Inflación caliente: en marzo llegaría a 7% y prevén piso de 6% mensual para el resto del año, ¿por qué falla Massa?

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Tras el rebote de la inflación de febrero de 6,6%, el índice de Precios al consumidor de marzo se consolida en un nivel más alto aún, en el rango de entre 6,9% y 7,1%, según las estimaciones de consultoras privadas en base a los datos relevados en la primera quincena de este mes. 

Y lejos del objetivo del ministro de Economía, Sergio Massa, que aspiraba a que en abril la cifra bajara a menos de 4% mensual en el marco de la renovación del plan Precios Justos, los economistas proyectan un piso inflacionario para el resto del año entre 6% y 6,5%, impulsada por un combo de factores, entre ellos la sequía.

La tasa de inflación interanual superó en febrero la temida barrera de los tres dígitos al ubicarse en 102,5%, y cruzó ese umbral por primera vez desde octubre de 1991. Para los economistas, el proyecto de contención de Massa fracasó porque faltó un plan económico integral, recurrió a “soluciones equívocas como el control de precios” y se siguió emitiendo. Además, consideran que este año “la batalla está pérdida” y lo único que puede hacer el ministro es “´poner parches”.

Luego del mal dato inflacionario de febrero, el Banco Central dispuso el jueves subir la tasa de interés de política monetaria y elevar 3 puntos a 78% anual el rendimiento de los plazos fijos minoristas, aunque los economistas advienten que esa medida por si sola no hará bajar la inflación ya que pierde mucha efectividad si se sigue emitiendo de la forma que se está haciendo. Según las previsiones de los analistas, 2023 cerrará con una inflación de 102%, en el escenario más optimista, y de 115%, en la proyección pesimista, más del doble la meta de 60% anual que fijó el Gobierno en la ley de Presupuesto.

Inflación de marzo: las causas del recalentamiento a 7%

En ACM estimaron que la inflación en marzo rondará 7,1%; en EconViews, C&T Asesores económicos y en el Centro de Estudios Orlando Ferreres también prevén que se ubique en torno a 7%, mientras que en Eco Go proyectan 6,9% .

Francisco Ritorto, economista de ACM, explicó que "marzo es un mes estacionalmente complicado. Históricamente suele ser más elevado que febrero, impulsado por aumentos en precios de los colegios (comienza el año escolar) e indumentaria (cambio de temporada)".

En Eco Go señalaron que "los productos regulados impulsan el indicador general del mes al alza, destacándose los aumentos en Combustibles (3,8%), Tarifas de Subte (38%), Colegios Privados (16,38%), Prepagas (7,66% para aquellos que cuenten con ingresos mayores a seis salarios mínimos o no hayan completado el formulario y 5,04%, en caso contrario), Tarifas de tren y colectivo (6%, equivalente a la inflación de enero), Tarifas de Gas (13% en promedio), Agua (15,7% promedio, según nuestras estimaciones), Telefonía, Cable e Internet y taxis (30%), entre otros.

Pese a la renovación del programa Precios Justos, el rubro alimentos en febrero lideró las subas del mes al trepar 9,8% y en marzo otra vez ese sector se ubicará por arriba del índice general de inflación.

En base a su relevamiento con datos a la primera quincena de mes, en Eco Go calcularon que "la inflación de alimentos consumidos en el hogar en marzo treparía a 7,4%", con lo que acumularía en lo que va del año un incremento de 21,7%, y la tasa interanual alcanzaría a 100,9%.

A su vez, Camila Antequera, economista de la consultora de Orlando Ferreres, comentó que "el rubro de alimentos, si bien se ha desacelerado levemente respecto a lo observado en las primeras semanas de febrero, continúa con fuertes incrementos y acumula sólo en las dos primeras semanas un incremento del 4,8% mensual".

