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"¡No, no, todavía no es un acto de campaña. Él, oficialmente, aún no es candidato”, advierten con picardía en la mesa chica que rodea al diputado del peronismo Roberto Mirabella cuando cuentan que, a fines de la semana próxima, presentará un libro de su autoría llamado Defendamos Santa Fe. Sin embargo, por si quedan dudas de que Mirabella es el elegido por Omar Perotti para sucederlo en la conducción de la Casa Gris, el gobernador le escribió el prólogo de la obra.

Con el libro bajo el brazo, el legislador nacional va a recorrer varias ciudades de la provincia. Se trata de una especie de carreteo, antes de largar la campaña formal. A fuego bajito pero constante, no quieren apurar los tiempos para no cansar al electorado, pero sienten que tampoco pueden dejarse estar. Tienen que marcar presencia. En cada uno de los eventos, se rodeará de la dirigencia local de Hacemos Santa Fe, la escudería perottista para tallar en el PJ provincial. Quieren mostrar territorialidad pero sobre todo la promesa de continuidad de la gestión. Y ese es el argumento principal del escrito, que está recién salido de la imprenta.
“No es una autobiografía, apunta a mostrar la visión política que tiene Mirabella sobre el modelo de crecimiento y de desarrollo productivo que necesita la provincia y que coincide con la mirada de Perotti”, cuentan asesores y describen, sin decirlo, un programa de gobierno. El título elegido adelanta que en las páginas habrá una perspectiva federal, en la que se prioriza el terruño por sobre la mirada porteña y que se va a colar el enfrentamiento con la Casa Rosada que tuvo momentos calientes a principios de año. La ronda de presentaciones se iniciará en la ciudad de Santa Fe, con horario y lugar a confirmar, pero se estima que será entre jueves y viernes próximos.
Luego, será el turno de Rosario y allí Mirabella estará escoltado por el secretario de Turismo de la provincia, Alejandro Grandinetti, que tendrá un rol fundamental: el exmassista es la apuesta del espacio para competir por la intendencia de esa ciudad. En su elección, gravitaron dos variables. Por un lado, que iniciada la pandemia en marzo del 2020, el experiodista se convirtió en uno de los voceros de la emergencia. Con un perfil multifacético, ayudó a optimizar la comunicación durante los meses críticos del Covid 19. Perotti vio lealtad y lo sumó a su armado político.
Pero además, como factor externo, pesan mucho las indefiniciones de Marcelo Lewandowski. Meses atrás, si el senador nacional hubiera decidido presentarse como precandidato a la intendencia rosarina, el acuerdo con el perottismo hubiera sido una posibilidad. Sin embargo, a casi un mes del cierre de listas, Lewandowski acumula expectativas pero no revela su jugada. Se mueve como postulante en el ámbito público y coquetea con llegar a la Casa Gris: “No podemos quedarnos sentados esperando que se decida, ya no hay tiempo. ¿Y si a último momento decide ir a interna contra Mirabella? Nos quedamos sin una candidatura potente para Rosario”, preguntan y responden desde el equipo del diputado. La orden llega de arriba y es clara, no son una corriente interna más, son la del oficialismo y hay que salir a marcar la cancha.

Con información de Letra P, sobre una nota de Gabriela Albanesi y Pablo Fornero

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