Horacio Rodríguez Larreta: "Juntos tenemos que animarnos a transformar este país"

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Horacio Rodriguez Larreta está entrando en el tramo central de la interna de Juntos por el Cambio para elegir al candidato presidencial. Su relación con Mauricio Macri y Patricia Bullrich nunca dejan de estar en escena, pero el jefe del Gobierno porteño afirma que la unidad finalmente se alcanzará. Economía, relaciones con el mundo y la seguridad, en el centro del dialogo. Cómo es el mundo personal de Larreta y por qué decidió mostrarlo antes de iniciar la campaña electoral. 

- Bienvenido 
- Muchas gracias.

- Hoy más temprano estaba pensando en esta charla. Acumulaste tantos temas para hablar con vos que podemos hacer una serie.
- Casi te puede llevar el día.

- Arranquemos con una cuestión personal. Yo leo bastante que tus colaboradores y además quienes más o menos te conocen en política, saben que sos ansioso y bastante complicado en cuanto a lo que querés y que sea rápido. Al mismo tiempo estás encuadrado dentro de Juntos por el Cambio como un moderado con costumbres dialoguistas y más tranquilas. ¿Cómo es la síntesis de esas dos realidades?
- Es perfectamente compatible. Yo tengo vocación de transformación, lo más amplia, lo más rápido posible y que se mantenga en el tiempo. Pero ya. O sea, la Argentina necesita un cambio. Ya hiciste una transformación muy integral. No es un tema, un parche, solucionar solo la inflación. Digo, no, no tenemos un plan de desarrollo ahora para poder impulsarlo, para poder impulsar un plan profundo, rápido y que además sea duradero. Una cosa es condición para la otra, sin diálogo no hay transformación.

- Es bien conocido que es imposible dialogar con todos. Me gustaría precisar un poco: ¿vos decis que hay que dialogar con todos? ¿O sentarse con cualquiera?
- Precisemos. Si la gente me elige presidente, yo me comprometo a que voy a dialogar con todos aquellos elegidos por la gente. También tenemos elecciones ahora en todo el país. Yo voy a dialogar como presidente con todos los gobernadores elegidos por la gente, independientemente que sean de mi partido o no, independientemente que me gusten, que coincida o que no coincida. La definición es muy clara: con todos aquellos elegidos democráticamente, representantes de provincia, municipios yo voy a dialogar. Entonces el límite es ese, bien clarito. Dialogar no quiere decir que vaya a estar de acuerdo con los que están defendiendo, qué se yo, nuestra relación con Venezuela o con Cuba, o los que cerraron las escuelas, o que abrieron las cárceles, o que están haciendo un juicio político en la Corte.

- Te lo voy a preguntar en un lenguaje muy criollo: en este país uno mira la realidad y ve una lista de despelotes atrás del otro. ¿Por dónde empezás? Al tema de la inflación la gente lo pone primero, vos decis que eso solo no, que son mil medidas.
- Es que lo ratifico, si solo te enfocas en la inflación y no lo enmarcas en un plan de desarrollo, no vas a solucionar la inflación. No es que la inflación no es prioridad, la inflación es desesperante. Cuando en la Argentina, ejemplo año ‘85 con el Plan Austral te enfocas en bajar la inflación, ¿qué fue lo que pasó? Bajamos la inflación. ¿Cuánto duró? ¿Un año? El año que viene la inflación está de vuelta.

- ¿Qué faltó?
- Un plan de desarrollo. Entonces el plan de desarrollo es la manera de bajar la inflación. Dentro de ese plan de desarrollo hay un capítulo obviamente importante y prioritario, que es la estabilidad, pero no podes enfocarlo solo.

- Acá la pregunta fácil sería shock o gradualismo, que es la que se le hace casi a todos, porque además hubo una experiencia durante el Gobierno de Mauricio Macri que en esto terminó fallida. ¿Eso como lo ves?
- Que hay que tener un plan, un rumbo y fijarlo las primeras 100 horas, ni siquiera 100 días. Vos tenés que fijar el rumbo. Claro, en aquellas leyes que hay que modificar, mandarlas al Congreso; aquellos decretos que hay que hacer, firmarlos. Lo que no quiere decir que todos los resultados los veas pasado mañana.

