El nuevo "súper ministro"

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La salida de Guillermo Ferraro como ministro de Infraestructura podría implicar de inmediato un cambio en el diseño general de gabinete. Ese barajar y dar de nuevo en el armado del equipo de gobierno tendría cartas favorables para el ministro de Economía Luis Caputo. Según trascendió este jueves por la noche, tras conocerse el pedido de renuncia de Javier Milei hacia su ministro, el Palacio de Hacienda absorberá todas las secretarías que integraban aquel organigrama, entre ellas Obras Públicas, Comunicaciones, Vivienda y Transporte.

El presidente decidió expulsar del gabinete a Ferraro, según trascendió, por supuestas filtraciones de información y declaraciones que involucraban al propio jefe de Estado, en medio de un clima espeso entre la Casa Rosada y los gobernadores por la negociación de la Ley Ómnibus en el Congreso. Un segundo capítulo del despido de Ferraro llegaría con una redefinición de la arquitectura del gabinete, que pasaría a tener ocho ministerios. Detrás, además, está la tensa relación entre el funcionario saliente y su superior directo, el jefe de Gabinete, Nicolás Posse.

La relación entre Ferraro y Posse era mala y se desgastaba día a día. Pesó la infidencia que habría tenido el primero luego de la reunión de gabinete de esta mañana, pero el vínculo ya no tenía retorno y Posse estaba esperando una oportunidad para convencer a Milei de que lo eche. Fue hoy.

Ferraro, en tanto, siempre estuvo convencido de que el jefe de Gabinete inclinó la balanza a favor de Caputo cuando de manera sorpresiva se anunció que las estratégicas secretarías de Energía y Minería iban a estar finalmente bajo la órbita de Economía. Eso pasó el feriado del 8 de diciembre pasado, dos días antes de la asunción de Milei. Era la “joyitas” del ministerio de Ferraro y se evaporaron en segundos. No son pocos los que aseguran que fue una condición sine qua non que puso Caputo para aceptar sentarse en la silla caliente del Palacio de Hacienda.

Por esas horas, muy cerca de Ferraro se apuraron a destacar que el cambio era temporario y que él iba a mantener el control de las obras vinculadas al sector energético. Se habló de una “cuestión de firmas y de toma de decisión sobre tarifas y subsidios” y allegados a Ferraro juraron que la planificación de las obras para ambas áreas de la economía “ya están definidas” y que Caputo no va a poder decidir sobre ellas.

“Ferraro se metió con quien no se tenía que meter, con Posse y con Santiago Caputo”, resumió anoche una fuente de LLA. La relación entre el ahora ex ministro y el asesor y uno de los hombres de mayor confianza de Milei también era muy tensa.

Pasa todo a Economía
Se supo anoche que la primera opción en Casa de Gobierno era no buscar un reemplazo de Ferraro sino eliminar el ministerio. Con ese movimiento, un grupo amplio y relevante de secretarías quedarían sin paraguas ministerial, y pasarían entonces a formar parte del Ministerio de Economía. Así, mantendrían la jerarquía de secretaría algunas de ellas (la propia Infraestructura y Transporte) y que otras pasen a ser subsecretarías.

“Atención. El Ministerio de Infraestructura dejará de existir y pasará a ser Secretaria bajo la órbita de Toto Caputo, super Ministro de Economía. Buena decisión. No hay plata”, tuiteo ayer pasadas las 21 Osvaldo Beto Mendeleiev. El posteo del analista económico anónimo recibió un “like” de Javier Milei.

Las principales secretarías que integraban Infraestructura son las de Obras Públicas, que está en manos de Luis Enrique Giovine, un funcionario cercano al ex gobernador cordobés Juan Schiaretti. Fue director de Aguas y Saneamiento de Córdoba, así como también se desempeñó como coordinador General de Proyectos Especiales, de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación, y coordinador Técnico del Programa de Estudios para el Sector Eléctrico, de la Secretaría de Energía de la Nación.

