El plan 2024 del exgobernador Omar Perotti es seguir recluido sin dar gestos ni señales de conducción. La tropa que lo secundó en la Casa Gris se esfuerza por encontrarse, pero cuesta. El asado de los doce apóstoles del rafaelino, las dificultades para funcionar como interbloque y el juego del diputado Roberto Mirabella para reelegir, los ejes del sector.
Perotti abandonó el gobierno y se guardó. Entendió que era momento para el perfil bajo y la prudencia. Regresó hace un par de semanas de Stanford, Estados Unidos, donde participó de un simposio de la Red de Acción Política (RAP), la fundación dirigida por el empresariado que agrupa a más de 200 dirigentes del país.
La discreción del exmandatario también se mezcla con su falta de interés de conducir, en lo sectorial y lo partidario. Su sector se mueve, sobre todo en el bloque de cinco en la Cámara de Diputados, por la comandancia de Celia Arena y Marcos Corach. Hacia dentro del PJ, Perotti se ganó la tirria del grueso de las tribus, le facturan todo lo que se pueda, desde la falta de integración hasta la derrota electoral catastrófica. Entonces, el rafaelino no tiene mucho margen de acción.
El sector de Omar Perotti busca su lugar en el mundo
En ese marco, Hacemos Santa Fe busca su rumbo. “Diáspora”, lo define un alfil del sector. “Todo el mundo está tratando de ver cómo sobrevive”, agrega la fuente para describir el momento del peronismo. Hace unos 45 días, el perottismo sin Perotti se volvió a ver las caras alrededor de un asado y una mesa de doce comensales.
El apostolado de Perotti se encontró para mantener el sector en pie, para darle vida. Por impulso del propio Mirabella, estuvieron Arena, Corach, la diputada Sonia Martorano y Walter Agosto, el bloque completo. También exfuncionarios como Ignacio Martínez Kerz y Juan Manuel Pusineri. Fueron doce en total.
El bloque lleva la proa en Hacemos. Hay un trabajo interno ordenado, nadie armó las valijas en el quinteto, pero también prevalecen los intereses particulares. Es que cuatro de cinco hacen base en el centro norte de la provincia; Martorano es la única rosarina y con despliegue en el sur. Por lo que no sería extraño que la exministra de Salud comience a dar pasos en soledad, no a tono de monobloque, pero sí para geolocalizar su futuro.
El perottismo mantiene contactos en Santa Fe
El bloque, a la vez, usa y mantiene la mano de obra que integró el exgabinete para el estudio en profundidad de proyectos y temas. Tal es el caso del exministro de Seguridad Claudio Brilloni, quien asiste al grupo en algunas cuestiones.
Lo ríspido para el bloque está en el vínculo con los otros bloques peronistas. El interbloque funciona, se encuentra y articula en función de la agenda que impone el gobernador Maximiliano Pullaro, pero las heridas post gobierno no cicatrizaron, y llevar la buena onda de lo legislativo a lo partidario no es para nada sencillo. Articular ahí es otra cosa, tiene otro costo.
Es una de las razones por las cuales el perottismo no se quedó con los primeros puestos en la organización del Partido Justicialista. Ocupa la Secretaría de Organización, el séptimo casillero en orden de transcendencia en el organigrama. Lo tomó Pusineri, el exministro de Trabajo.
El plan individual de Roberto Mirabella
A Mirabella, el ladero histórico de Perotti, lo apura un objetivo, su objetivo. Renovar la banca de diputado. Refrescó su equipo de trabajo y encaró estrategia individual. A diferencia de otras ramas internas, no goza de padrinazgo nacional e insiste con su bandera de santafesinismo.
Fue invitado por Sergio Massa a un cónclave del Frente Renovador y tuvo diálogos informales con el gobernador de Córdoba Martín Llaryora, pero juega solo, dentro de Unión por la Patria, pero en formato monobloque. Se reúne seguido con Perotti en Rafaela, quien usa en la localidad la oficina del diputado para mantener otras reuniones.
Ante un peronismo nacional en crisis e interna permanente, la escuadra Llaryora (y también la de Juan Schiaretti) siempre sedujo al perottismo. Ahora, sin la atadura del Frente de Todos, Mirabella podría animarse a competir ahí, pero chocará probablemente con los intereses del socialismo, que ya jugó en 2023 para el cordobesismo y se quedó con una meritoria banca en la figura de Esteban Paulón.
Una interna Mirabella versus Mónica Fein asoma picante, pero muy improbable desde ya. Cosas del destino, el dúo aportó su firma –junto a más diputados y diputadas- para la presentación de un proyecto en el Congreso para regular la reutilización social y destino de los bienes objeto de medidas cautelares y decomiso en causas penales.
CON INFORMACION DE LETRA P.