- La sensación que da el país es que Argentina está a la deriva, en cuanto a su política exterior vamos a los tumbos. Nos conviene hablar bien con Estados Unidos porque Massa tiene que ir a negociar algo entonces vamos, después volvemos y giramos. ¿Qué vas a hacer ahí? ¿Con quién? ¿Quién es el primer tipo en el mundo con el que te vas a sentar?
- Si a mí me eligen hay que lograr un shock de confianza en la política exterior, porque hoy eso de estar a la deriva hace que el mundo nos vea con desconfianza, diría con indiferencia, con ignorancia. No, no nos consideran. Tenemos que dar señales muy claras para ir, para recuperar la confianza. A nuestro servicio diplomático hay que enfocarlo 100% a vender productos argentinos, ser vendedores literalmente, pero tenemos que dar señales claras. Tenemos que dar señales claras, por ejemplo, de recuperar o de retomar nuestra relación con Brasil. Tuvimos presidentes que durante cuatro años no se hablaron.

- Hay algo que la gente no registra y es que quizás uno de los peores momentos de nuestra relación comercial con Brasil fue durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, cuando más choques tuvimos...
- Sí, bueno, pero ahora tuviste tres años en los que el presidente argentino nunca se vio con nuestro principal socio comercial. Priorizó su imagen en la política local por sobre el interés de la Argentina en su relación con el número uno socio comercial. En el resto hay que salir al mundo. Hay países que son democráticos y otros que no lo son, y ahí tenemos una diferencia clara.

 
 

- ¿Qué haces con China? China no es democrático, pero por el otro lado a China lo necesitas.
- Son dos cosas distintas. Una cosa es que nosotros tenemos que intentar vender nuestros productos con mucho pragmatismo al mundo entero. Se están abriendo mercados. En Asia está creciendo las ventas a Vietnam, a Indonesia, a la India, a mercados de muchísima gente. Una cosa es una política comercial, pragmática y agresiva en términos de tratar de vender nuestros alimentos, tratar de vender nuestra energía, nuestro litio al mundo entero. Otra cosa diferente es que en los foros internacionales seamos imparciales.

- Te tiro algunas cuestiones que se escuchan en votantes de Juntos por el Cambio. ¿Qué vas a hacer con Sergio Massa? Vos sos amigo de Massa.
- Una cosa es la relación personal. Otra que él es parte hoy del Gobierno kirchnerista y una parte protagónica…

- ¿Pero se puede? ¿Es tan fácil dividirlo?
- Bueno, es parte del Gobierno, repito, parte protagónica de los dos tres funcionarios más importantes del Gobierno nacional que están siguiendo adelante este modelo.

- Otra.  Da la sensación que vos te estás preparando claramente en algunas cuestiones personales para la presidencia. Hablaste del tema del temblor, hablaste de tu situación sentimental personal…
- Pero lo haría aunque no estuviera como candidato. Son situaciones normales de la vida. No tiene nada que ver con una candidatura, lo hice con naturalidad. El tema del temblor surgió porque me mandaron un video, una foto medio cuestionando de cómo tomaba el agua. El agua la tomo así con las manos. (agarra un vaso) Toda mi vida fue así. Tengo temblores desde que tengo cinco años. Es lo que se llama mal pulso, ¿no? Si hubiera querido ser cirujano seguramente estaba complicado, pero para hacer política no me afecta nada. Te vas a reír: soy muy mal sacador de selfies.

- Queda claro…
- Si, las selfies salen movidas; mucho más que eso no tengo problema.

- Si fueras electo presidente hay cosas que se pierden. Yo he tomado café con vos en un bar común y la gente te deja tranquilo. El último presidente que recuerdo que pudo caminar tranquilo por la calle fue Arturo Illia, ¿cómo lo procesas eso?
- Vos sabés que yo ya lo vengo pensando eso. Voy a tratar de no perderlo. No sé si la realidad me lo permitirá, pero voy a tratar de no perderla. Esa cosa de café de la esquina que me encanta. Sí, varias veces por día, reuniones que podría hacer en mi oficina cerradas desde una charla con vos, preferiría hacerlo en un bar en un café de gente común. Eso para mí es muy importante no perderla. Y más en el encargo presidencial, donde uno puede tener el riesgo de alejarse, de encerrarse, de aislarse.

