hasta bien entrado el verano.

El ancla a las expectativas que busca el ministro congelando 1.500 precios choca con el ritmo de aumento del dólar mayorista que en el último mes aumentó 6,7%.

Mientras del lado de los dólares la situación se presenta algo más estabilizada, las miradas ahora apuntan al de los pesos.

El canje de deuda que realizó el Gobierno para atemperar los vencimientos de bonos del Tesoro de noviembre y diciembre ($ 1,7 billones) tuvo una adhesión de solo 61% y mayoritariamente del sector público.

La "pared" financiera de las elecciones de 2023 viene cobrando vigor desde las últimas semanas: el Gobierno no consigue vender bonos con vencimiento en 2024 y no es porque ofrezca un rendimiento bajo.

El bono dual llega a ofrecer una renta absolutamente extraordinaria con una sobretasa de 12%. O sea que un inversor puede obtener lo que dé la inflación más 12% y ni aun así el Tesoro consigue fondos.

Es claro que los inversores (fondos de inversión, bancos, compañías de seguros, etc) desconfían de que el Tesoro vaya a pagar esa tasa de interés, apuestan a que habrá una reprogramación de los fuertes vencimientos en pesos del año próximo (equivalente a unos US$ 18.000 millones) y navegan la incertidumbre sobre quién ganará las elecciones del año próximo y qué política se dará para enfrentar la deuda, tanto en dólares como en pesos.

Pero, mientras tanto, el Tesoro tendrá que financiar el déficit y el camino elegido vuelve a ser, aunque con una variante importante, la emisión de pesos por parte del Banco Central.

El Gobierno se comprometió ante el FMI a no emitir abiertamente para cubrir el déficit fiscal, pero en las últimas semanas el Central intensificó la compra de bonos en el mercado para darle liquidez al Tesoro.

El BCRA actúa, así como comprador de bonos de última instancia en un mercado que solo acepta financiar al Tesoro hasta las elecciones primarias de 2023. Una nueva etapa financiera con raíz política que se profundizará de ahora en más.

Esa fuente de emisión entra en juego en el marco de los $ 550.000 millones que mensualmente devengan por intereses las letras de liquidez que el Central coloca en los bancos para que hagan frente a los depósitos a plazo fijo. La calesita de los pesos cobra vigor en el contexto de inflación de 100% anual.

Fuente: Clarin

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