Transporte, de la misma forma, es encabezado por Franco Mogetta, otro dirigente con terminal política en la provincia mediterránea y que ocupó ese lugar en el gabinete de Schiaretti hasta fines del año pasado. En sus redes sociales, Mogetta se presenta como un “abogado” y “justicialista”. De hecho, antes de incursionar en la gestión de Schiaretti fue abogado de UTA Córdoba.

Otra secretaría clave es la de Vivienda, que lleva como nombre Desarrollo Territorial, Hábitat y Vivienda y que tiene como titular a Héctor Antonio Lostri, un arquitecto especialista en urbanismo, que se desempeñó en el cargo de subsecretario de Planeamiento en la Ciudad de Buenos Aires, bajo la dirección de Daniel Chaín durante la gestión de Mauricio Macri como jefe de Gobierno porteño. Durante el gobierno de Cambiemos fue presidente de la Nación, entre 2015 y 2019, ocupó dos cargos: fue interventor de Fabricaciones militares en 2016 y luego fue el embajador argentino en Paraguay, entre 2017 y 2019.

También forman parte del organigrama de Infraestructura la Secretaría de Comunicaciones y Conectividad, la Secretaría de Concesiones y la de Coordinación Administrativa. En el primer caso, su secretario Ignacio Cingolani y fue oficializado en su cargo hace 20 días. La Secretaría de Concesiones iba a tener, en la visión de gestión de Ferraro, un rol central.

La relación entre Ferraro y Posse era mala y se desgastaba día a día
Eso sucede porque uno de los lineamientos de trabajo que había trazado Ferraro era poner en revisión contratos concesionados de hidroeléctricas, la Hidrovía, desarrollos viales, transporte de gas o energía eléctrica, entre otros. En el equipo del ministro despedido consideraban que esos contratos, que en muchos casos fueron firmados durante la década del 90, con duración de dos décadas o más, fueron prorrogados “precariamente” y que eso provocó que el nivel de inversiones de esas empresas fuera mínimo o nulo, algunos de ellos fueron reestatizados. Esos contratos iban a ser puestos a revisión con la intención de que el Estado no se quedara con ninguno.

En ese contexto, una convergencia de gabinete en favor de Caputo –en rigor, tanto Infraestructura como todas sus secretarías están apenas algunos pisos más arriba en el edificio sede del Ministerio de Economía– haría al jefe del Palacio de Hacienda sumar más poder. No solo pasaría a tener bajo su ala la puesta en marcha del ambicioso plan económico con un ajuste fiscal de 6 puntos del PBI, sino que además ya controla secretarías decisivas para la gestión económica. No está claro tampoco qué pasará con los secretarios que estaban hasta ayer bajo las órdenes de Ferraro.

Por un lado, dos que siempre son cercanas a cualquier ministro de economía como son Hacienda (con Carlos Guberman) y Finanzas (de su mano derecha Pablo Quirno), sino también otras estratégicas como la Secretaría de Energía (que encabeza Eduardo Rodríguez Chirillo, cercano a Federico Sturzenegger y que supervisa la quita de subsidios) y la de Industria y Comercio que lidera un dirigente muy cercano a Caputo y con perfil bajo, como es Juan Pazo.

La lista no termina ahí. Como se dijo, Caputo se quedó a último momento con Minería (en cabeza de Flavia Royón, ex funcionaria de Sergio Massa), la siempre decisiva Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (con Fernando Villela) y la gestión de Relaciones Financieras Internacionales, que dirime el ida y vuelta con los organismos de crédito. Otro “delfín” del ministro trabaja a cuatro cuadras del ministerio: su ex socio en la consultora Anker y compañero de gabinete años atrás, Santiago Bausili, como presidente del Banco Central.

“Nada que ver con un súper ministro”, dijeron anoche tarde en Economía, donde juraban no tener confirmación de que iban a anexar Infraestructura completo. Cerca de “Toto” nadie quiso mencionar el concepto con el que se describió en su momento por ejemplo a Domingo Cavallo, Julio De Vido, e incluso Sergio Massa cuando recién asumió a mediados del año pasado.

Con información de Infobae

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