- Vuelvo a la coyuntura. Debés tener claramente marcado cómo vas proyectando el año. ¿Cómo ves que llegamos a octubre?
- Con mucha preocupación. Veo el 6% de inflación mensual o 100 % anual, que es más o menos lo mismo, 40% de pobreza. Lo veo, recorro mucho el conurbano, el interior. Yo había dicho que recién iba hablar de candidaturas una vez que haya recorrido todo el país. Bueno, lo hice con todas las provincias. Conozco esa realidad, a media hora de acá, tenés situaciones de un nivel de pobreza, de hacinamiento dramáticas.

- La semana pasada se conoció un informe de JPMorgan que debes haber visto sobre la proyección de Argentina y la verdad es que hace mucho tiempo que no se veían números tan espantosos de la economía. JP Morgan dice que el producto bruto va a caer casi un 2%, que por el impacto de la sequía se van a perder US$15 mil, inflación a 100%, desaceleración de la economía. ¿En esas condiciones creés que llegarás a la presidencia si sos electo?
- Esa es la realidad que tenemos que encarar. Yo estuve trabajando con nuestro equipo hace más de un año. Falta un año más o menos. Son dos años de trabajo a conciencia, en serio, con un grupo de más de 100 profesionales estudiando cada tema, estudiando cada provincia, cada realidad regional, cada industria. Hay que laburar en serio.

- La gente que vota a la oposición está aterrada de que ustedes no se pongan de acuerdo. Tienen más miedo a eso que al oficialismo. Y además lo dicen las encuestas. ¿Qué respondes a eso?
- Estamos trabajando en el plan mucho, mucho. Ahora no es que cada reunión se hace pública. Es un trabajo que lleva tiempo, que además, como tiene que ser coordinado, no es que vos hagas una medida aislada y este problema se resuelva. No, hay que laburar en serio de una vez por todas.

- En materia de seguridad, ¿hay que modificar la Ley de Seguridad Interior? ¿Qué rol le darías a las Fuerzas Armadas?
- No creo que haya que modificar la Ley de Seguridad Interior. Estamos estudiando. Si hay que modificarla, se modifica. Lo que sí podemos hacer es que las Fuerzas Armadas se ocupen de las fronteras y con eso liberas Prefectura y Gendarmería para enfocarlas en las zonas más calientes de la droga, para lo cual también necesitan un refuerzo en la capacitación, pero están mucho más cerca de esa problemática. Tenemos que acompañar a las provincias a fortalecer sus fuerzas con Gendarmería.
En principio tenés que hacer un plan integral de seguridad, como hicimos en Buenos Aires. En el caso de Rosario hay una particularidad respecto de acá de la capital, que es el tema de las cárceles. Tenés que tener cárceles que aíslen en serio a los capos narcos.Yo le digo a los rosarinos, lo dije en Santa Fe, Buenos Aires no era así de segura hace 15 años. Basta mirar los datos acá trabajar en base a la evidencia. Acá en Capital tenemos una muy buena experiencia que repito, no es que hay que copiarla.

- Sí, la situación es distinta...
- Pero si adaptarla. Son ciudades grandes las dos e insisto, el tema penitenciario para los narcos es fundamental. Y en un principio hay que mandar Gendarmería.

- La última: con la emergencia que es este país, mucha gente está desesperada por ver la fórmula presidencial de Juntos por el Cambio…
- Yo entiendo la desesperación y la frustración de la gente, pero la ansiedad, la frustración, no adelantan la fecha de las elecciones. Yo garantizo la unidad de Juntos por el Cambio. En eso no veo fisuras, no veo problema. Ya fuimos juntos a la elección intermedia. La ganamos. Estamos juntos en el Congreso.
Estamos muy sólidos, defendiendo ahora contra el juicio político en la Corte, que no va a pasar. No van a tener el número. Eso, ¿sabés por qué? Por la vida interna de Juntos por el Cambio. Es hora de que juntos los animemos a cambiar. Este país es ahora. No podemos esperar más de lo que animarnos. Tenemos que tomar la decisión con valentía, con coraje. Juntos, no peleándonos uno con otros. No es desde la divisiones. Hablamos algo diferente. Venimos peleándonos hace décadas, Seguimos siendo los mismos. El resultado es el mismo. Juntos tenemos que animarnos a transformar este país.

Con información de MDZ, sobre una nota de RUBÉN RABANAL

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