Bullrich pone a Larreta entre la espada y la pared por su juego con Schiaretti

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La presidenta del PRO en uso de licencia, Patricia Bullrich, mira con preocupación el juego que propone Juan Schiaretti a su rival interno por la candidatura presidencial, Horacio Rodríguez Larreta. El gobernador de Córdoba habla de un “frente de frentes”, mientras sus espadas en el Congreso le imprimen un carácter de “posibilidad” a un gran acuerdo transversal. El jefe de gobierno porteño no rechaza la pelota. Coincide, aunque ratifica su apoyo a Luis Juez con la efusiva aclaración de que Juntos por el Cambio (JxC) debe ganar la provincia el 25 de junio.

Bullrich no descarta que se trate de una estrategia para desarticularla. Registra como antecedente inmediato los avales para el ingreso del liberal José Espert a la coalición opositora. Si bien la regla escrita impone que el 100% de los integrantes de la Mesa deben aprobar la incorporación de nuevos socios, alerta sobre el mecanismo de “obviar” el acuerdo con el recurso del compañero o compañera de fórmula que habilita el ingreso rápido de extrapartidarios. Ocurrió con el peronista Miguel Ángel Pichetto. ¿Podría repetirse con Larreta y Schiaretti si hay avances antes de las PASO? Bullrich no descarta nada. Y apura.
Es por eso que, en Córdoba, las recientes declaraciones de quien fuera el presidente del PRO Córdoba, Javier Pretto, servirán de insumo a los adláteres Bullrich para ejercer presión sobre el larretismo en este cuerpo a cuerpo por el voto amarillo.


En su raid mediático, el flamante compañero de fórmula municipal del peronista Daniel Passerini, aseguró que Hacemos Unidos por Córdoba y JxC terminarán trabajando para la candidatura presidencial de Larreta. Enumeró afinidades, puntos de vista en común y colocó al libertario Javier Milei como un factor a contener por el arco político.

“¿Cómo puede ser que Pretto diga lo que dice y Larreta no se desvincule?”, disparan fuentes de la línea “halcón” del PRO. La estrategia es clara: quieren presentar esta anuencia indirecta como otro ejemplo más de las versiones de danza conjunta entre el jefe del peronismo cordobés y el alcalde porteño, y que anticipó durante la cobertura del cierre de listas de candidatos.

Los operadores de Larreta fueron enfáticos cuando se conoció la decisión de Pretto de engordar las filas de la coalición que encabeza Llaryora. “Si se va que renuncie al partido; se va con las manos vacías”, vociferaban, mientras contenían los recién nacidos rumores de diálogos cruzados, a través del operador Guillermo Seita, entre los presidenciables.

En la disertación de la Bolsa de Comercio del viernes pasado, Larreta encasilló como un caso aislado el pase de Pretto. Pero Bullrich no se conforma, sabe que este guiño es esperado por la dirigencia, en especial, por Juez.

Los patricios insisten con que Larreta debe ser más enfático y no puede permitir a Pretto que continúe haciendo terrorismo interno, a favor del peronismo cordobesista. Exponen que sigue siendo afiliado, pero mientras se sustancia el proceso burocrático de expulsión que sería la semana que viene, utiliza su “pertenencia” al PRO para hacer declaraciones funcionales al propósito de la coalición cordobesista que no cesa en su presión para sumar dirigentes del campamente opositor.

Desde ese campamento intentan forzar un estilo que no le queda cómodo a Larreta, pero que va más allá de la compulsa provincial y la necesidad de controlar daños de los desmembramientos aliancistas.

El presidenciable del PRO evita la confrontación directa, incluso con el riesgo de quedar expuesto ante sus socios. Como fue evidente que Rodrigo de Loredo está dispuesto a valerse de todos los recursos para ganar la Municipalidad de Córdoba y trajo a escena al tan querido como resistido Mauricio Macri, Larreta fue el único orador que eligió no pasar facturas a los exsocios que cruzaron al peronismo cordobesista.

Es evidente que los presidenciables tienen que hacerse fuertes en Córdoba como peldaño inevitable rumbo a una PASO. El problema es que Schiaretti se vuelve un actor inevitable y el cierre de listas nacionales, horas antes del domingo electoral provincial, invita a pensar que para los amarillos será muy difícil mantener la línea divisoria de aguas entre sus compromisos locales y sus ambiciones políticas.

Con informacion de Letra P, sobre una nota de Yanina Passero.

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