Asimismo, un informe de la consultora LCG sostuvo que en materia de alimentos "el protagonista de febrero fue la carne (que representa 9% del IPC) con un aumento del 21% mensual, acelerando más de 17 puntos porcentuales respecto a enero".

"Se trata de la recomposición de precios a raíz del atraso que se había generado hacia finales de año cuando, por efecto de la sequía, se adelantó la liquidación de cabezas moderando la escalada de precios. Pero vale decir, que aun con esta recomposición de precios, todavía queda un sendero por recorrer: 8,5%, según el Relevamiento de Precios de LCG", indicó.

Inflación: ¿por qué proyectan un piso inflacionario de 6% para el resto del año?

La aceleración de la inflación núcleo en febrero a 7,7% (el mayor guarismo desde que se lanzó el IPC Nacional en 2017) encendió la alarma sobre la inercia inflacionaria hacia adelante, y de hecho, ante ese dato, en el mercado esperan que el BCRA suba la tasa de interés esta semana para evitar una mayor espiralización y desalentar que los pesos se vayan al dólar.

Isaías Marini, economista de EconViews, proyectó hacia adelante "un ritmo promedio de 6.5%" mensual. Y planteó que "la sequía privará a la economía de dólares y ello decantará en una suba de los dólares financieros con su posible traslado a precios".

"Las expectativas corren el riesgo de empeorarse y dar lugar a aumentos de precios precautorios, y la emisión que se viene -por asistencia al Tesoro, intervención indirecta y pago de intereses- le pone un piso a la inflación de cara a los próximos meses", alegó.

En sintonía, Sebastián Menescaldi, director de Eco Go, prevé un ritmo de inflación "de entre 6 y 6,5% mensual en lo que resta del año, porque no hay expectativa de que el BCRA logre estabilizar la economía, conseguir dólares y emitir menos".

"Va a seguir la inercia inflacionaria y probablemente haya alguna corrida contra los tipos de cambio financiero, porque las empresas que no puedan comprar dólares en el MULC (Mercado Único y Libre de Cambio) deban hacerlo con la plata propia y van a ir al financiero. Eso van a hacer saltar la brecha, por lo que no creo que la inflación logre bajar", fundamentó.

Asimismo, Antequera contó que "debido al contexto actual y a los aumentos de tarifas de los próximos meses, esperamos un piso cercano al 6% mensual. Y sostuvo que el avance en la quita de subsidios que reclamó el FMI en la última revisión del acuerdo "indudablemente le agrega presión a los precios y dificulta el intento del Gobierno de desacelerar la inflación".

Por su parte, la economista Natalia Motyl espera "para los próximos meses una inflación mensual de entre el 6,5 y 7%, fundamentalmente por la caída de la demanda del peso debido a la agudización de crisis de confianza por factores internacionales y locales, sumado a los efectos de la política monetaria expansiva desde 2020".

"Asimismo, los cuellos de botellas autogenerados por el Gobierno ante la falta de divisas para importar insumos anticipa una caída de la oferta que provocaría un alza de precios sobre varios rubros del IPC", añadió.

De igual diagnóstico, la consultora Ecolatina afirmó que "hacia adelante, distintos factores seguirán presionando sobre una inercia inflacionaria difícil de desarmar en el corto plazo".

Entre ellos, mencionó: “ El impacto de la sequía sobre el precio de algunos alimentos; margen para un mayor traslado al consumidor del ajuste en los precios de la hacienda vacuna; la dinámica de los ajustes salariales en un año de elecciones; los incrementos pendientes en las tarifas de servicios públicos; un crawling peg cambiario más alineado con la inflación; las restricciones sobre las importaciones y tensiones sobre la brecha y las expectativas de devaluación en medio de la transición electoral”.

¿Por qué Massa fracasó en controlar la inflación?

Para Menescaldi, Massa "está queriendo coordinar precios entregando zanahorias", en alusión al compromiso de que las empresas que están en el plan Precios Justos podrán acceder a los dólares en el MULC para importar.

