Mauricio Macri juega libre en Córdoba para calmar su desilusión con De Loredo

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Mauricio Macri canalizó hacia la figura de Rodrigo de Loredo su frustración por el desenlace de la interna de Juntos por el Cambio (JxC) en Córdoba, que terminó con la proclamación de la candidatura a la gobernación de Luis Juez, cuyo perfil de candidato el expresidente no compra.

No está claro aún como materializará su reacción ante el incumplimiento de la promesa de competir en internas que le hizo el diputado de Evolución radical, alentado por un influyente de la mesa chica amarilla y nexo entre las partes, Darío Nieto, en la oficina porteña decorada con un retrato a gran escala de Nelson Mandela.
Lo que Macri sí dejó entrever en sus intervenciones públicas y privadas es que se arremangará para que su partido, el PRO, resulte empoderado en esta nueva etapa de reparto del poder. El primer botón de muestra fue su intervención en las negociaciones por la sucesión de Horacio Rodríguez Larreta; el segundo, el bochazo público al acuerdo político de JxC, en una plaza clave como esta provincia. El más reciente: bancó en Neuquén al sector del PRO que rompió con la coalición.
En Córdoba, la unidad de JxC se celebra en el plano provincial, aunque se demora la rúbrica de la alianza. Varios factores conspiran y los testimonios explicativos son disímiles. Hay quienes desdramatizan la situación al advertir que hay tiempo para la formalidad hasta el 26 de abril. En algunos casos, disparan a los dimes y diretes del radicalismo. Quienes están más impacientes culpan a De Loredo y su silencio característico sobre su futuro. En otros, a la ambición del diputado Mario Negri, que quiere a su adalid, Marcos Carasso, como “vice” de Juez; a su hijo, Juan Negri, como candidato a intendente de la Capital y para él, la cabeza de la lista para la Cámara de Diputados. ¿Exageración retórica o realidad?Son momentos de rosca intensa con un agravante: la situación en la Capital sigue sin resolverse, aunque las apuestas de esta semana indicaban que De Loredo aceptaría acompañar a Juez en la fórmula por el Panal. En el PRO, la estrategia que se cocina es reactiva. “JxC no va a ser una síntesis del radicalismo”, prenden la mecha.
El síntoma de la tensión quedó expuesto cuando la precandidata a intendenta amarilla, Soher El Sukaria, se mostró con la presidenta de la Coalición Cívica de Córdoba, Leonor Martínez Villada; y el alma máter del espacio, Gregorio Hernández Maqueda. En el epígrafe de la foto sugirieron que cerraron filas. La respuesta era previsible porque, antes, De Loredo y Negri (hijo), pasearon un acuerdo electoral del que el segundo no duda ni por un segundo; aunque el macrismo le dice bajito: “Rodrigo nos llamó antes para avisarnos que iba a salir esa foto”. El negrismo se mofa: “Elisa Carrió y Mario Negri tienen una sociedad política y una amistad inquebrantable. Parte de ese acuerdo es la banca en la Legislatura”.

La situación fue escalando en el transcurso de la semana al calor de las especulaciones. Si De Loredo y Juan Negri efectivamente cerraron un acuerdo con base en la competitividad electoral, la posibilidad de una fórmula radical pura no puede descartarse. El problema que ni en el PRO ni en la UCR descartan por estas horas el plan de la doble candidatura del evolucionista, es decir, presentarse en la ronda provincial para al mes siguiente (o cuando el intendente Martín Llaryora convoque) pelear por el gobierno de la Capital, donde es fuerte.

La versión circulante tuvo su correlato práctico en el Concejo Deliberante. En el deprimente edificio legislativo de la ciudad, radicales de diferentes núcleos fracasaron en la elaboración de un recurso judicial contra la modificación del Código Electoral que aprobó el bloque de Hacemos por Córdoba, después de los oficios de la frentetodista Olga Riutort, y prohibió las candidaturas testimoniales. Mestristas, negristas y macristas coincidían en plantear la ilegalidad de la aprobación de la enmienda (se hizo en sesión especial); mientras que el deloredista Esteban Bria insistía en avanzar contra la cuestión de fondo. Parece que la pulseada fue ganada por los primeros y se presentaría esta semana bajo el argumento de que es una “vía rápida”.

El aviso
El Sukaria no se baja de la pelea por la intendencia capitalina. Tampoco el presidente del PRO, Javier Pretto, quien aguarda que su compañero de fórmula, el defensor del Pueblo, Mario Decara, vuelva al ruedo político apenas confirme su salida del organismo. Como el manual de JxC indica, habrá presiones del macrismo para no firmar la alianza en la Capital hasta que no se resuelva un método de selección de postulantes. También, deslizan el pedido de la interna.

El dueto de aspirantes del partido fundado en Buenos Aires observa cómo sus posibilidades se reducen. Si De Loredo no es el compañero de Juez, la UCR pedirá el renglón; pero si es candidato a intendente, también lo hará. Para colmo de males, Juan Negri no hace promesas que mantengan la expectativa amarilla. A su tropa le plantea que toda la fórmula tiene que ser competitiva, independientemente de la extracción partidaria. “El dedo no va más. Si se van, que lo expliquen”, dicen en las canteras negristas.

El Sukaria saca a relucir el triplete: apoyan su aspiración el ahora peligroso Macri, Larreta y María Eugenia Vidal, pero también es cierto que el PRO local no está unificado y adopta criterios de resolución distintos según la cara del cliente. Así sucedió en Río Tercero, donde le sacaron el sello al macrista a cargo del circuito por enfrentar al intendente deloredista, Marcos Ferrer.

Otra vez, todo el mundo a la espera de De Loredo para aplacar los ánimos y dar certidumbre a una alianza que tensiona por abajo y empieza a crujir en varios municipios del interior.

 

 

Con Información de Letra P, sobre una nota de Yanina Passero

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