Horacio Rodríguez Larreta pisa la pelota y prepara un contragolpe post 24-J

El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, tiene a su guardia pretoriana preparada a la espera del cierre de listas, para comenzar el contraataque en la caldeada interna del PRO que protagoniza con Patricia Bullrich. Ambos juegan a fondos de cara al cierre de listas del 24 de junio, pero con estrategias distintas: ella, con la ofensiva total; él resiste hasta que pase el temporal para luego contraatacar.

Bullrich espera consolidar una “ola de adhesiones” a su candidatura en las próximas tres semanas. Busca construir una tendencia sobre la base de encuestas y apoyos explícitos de dirigentes para sumar peso del PRO y de la UCR a su boleta presidencial.
“Cada vez son más los intendentes que ven que en sus distritos Patricia mide mucho más que Horacio y por eso nos buscan”, dijo uno de los armadores de la exministra de Seguridad. Esa misma explicación llega a las oficinas de campaña del jefe de Gobierno. “La ola es imparable”, fue la frase con la que esta semana un legislador en fuga le comunicó al larretismo su cambio de bando.

Montada al ataque, Bullrich buscará este fin de semana abroquelar nuevos apoyos radicales y uno en particular del PRO, el del intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro. Mientras, intenta seducir al titular de la UCR bonaerense, el diputado bonaerense Maximiliano Abad, a quien quiere sumar a sus filas vía el Grupo Malbec, el espacio donde confluyen figuras que están en contra de la conducción de Gerardo Morales y que tienen como valuartes a la senadora Carolina Losada y a sus pares de la Cámara alta Luis Naidenoff y Alfredo Cornejo, entre otros.
Cerca de Larreta siguen minuciosamente los movimientos de su adversaria y no se confían, pero están convencidos de que luego del cierre de listas el panorama será otro porque el jefe de Gobierno iniciará su campaña a toda máquina. “Nuestro juego es esperar. Ser tiempistas. Bullrich ya sacó todo a la cancha, nosotros no mostramos ni el 10%”, destacó a este medio uno de los estrategas del alcalde.
En las oficinas de calle Olazábal ya terminaron de definir cada paso de la campaña hasta las primarias, en la que Larreta “será más asertivo y claro” para explicar cuál será el tono de su gobierno de resultar electo. Reconocen que en ese aspecto Bullrich le sacó algo de ventaja: “Ella dice que su gestión va a caracterizarse por el ‘orden’ y con eso define su campaña”, manifiestan.

Ese cambio implicará la designación –más adelante– de un jefe de campaña. Larreta ya eligió, pero guarda su nombre bajo siete lleves; será alguien más político que técnico, con astucia para oficiar de vocero y repeler los embates del team halcón. “No nos puede volver a pasar que salga un cuatro de copas como (Joaquín) de la Torre a pedir que Larreta se baje de su campaña y haya silencio de radio”, consideró la misma fuente.

La necesidad de tener un jefe de campaña con espalda y con la potestad de decirle “no” a cualquier tipo de capricho del alcalde responde también al resultado que arrojan las encuestas presenciales que confecciona cada 15 días el secretario de Comunicación, Contenidos y Participación Ciudadana, Federico Di Benedetto. En esos sondeos, que tienen un muestreo de 4.000 casos, Larreta está entre cuatro y ocho puntos encima de Bullrich.

El operativo aguantar hasta el cierre de listas que tiene en marcha Larreta tiene un mojón clave: la definición del candidato en la Ciudad, entre los ministros Jorge Macri (Gobierno) y Fernán Quirós(Salud). En Uspallta, como en Olazábal, tienen la certeza de que el exintendente de Vincete López quedará designado para subirse al ring electoral contra el senador Martin Lousteau, pero quieren negociar ciertos términos de ese acuerdo, parte de la pelea de fondo con el expresidente Mauricio Macri.

Con informacion de Letra P, sobre una nota de Gonzalo Prado.