La política de Santa Fe entra en una semana crucial para sus intereses. En unas horas, el gobernador Omar Perotti enviará a la Legislatura los pliegos de titulares para la fiscalía general y las regionales del Ministerio Público de la Acusación (MPA), un órgano clave en el orden judicial de la provincia. Si bien son cargos de otro poder, la rosca subterránea del Ejecutivo y el Legislativo no descansa.

Perotti enviaría este el lunes el pliego de quienes hayan terminado en el primer lugar de las ternas que, en su momento, le derivó el jurado del concurso. Es decir, el rafaelino respetaría la orden de mérito. Hasta allí poco puede decirse, tiene su criterio y su argumento para sostenerlo.

El criterio tiene lógica para toda la tira, salvo para la jefatura provincial de fiscales. El gobernador sostiene a Roberto Prieu Mántaras, cuestionado en el movimiento feminista por fallos misóginos en su rol de camarista y por la oposición por no ser rosarino.

El padrino
En rigor, el camarista proviene de Santa Fe y es, en esta compulsa, el ahijado del juez de la Corte Suprema Rafael Gutiérrez, quien no descansa en sus presiones a puro teléfono rojo. El miércoles, en Rosario, pasó al cara a cara en un cónclave privado con un poderoso dueño de medios para compartir piezas sobre la decisión que inquieta a todo el Círculo Rojo santafesino.
La decisión de Perotti de sostener a Prieu Mántaras pone en aprietos a la oposición. Los pliegos salen por el voto mayoría de 69 bancas, 50 de Diputados y 19 del Senado. Al cierre de esta nota, al primero en el orden de mérito no le alcanzaba el poroteo.

Por ese motivo, emerge la dupla que lo sigue en la terna: la auditora general del MPA, María Cecilia Vranicich, y el camarista penal de Rosario Javier Beltramone. La primera rankea entre las preferencias del socialismo, que junta los para nada despreciables 14 votos. El segundo es el preferido del diputado por la UCR Julián Galdeano, armador de la senadora Carolina Losada con poder de ascendencia sobre una parte del no peronismo. Vranicich, a la vez, quedó arriba de todos en la terna a fiscal regional de Rosario, un cargo sobre el que también están depositadas todas las miradas. Si Perotti mantiene su lógica, enviará su pliego para la ciudad más poblada de la provincia.

Para tumbar a Prieu Mántaras la oposición necesita acordar y mostrar cohesión. En ese marco, es una prueba de fuego para el frente de frentes en ciernes. El otro pilar opositor es Maximiliano Pullaro, que conduce un bloque de 11 en Diputados y tiene una sociedad con seis senadores correligionarios. Para imponer un nombre también hay que coordinar con él.

Pullaro asegura que está fuera de la rosca, que no participa del diálogo con el perottismo. El exministro entiende que las mejores opciones para conducir el MPA a nivel provincial y en Rosario quedaron afuera (Luis Schiappa Pietra y Valeria Haurigot) y que ahora solo espera el envío del gobernador. Es un enigma por el momento cómo se va a mover.

“Esto cierra como un paquete”, se esperanza una voz del gobierno. Como se ve, el paquete no tiene moño. Parte de la oposición cree que un diálogo más sólido hubiera habilitado más orden en la definición. Acá cada uno juega su partido. Todos los actores de la política, los que tienen aspiraciones de ser gobierno a fin de año, no quieren comerse sapos en el futuro MPA.

Ese es, en rigor, el mayor riesgo que atraviesa la política santafesina. No hay margen para un chiquero ante cuestiones tan sensibles. De fondo sobrevuela la violencia que impera en Rosario. Si el proceso se termina de embarrar, el costo puede ser muy elevado para oficialismo y oposición. A nadie le sirve tirar de más de la cuerda.

FUENTE: LETRAP.COM

Últimas noticias
Te puede interesar
Lo más visto