La capital enciende una alarma para Juez en su interna con De Loredo

POLÍTICA - CÓRDOBA Agencia de Noticias del Interior Agencia de Noticias del Interior
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Aún previsible, la confirmación de que Rodrigo de Loredo disputará la candidatura a gobernador genera un efecto difícil de evaluar con exactitud al interior de Juntos por el Cambio (JxC). En particular para Luis Juez, desde hace un año socio estratégico del diputado radical y hasta hace pocas semanas el retador indiscutido en la puja para la gobernación de la provincia. Referentes de los distintos partidos tomaron con naturalidad la postulación del jefe del bloque Evolución en la Cámara baja. Sin embargo, con similar tenor retomaron alegatos en favor de una fórmula de unidad. Desaconsejan, con las migas de 2019 en la mano, la realización de elecciones internas, opción cada vez más cercana.

No solo el deseo de triunfo motiva aquella moción. Los temores sobre una eventual ruptura ondean sobre un terreno en el que la falta de un reglamento interno abona desconfianzas. En particular hacia el líder del Frente Cívico, hasta aquí reacio a aceptar las reglas de juego impulsadas por el resto de los socios. Mientras, y aunque públicamente continúen prodigándose muestras de afecto, tanto el diputado como el senador evalúan las adhesiones con que contarían en caso de una eventual disputa en las urnas.

 

En este escenario, reviste particular importancia lo que pueda suceder en la Capital. No solo porque el distrito concentra casi la mitad del electorado, sino porque la percepción de un seguro triunfo opositor ha favorecido una proliferación de precandidaturas: dos por la UCR, Juan Negri y Diego Mestre; y tres por el PRO, Soher el Sukaria, Javier Pretto y Sebastián García Díaz. Sin De Loredo en carrera, el nombre que mejor ranquea en la ciudad, y considerando siempre la volatilidad de tiempos y juramentos políticos, un temprano recuento dispara una alarma para Juez, ya que en dicho lote predominan las simpatías por el postulante radical. En el hipotético mano a mano, un recorrido por los meandros de la coalición permite inferir que De Loredo contaría con el apoyo de sus dos correligionarios y también el de la diputada amarilla. Solo uno de los aspirantes mencionados se inclinaría por el exintendente capitalino: García Díaz, alfil de Patricia Bullrich.

 

Dos cuestiones parecen clave para inclinar la balanza por De Loredo. La primera es la generacional. El extitular de ARSAT tiene 42 años, misma edad que Juan Negri, apenas dos menos que el menor de los Mestre y solo cinco menos que la diputada del PRO. “El radicalismo, como parte de JxC, tiene dirigentes jóvenes y ambiciosos. Eso facilita una interacción con códigos comunes entre ellos. Eso es muy importante. Hace un tiempo que no se daba”, señalan en el entorno de uno de los precandidatos boinablanca.

 

 

La otra cuestión tiene que ver con los alineamientos políticos al interior de JxC. De Loredo representa una renovada esperanza para un partido que lleva 24 años a la sombre del cordobesismo. Su crecimiento beneficiaría también a quienes reman en la misma dirección.

 

El caso más notorio es el de Juan Negri, quien desde hace meses se muestra junto a De Loredo. “Tengo muy buen diálogo y coincidimos en elaborar propuestas, no solo diagnósticos, pero yo no he trazado un camino en función de ello. Mi decisión está tomada aún de antes”, matiza el concejal.

 

 

“Como radicales que somos, siempre vamos a preferir un candidato radical. Es imprescindible recuperar nuestra opción, sobre todo porque la provincia y el municipio necesitan un cambio”, señala el mestrismo. Las palabras pretenden sepultar enfrentamientos del pasado. Sin embargo, hay también razones pragmáticas: el viaje de De Loredo al Panal dejaría una vacancia a medida de las aspiraciones de Diego, el menor de los Mestre, quien construye su propio camino a la Municipalidad.

 

El jefe del bloque Evolución en Diputados cuenta también con el cada vez más explícito aval del sector del PRO que se referencia en Mauricio Macri. La antipatía entre el expresidente y Juez es ya conocida y tuvo capítulos recientes. Sucesivas reuniones en semanas precedentes terminaron de calentar la interna cambiemista.

 

En Córdoba, la candidata amarilla es Soher El Sukaria. Única mujer con tal aspiración, sostiene con firmeza los anhelos y designios del fundador de su partido. En su entorno, abonan esta versión con un guiño cómplice y cuidadoso a la vez. Sin descuidar formalidades, claro: “Está enfocada plenamente en su candidatura”, repiten.

 

Las mismas generalidades caben para Pretto, quien se desempeña como presidente del PRO en Córdoba. Cultor del perfil bajo, considerado difícil de descifrar por sus pares, semanas atrás fue el encargado de dar cauce formal a la tirria del macrismo local por la renuencia de Juez a firmar el reglamento interno.

 

Más definida parece la posición de García Díaz, quien se presenta como "el más conocido" de quienes se postulan en el PRO. Su posición, compartida por la senadora Carmen Álvarez Rivero, compañera de banca de Juez, es contraria a las internas. Con todo, también evalúa un escenario de disputa. “Sería una locura entrar en dinámica de internas a solo cinco meses de las elecciones. Confiamos en que se resuelva por un método de consenso en base a encuestas, a intuición política y ganas de ganar. En el hipotético caso de internas, nos inclinaríamos por Luis Juez a gobernador”, admite uno de los armadores del bulrrichismo.

 Hasta el momento, el Frente Cívico admite solo un temor: la intervención interesada del peronismo en unos comicios abiertos a la participación de la ciudadanía en general, no solo a las personas afiliadas a los partidos integrantes de la alianza. Por lo menos, hasta el momento.

Fuente: Letra P. Nota de Luis ZEGARRA

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