"Massa te puede prometer el oro y el moro, pero no lo tiene, entonces hay un momento en que (las empresas) hacen la cuenta y estiman cuánto es la probabilidad de que te aprueben la SIRA o no. A partir de ahí, empiezan a recalcular los precios, y poner la rentabilidad que necesitan para mantener su negocio", destacó.

El economista juzgó que "era un esquema muy voluntarista pensar que iba a bajar la inflación sino corregís todo el resto, si seguís con el lío fiscal y con los grandes problemas cambiarios, perdés dólares todos los meses y continuas emitiendo pesos, sea porque tenes que pagar los intereses de las Leliqs, o para comprar deuda".

"Con todo eso detrás, Massa no logra anclar expectativas, y en un contexto donde hay una brutal sequía, y es un año electoral, eso son dos factores que no ayudan", subrayó. Así, en Eco Go estiman una inflación anual de 105,1% (el cálculo es hasta noviembre, antes del recambio de Gobierno).

A su vez, Marini opinó que el plan Massa estaba "destinado al fracaso: los múltiples acuerdos de precios tienen un efecto muy limitado y la desaceleración del consumo ya no está ayudando a la vista de la profundización de los desequilibrios macroeconómicos; el cisne negro de la sequía complicará aún más las cosas".

El economista comentó que, tras el dato de inflación de febrero, en EconViews "ajustamos al alza nuestra proyección inflacionaria anual a 115%, pero en un contexto tan volátil, el riesgo es considerable de que termine por arriba".

Por su parte, Antequera consideró que "el intento de Massa fracasó porque los controles de precios no solucionan el problema inflacionario; en todo caso, sólo permiten atrasar temporalmente los incrementos de valores de algunos productos puntuales". En ese marco, en Ferreres proyectan que la inflación a fin de año alcance a 110%.

Para Motyl, "el plan Massa fracasó porque el diagnóstico estaba completamente errado y se adjudicó una multicausalidad en la inflación que terminó por llevar a soluciones equívocas como lo son el control de precios".

“No se diferenció entre cambio en precios relativos por shock exógeno que significó la guerra e inflación, que es pérdida de poder adquisitivo de la moneda por emisión pasada, presente y futura. Más allá de que no se está emitiendo para financiar al Tesoro,  si lo están haciendo para pagar intereses de pases y Leliqs. Eso genera expansión monetaria que termina impactando sobre el valor de la moneda”, cuestionó.

Al respecto, el analista financiero Christian Buteler afirmó que “uno de los motivos por los cuales Massa viene fracasando en ordenar la inflación son los pesos emitidos para el dólar soja que terminó acelerando la inflación”.

Inflación: ¿cuál es la receta para bajarla?

Antequera aseguró que "la inflación es un problema monetario y hasta que no haya un programa económico que ataque las causas de la emisión, no se va a solucionar".

Según Menescaldi, "Massa lo que tendría que haber hecho es armar un plan económico integral. El problema es que no hay respaldo político para llevar eso a cabo, no tiene herramientas para poder bajar la inflación, sólo puede poner parches y pensar que no suba la fiebre".

Marini dijo que "no hay recetas simples para bajar la inflación y en 2023 la batalla ya está perdida, pero una próxima administración deberá diseñar un plan de estabilización integral que combine políticas ortodoxas (con ajuste de precios relativos y fuerte reducción del gasto) junto a otras de carácter más heterodoxo (políticas de ingreso) que apunten a reducir la inercia". Pero advirtió que aún así puede fallar. "Para que funcione, el plan y sus orquestadores necesariamente deben generar algo que falta hoy en día: confianza", indicó.

Para Ritorto, "no hay receta que permita bajar la inflación en 3 meses, pero sí podría aplicarse en el corto plazo una política monetaria más restrictiva", y agregó que "una suba de tasas esta semana sería una buena señal en ese sentido".

Fuente: Iprofesional

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