Agustín Rossi: "El peronismo en Santa Fe tiene que recuperar la representación del sector productivo"

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Agustín Rossi considera que el justicialismo debe apostar a sostener la unidad para recuperar fuerza electoral, y a representar a los sectores de la producción y el trabajo frente a lo que advierte como una política nacional "claramente anti-santafesina".

El ex ministro nacional y candidato a vicepresidente de la Nación dedicó los últimos días de la semana a una serie de actividades partidarias, incluyendo un plenario de La Corriente Nacional de la Militancia, el sector que encabeza dentro del peronismo, en medio del proceso de renovación de autoridades. 

- El Partido Justicialista está en un momento de "barajar y dar de nuevo", a nivel nacional pero especialmente en Santa Fe. ¿Cómo ve este proceso?

- Creo que tenemos que partir de que el peronismo ha quedado en una situación en donde necesitamos imperiosamente sostener escenarios de unidad. No hemos tenido una buena performance electoral en las últimas elecciones, además de perder el Ejecutivo no tenemos mayoría en ninguna de las dos cámaras de la Legislatura y además no gobernamos las principales ciudades de la provincia. Y perdimos muchas pequeñas ciudades que en donde gobernábamos hace mucho tiempo. Entonces, la condición necesaria aunque no suficiente, es mantener un escenario de unidad. Hay que renovar las autoridades del Partido, y aquí entiendo que se va a conseguir un consenso. Y después hay que definir un proyecto: qué le ofrece el peronismo a la provincia de Santa Fe en un contexto dificultoso. Porque cuando nosotros ganamos la provincia, Omar Perotti sacó el 38% de los votos, y el 60 % estaba dividido entre dos espacios políticos: el Frente Progresista y Cambiemos. En esta última elección se juntaron y construyeron ese 60%. Entonces, tenemos que pensar hacia qué lugar se tiene que ir, y tiene que ser el de los sectores sociales y económicos que queremos defender.

- ¿Cuáles serían esos sectores? Porque hay mucho desencanto…

- Creo que el peronismo de Santa Fe también tiene que tener una posición clara alrededor de la política económica nacional, porque es claramente antisantafesina. Es una política antiindustrial, que va a generar muchísimo dolor en los cordones industriales más importantes de la provincia. Salvo el cordón de los puertos y los aceiteros, y la maquinaria agrícola, la actividad en la provincia se va a ver fuertemente afectada. En estos día ya una importante fábrica de colchones en Rafaela entró en proceso preventivo de crisis, con 500 trabajadores suspendidos, Acindar con 900 e impacto directo en los talleres tercerizados a los que deriva tareas, donde trabajan 1.700 personas. Estos días recogí mucha preocupación en Acebal por lo que vaya a pasar con la industria del calzado. En este escenario, el peronismo tiene que representar sobre todo a la pequeña y mediana industria. También al agropecuario. Entiendo que las sociedades rurales de la provincia pondrán el grito en el cielo con la importación de carne. Entonces me parece que hay que tener una fuerte articulación con los sectores productivos, que van a estar complicados con la recesión económica.

- Pero el peronismo en Santa Fe en algún momento representó a esos sectores, y en las últimas elecciones los perdió. ¿Cómo va a hacer para recuperarlos?

- Lo primero que hay que empezar a hacer es dialogar, después se verá si nos votan o no nos votan. Pero tenemos que defender el modelo productivo de Santa Fe, con su sector agropecuario, su fuerte área industrial, las universidades tanto públicas como privadas, el Conicet, colegios técnicos de envergadura. Los chicos que llegan a cierto año de la escuela técnica en general siempre tienen posibilidades de desarrollo, posibilidades de trabajo. Entonces me parece que a ese perfil tenemos que defenderlo claramente. Ese sector va a estar atacado por la inflación, por la baja del consumo y sin crédito, porque con esta liberación de la tasa los créditos van a estar a tasas altísimas y los depósitos a tasas bajísimas. Entonces, ahí tenemos que estar. Y también para representar toda la historia democrática que tiene la provincia de Santa Fe en defensa de los derechos humanos, tenemos que representar a los que defienden la universidad pública. Nos tenemos que parar y ser claramentre opositores al gobierno de Milei, que a esas cosas no las tiene en cuenta.

