Sergio Massa presidente: clamor en Buenos Aires y rosca en China

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En Buenos Aires, el Frente Renovador volvió a calentar motores. Cuando su nombre parecía descartado de la carrera presidencial, y la atención mediática se posaba sobre el intento de Eduardo Wado de Pedro de darle volumen a su posible candidatura, escoltado por Máximo Kirchner, del otro lado del mundo, Sergio Massa anotaba puntos decisivos sobre el final del partido para volver a meterse en la pelea.

“Seamos responsables, consigamos cosas para Argentina y dejemos de pelotudear con las internas”, fue el mensaje que bajó Massa durante su visita a China, de la que volvió con el anuncio de la ampliación del swap, que incluye cinco mil millones de dólares de libre disponibilidad.


Aunque en público evitó referirse a su eventual candidatura, Massa no esquivó el tema en privado, en las conversaciones que mantuvo con dirigentes en China y otros que siguieron la gira desde Buenos Aires y que buscaron indagar sobre su futuro. “Está convencido de que va a ser él”, apuntó un hombre que dialogó con el ministro a 20 mil kilómetros de distancia.


La próxima semana será decisiva. Massa y Kirchner llegarán a Buenos Aires este domingo con las novedades políticas que esperan sus tropas. El ministro de Economía tiene por delante días clave para su carrera. Tras el anuncio sobre el swap con China, resta el cierre del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que adelantaría desembolsos por unos 10 mil millones de dólares. Si todo sale como espera, Massa viajaría el 12 de junio a Washington para firmar.


Antes, el sábado 10, el ministro hablará en el cierre del congreso nacional del Frente Renovador, que se celebrará en el estadio Direct TV de Malvinas Argentinas. El lugar tiene capacidad para albergar unas 12 mil personas. El massismo buscará colmarlo con un grueso de dirigentes de la provincia de Buenos Aires y representantes de las provincias. Los organizadores definieron en las últimas horas que instalarán pantallas afuera del estadio.


El discurso de Massa está previsto para las 17. A la espera de la llegada del ministro desde China, la plana mayor del Frente Renovador se ilusiona con que el cierre sea un lanzamiento de candidatura presidencial. Para entonces, Massa probablemente ya sabrá el resultado de las negociaciones con el Fondo.

En el massismo admiten que el futuro electoral depende de ese acuerdo. “Si no consigue la plata, no puede ser candidato”, simplifica un dirigente que trabaja en la planificación del viaje. La esperanza está intacta. Cerca del ministro confían en que el desembolso anticipado ya está acordado. Todavía resta saber el monto. El Frente Renovador y el cristinismo coinciden en que el viaje a China y la fecha del anuncio sobre el swap son herramientas que sirven de presión a Estados Unidos en la negociación con el FMI, en el marco de la guerra geopolítica entre las dos potencias.

En la recta final, Massa está “haciendo todo para ser” candidato y cerca de Cristina Fernández de Kirchner admiten que el ministro no está descartado aunque en los últimos días hayan apostado a la instalación de De Pedro. Resta tiempo para cerrar un acuerdo y una fórmula compartida.

Por lo pronto, el viaje a China también fue la presentación formal y pública de la dupla Massa-Kirchner, que comenzó a operar de manera silenciosa desde hace siete años. Fue Cristina quien le dio status de sociedad política cuando mencionó, en la entrevista que le dio a C5N, que Kirchner y De Pedro fueron los responsables de tejer el acuerdo político con Massa durante los primeros años del macrismo.

Las conversaciones entre los tres comenzaron en 2016, en el campo del ministro del Interior, en Mercedes. La futura sociedad tuvo una primera muestra pública a fines de 2018, cuando el peronismo se unió en Diputados para arrebatarle al macrismo una silla en el Consejo de la Magistratura y se oficalizó en 2019, con el armado del FdT y el ordenamiento detrás de la candidatura presidencial de Alberto Fernández.

Massa y Kirchner mantuvieron el trabajo conjunto durante el gobierno de Fernández, pese a las diferencias que tuvieron en torno al acuerdo con el FMI. El ministro fue el encargado de juntar los votos para la aprobación del acuerdo en el Congreso, cuando el diputado y los dirigentes que le responden acordaron rechazarlo.

La decisión de Kirchner de acompañar al ministro a China es un gesto político significativo. Hacía más de dos décadas que el líder de La Cámpora no viajaba al exterior. De su visita a Beijing y a Shangai junto a Massa busca que quede registro de que el resultado es “un logro conjunto” de la sociedad política que forman como dirigentes de la nueva generación política destinada a tomar la posta, en palabras de Cristina.

