Axel Kicillof, en Wadoneta rumbo a la reelección

En el campo van a cazar peludos con un balde de agua. El asunto es inundar la cueva para que el animal salga y agarrarlo. El éxito requiere de un manotazo rápido, certero y firme: si el bicho logra apoyar sus garras en las paredes de la cueva, entonces no habrá cristiano que pueda sacarlo tirando de la cola. Hace mucho tiempo que Axel Kicillof viene resistiendo una inundación digitada del refugio en que ha convertido a la provincia de Buenos Aires, donde quiere quedarse hasta 2027. Aunque lluvioso como aquel de 1810, este 25 de mayo le trajo alivio al gobernador, que empieza a disfrutar viendo cómo escampa. La wadoneta en marcha parece despejarle el horizonte de obstáculos en su camino a competir por la reelección.

El plan “Axel para arriba” tambalea más que nunca con el lanzamiento de Eduardo de Pedro. El spot audiovisual y la cartelería callejera desplegada no tienen nada de bonaerense y con el ministro de Interior -una de las figuras más cristinistas, junto a Axel y a Máximo Kirchner- se cumple con la cuota K en una fórmula presidencial que eventualmente pudiera completarse con Sergio Massa. De Pedro–Massa o Massa–De Pedro… como fuere, Kicillof no tendría lugar allí.
La última versión de un corrimiento de Kicillof a la competencia nacional estipulaba un enroque con Wado, que se convertiría en candidato a gobernador. No ha lugar, sentencia la foto política del momento y respiran en La Plata.

En el Frente de Todos florecen las candidaturas presidenciales, pero ninguna enamora lo suficiente como para imponerse al resto. Es el éxito de la fidelización de la pertenencia a la familia kirchnerista lo que venía condenando a Kicillof; un oxímoron.
Más allá de segundas intenciones, el pedido de mandar al gobernador a competir por la presidencia tenía –tiene– argumentaciones estadísticas. Todos los sondeos reflejan que es quien mejor retiene el voto de CFK y supera al resto de los presidenciables de Todos. Una encuesta presencial nacional de 2000 casos del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) para medir cómo se repartiría el voto de la coalición oficialista arrojó que el gobernador se quedaría con el 40% de los apoyos, muy por encima de Wado de Pedro (17,2%), Sergio Massa, (16,1%), Daniel Scioli (6,8%), Juan Grabois (6,2%) y Jorge Capitanich (3,2%).
La rapidez con la que De Pedro saltó a la cancha luego del discurso de CFK en la plaza desnuda la estrategia, pues no hay tiempo material para confeccionar la pieza audiovisual e imprimir los afiches. El razonamiento obliga a repasar el movimiento que cinco días antes había hecho Kicillof con la instalación de gigantografías postulándose a la reelección, “Axel 2023. Gobernador”. En algún sector del cristinismo se escuchó la crítica: “Se apuró”. ¿Se apuró? Es impensable una jugada de esas sin la venia de Cristina. Por las dudas, el jefe de Asesores y mano derecha del gobernador, Carlos Bianco, replicó en sus redes sociales la campaña con un “Vamos”.

Otra vez Bianco, el hombre del Clio, el elegido para comandar el Gabinete en el arranque de la gestión, el que habla por Axel: “Wado sería un excelente candidato” a la presidencia, dijo este viernes montándose al incipiente operativo clamor K por el ministro del que también participó el senador Oscar Parrilli.

Este sábado, el neuquino pronunció palabras que son música para los oídos del gobernador. Dijo: “Hay expectativas en algunos de que Kicillof sea candidato (a presidente), pero creo que está cumpliendo bien sus funciones en la provincia de Buenos Aires”.

El lanzamiento de Wado de Pedro comienza a mostrar la estrategia que pergeña el kirchnerismo para la pelea electoral de este año y esta incluye a Kicillof en el rol que siempre quiso ocupar, el de gobernador del principal distrito electoral. El camino que inició a finales de 2021 con el lanzamiento del plan 6x6 que se extendía hasta 2027, siguió con la toma del bastón de mariscal que propuso Cristina, se reforzó con sus propias declaraciones cuando dijo que era “natural” que buscara otro mandado y con la cartelería callejera que rubricó sus aspiraciones seguirá su rumbo.

Y Axel va. Dejó el Clio y montado a la Wadoneta marcha camino a competir por la reelección.

Con informacion de Letra P, sobre una nota de Kevin Cavo.