- De todos modos, los santafesinos en su mayor medida votaron por Milei, y no por ustedes.
- Bueno, pero obviamente es una política económica que va a complicar la vida de todos los santafesinos. El sector público de Santa Fe va a estar cruzado por la baja de ingresos de la provincia, con menos recursos coparticipables por la baja de la recaudación, discursos discrecionales cortados, y también va a tener una disminución de lo que son los ingresos propios. Es la situación que hoy se ve en el conflicto con el sector docente.
- El gobierno sostiene que todo esto es consecuencia de lo que se hizo y lo que no se hizo en los años anteriores…

- Eso es bastante difícil de sostener. Nosotros teníamos una inflación alta, pero con la devaluación que aplicó este gobierno del 118 %, la cuadruplicó. Milei en los tres primeros meses tiene un 71,2% acumulado de inflación; tiene más inflación que porcentaje de votos. Y más pobreza también, porque tiene según la UCA en enero fue de 53,7%. En el mes de diciembre, la caída del poder adquisitivo del salario fue el 13,2%, la más alta desde febrero del 2002, que fue el 9,2%. La jubilación y las pensiones han perdido poder adquisitivo por un 35%; y los salarios ya están en el veintipico. Este modelo cierra solamente con alta desocupación y bajos salarios. Bajos salarios porque es lo que permite bajar el consumo y con eso tener a raya el proceso inflacionario, y alta desocupación, porque es la que permite disminuir la conflictividad laboral, porque rige el "si no te gusta, hay 100 esperando por tu puesto". Los modelos neoliberales siempre han funcionado de esta manera. El riesgo que tiene es que el superávit fiscal, que es el gran tótem, va a empezar a estar amenazado no por el gasto, sino por la caída de la recaudación, por efecto de la recesión. Y entonces ahí va a estar el problema que va que va a tener el gobierno. Además de que claramente tiene un tipo de cambio absolutamente atrasado, porque no puede ser que pasamos de ser un país barato en dólares a un país caro en dólares. El tipo de cambio atrasado también va a impactar, porque el sector agropecuario, que viene de un mal año, va a vender un 30 o 40 % de la soja para pagar deudas y el resto lo va a aguardar, esperando una mejora del tipo de cambio.

- Aun así, y más allá del porcentaje electoral, el gobierno sigue teniendo apoyo social, que es el principal argumento para sostener sus políticas.

- Eso depende de con qué marco lo analizás. Un 40 % de apoyo, si uno lo mira con respecto a lo que hicieron, parece mucho. Pero cuando uno mira cuánto hace que asumieron, parece poco. Ningún presidente perdió tanto apoyo y tanta imagen positiva en tan poco tiempo. Entonces eso es en términos relativos. Yo creo que también hubo gente que votó de buena fe, la mayoría. Y ahora, con todo lo que está pasando, también cuesta que alguien diga "las cosas no están saliendo como nosotros pensábamos". Se hizo mucho daño en muy poco tiempo, en cuanto a la pauperización de la sociedad. Pero también es cierto que hace poco que asumió. Entonces, en algún lugar un sector de la sociedad sigue esperando que esto se modifique. Él lo incentiva, dice va a haber una recuperación en V, con rebote. Yo creo que va a ser en L: una caída abrupta y se va a estabilizar en un lugar bajo. Y eso va a traer muchísimas complicaciones sociales.

- ¿Y qué piensa que va a pasar con eso?

- Bueno, los últimos anuncios de (la ministra de Seguridad, Patricia) Bullrich son para eso, porque criminaliza la protesta social. Se está adelantando al periodo de conflictividad social que viene. No está dirigido a los dirigentes de las organizaciones sociales, que hacen piquetes. Está dirigido a que si los trabajadores de una empresa son despedidos y piensan en cortar una ruta, esto los amedrente. Y que si hechan a los empleados de una fábrica, se vaya cada uno con su bolsito a su casa y no haga nada. Entonces el despido viene sin indemnizaciones, o con indemnizaciones en cuotas, todos sabemos como es eso. Y me parece que esto es lo que se viene: no se está peleando con los piqueteros, se está peleando con el ciudadano o la ciudadana común, que va a tener un conflicto por descuento de sueldo, bajos sueldos o despidos, y que utiliza algún corte de calle o algo por el estilo para visibilizar su problemática.

CON INFORMACION DE EL LITORAL.

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