Kirchner y la presidenta de la Cámara de Diputados, la massista Cecilia Moreau, se reunieron el viernes con el titular de la Asamblea Popular China, Zhao Leji, quien les adelantó que el gigante asiático impulsará el ingreso de la Argentina a los BRICS. Según contaron en el entorno del diputado, la reunión estaba destinada a durar 15 minutos, pero se extendió casi una hora.

La Asamblea Popular Nacional China es el órgano supremo dentro de las instituciones del Estado. Durante el encuentro, Zhao Leji recordó su visita a la Argentina, en mayo de 2015, mientras Cristina era presidenta. El dirigente chino le mandó saludos a la vicepresidenta a través de su hijo.

La convivencia en China, dicen, fue un éxito. Además de las actividades oficiales, Massa y Kirchner dedicaron tiempo al diseño electoral junto al vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos, amigo del presidente Fernández, pero desde hace tiempo enrolado en el proyecto presidencial del ministro. El viaje incluyó cenas conjuntas de camaradería.

A la distancia, Massa dejó trascender su malestar con la Casa Rosada por dos episodios. El primero fueron las declaraciones del presidente Luiz Inácio “Lula” Da Silva sobre la imposibilidad de avanzar en las negociaciones para que el banco de los BRICS financiara las exportaciones brasileñas a la Argentina. “No fue posible", dijo Lula durante una cumbre regional a la que asistió el presidente Fernández. Massa estaba a punto de reunirse en China con la titular del banco y expresidenta brasileña, Dilma Rousseff, y entendió que las declaraciones de Lula le arruinaban las gestiones. Llamó al Presidente para quejarse.

Desde la Casa Rosada le recordaron que fue Fernández quien le pidió a su amigo Lula que ayudara a la Argentina con el problema de la escasez de reservas. El brasileño llamó a Rousseff para pedirle el auxilio del banco de los BRICS a principios de mayo, delante de Fernández y de Massa. También remarcaron que fue el Presidente quien aceitó las relaciones con China durante su mandato, se reunió con el líder Xi Jinping para negociar la ampliación del swap y lo visitó en Beijing.

El otro punto de conflicto tuvo que ver con el lanzamiento de las candidaturas presidenciales de Agustín Rossi y de Daniel Scioli, alentadas por el Presidente en su intención de que el FdT dirima sus diferencias en las PASO.

En China, Massa insistió en su idea de que el oficialismo debe ir a las elecciones con un único candidato para evitar que los candidatos del FdT puedan quedar, de manera individual, terceros o cuartos en el recuento final de votos de las primarias. Rossi cree que el FdT debería tener una gran PASO y acordar reglas claras para armar una gran foto de unidad, el 13 de agosto a la noche. “Con un candidato no llegamos al 30 por ciento, con dos candidatos tampoco los pasamos. Con cuatro, estamos cerca del 35 por ciento”, dice el jefe de Gabinete.

Para el ministro de Economía eso generaría una fragilidad absoluta en la economía. En China, preguntó quién querría estar en sus zapatos al día siguiente de la elección para controlar lo que cree que podría ser una corrida financiera. Dice que la Casa Rosada juega con granadas en un gasoducto. “Los mercados de desacomodan cuando ganamos nosotros. No cuando perdemos”, replican los defensores de las PASO.

Mientras, Scioli anunció en las últimas horas que avanza en la búsqueda de avales para su candidatura y que llevará a Victoria Tolosa Paz como candidata en la provincia de Buenos Aires para competir contra Axel Kicillof. La aparición de la candidatura de la ministra de Desarrollo Social nació como una respuesta a los mensajes que dejó trascender el cristinismo sobre la boleta de Kicillof. “Axel no se comparte”, dijo Máximo Kirchner en la reunión que tuvo con intendentes de la primera y la tercera secciones electorales junto a De Pedro. Rossi también empezará a buscar avales esta semana. Necesita cerca de 36 mil.

Aunque De Pedro dijo en las últimas horas que “lo más probable” es que el FdT vaya a las primarias con más de una fórmula, las conversaciones sobre las reglas de convivencia de una eventual PASO todavía no existen. Mucho menos, sobre cómo se integrarían las listas nacionales, en caso de haber más de una. Cristina ya dejó en claro que quiere listas puras. En caso de derrota, no quiere que vuelva a suceder lo mismo que pasó durante el gobierno de Mauricio Macri, cuando diputados electos por el Frente para la Victoria abandonaron el bloque para negociar con Cambiemos. Aunque después hubo reconciliaciones, el cristinismo los sigue llamando “traidores”.

Para el cierre de las negociaciones falta el regreso de Massa, Kirchner y Olmos desde China. En el Instituto Patria tienden a coincidir con la mirada del ministro de Economía sobre la necesidad de tener un candidato único. Dicen que “un video en YouTube no es un candidato” y que habrá que ver qué apoyo político cosecha cada candidatura. Apoyos políticos no son avales.

Con informacion de Letra P.

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