Sergio Massa bajo la lupa

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Los bombazos económicos que no paran de explotar en la cara del ministro de Economía, Sergio Massa, con la revelación de cada nueva medición del INDEC, bajan sus acciones como posible candidato presidencial del Frente de Todos. Y con las chances de él, también las del oficialismo en su conjunto. Aunque el panorama es oscuro en el horizonte, con una crisis que se acrecienta al ritmo de la inflación, en las diferentes tribus peronistas todavía no dan por tierra el proyecto presidencial del tigrense; aunque, admiten que, como la moneda, está devaluado.

Antes de sus aspiraciones primero fue enterrada la esperanza de que, como prometió, la inflación de marzo tuviera un 3 adelante y que esa cifra, alta en cualquier otro país del mundo, en la Argentina le permitiría catapultar la candidatura única de Massa para pelear contra Juntos por el Cambio la presidencia. La suba de precios de de ese mes, estiman las consultoras privadas, terminará siendo cerca del doble del techo que se había fijado el ministro.

Como antecedentes inmediatos para el mal augurio figuran el 6,8% de inflación de febrero, sumado al palazo que significó para el oficialismo el dato de pobreza del segundo semestre de 2020, que llegó al 39,2%, y que implica en 18 millones de personas en situación de pobreza con la economía creciendo y el desempleo bajando. Es un cocktel que pone seriamente en riesgo el respaldo que el tigrense supo conseguir meses atrás por parte de un sector del kirchnerismo y del peronismo que veían en su figura el salvavidas que impidiera el naufragio del FdT. Massa, por entonces, se autopercibió como "el plomero del Titanic". Este viernes, el senador cristinista Oscar Parrilli apeló como metáfora a mismo barco que terminó en el fondo del océano.

A pesar del viento en contra, nada está cerrado aún respecto de su eventual candidatura, una postulación que incluso el propio Massa evita alimentar. Con estos números sobre la mesa, un sector del Frente Renovador insiste en que, por falta de alternativas, será él quien encarne al peronismo para competir en la próxima elección; aún pese a los magros resultados respecto de lo que más importa al electorado a la hora de votar: la plata en el bolsillo.

Pero no sólo el massismo mantiene una luz de esperanza. Aquellos sectores del kirchnerismo que lo soñaron como un posible candidato que unifique a todas las tribus en guerra constante, una síntesis societaria del FdT, tampoco todavía quieren darlo por descartado a un 100%. Apenas deslizan que tiene hoy menos chances que antes, cuando la inflación de noviembre de 2021 dio un 4,9%, la más baja desde el mes de marzo.

En la gobernación bonaerense, en los despachos contiguos al de Axel Kicillof, no dan por muerto el proyecto Massa 2023, pero coinciden en que está “desinflado”. “Sergio era una opción clara hace unos meses, pero estos resultados económicos complican muchísimo sus chances. La opción no está tampoco del todo descartada, todavía todo puede ser”, afirmó  un funcionario de trato constante con el gobernador.

La lectura surge de un prisma subjetivo: Kicillof necesita de alguien que se inmole en la elección nacional para no tener que ser él quien vaya a dar esa pelea. Según explican en La Plata, al gobernador le alcanza con un candidato presidencial que no mida en la provincia de Buenos Aires menos que él, a lo sumo dos o tres puntos por debajo, detallan. Con esos guarismos, su reelección estaría garantizada en un distrito que, sin ballottage, se gana por un voto.

Tampoco quieren enterrar a Massa en La Cámpora, que había visto con agrado la posibilidad de que el ministro ordenara el FdT bajo su candidatura, con el aval y el respaldo de Cristina Fernández de Kirchner. Las medidas de resguardo al ministro salieron a la luz cuando el cristinismo hizo enormes esfuerzos para despegarlo de las últimas críticas que la agrupación que conduce Máximo Kirchner lanzó al Fondo Monetario Internacional.

Los malos resultados económicos, por los que el PJ bonaerense manifestó por escrito su “preocupación” el pasado viernes tras una nueva reunión del Consejo del Partido, con el plus de un renovado pedido por una suma fija, desplazaron a Massa de la mesa del laboratorio electoral kirchnerista para enfocarse más en una posible candidatura del ministro del Interior Wado de Pedro, que levantó el perfil las últimas semanas, y en insistir con Kicillof como Plan B de Kicillof. Y sin perder aún del todo la esperanza de una candidatura de CFK.

FUENTE: LETRAP.COM

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