La sociedad de la M

Karina Milei se propuso convertir a La Libertad Avanza (LLA) en un partido nacional. No está sola: se mueve en tándem con Martín y Lule Menem, familiares directos del fallecido expresidente que el liberalismo venera como a un prócer. La nueva sociedad política tiene en la mira a las elecciones legislativas del año próximo, pero su verdadero objetivo es garantizar la continuidad libertaria.

Después de expulsar de la mesa chica a los armadores que usó en la campaña de 2023, Carlos Kikuchi y Ramiro Marra, Karina tomó el control del aparato político. Enseguida se dio cuenta de que necesitaba la experiencia de la “casta” para poder moverse en un mundo que hasta ahora le era ajeno, por eso se acercó a los Menem.

Para obtener el sello nacional necesitan avales en al menos cinco provincias, por eso viajaron a varias, en un proceso que no está exento de polémicas. Como contó un dirigente del espacio a Letra P, entre los libertarios ya hay ruido por varias denuncias de irregularidades en la documentación que presentaron en distritos como Mendoza y Corrientes, donde algunas personas que en 2023 fiscalizaron la elección aseguraron en entrevistas televisivas y radiales que fueron afiliadas sin haber dado su consentimiento. Por ahora, las denuncias se mantienen en el plano mediático.

En paralelo, la creación del partido genera recelo en figuras aliadas que compitieron en la última elección con su propio sello. La vicepresidenta Victoria Villarruel, por ejemplo, puso al servicio de la última campaña al Partido Demócrata, que ahora perdería peso en la alianza.
Lule, el armador oficial
“Lule” trabaja con la hermana del presidente Javier Milei en la diaria, contratado como subsecretario de Gestión Institucional de la Presidencia. Se conocieron durante la campaña electoral a través de Kikuchi, expulsado en el tramo final. En los últimos meses, Lule ocupó su lugar como armador y se convirtió en la mano derecha de Karina.
Sus tareas son amplias y algo difusas. En las últimas semanas, Lule comenzó a recibir a algunos dirigentes a los que les cuesta llegar a Milei. También participó de un viaje con el ministro del Interior, Guillermo Francos, a Misiones, donde se reunieron con Carlos Rovira, el jefe del Frente Renovador Misionero que gobierna la provincia desde hace 25 años. La foto fue una sorpresa en la provincia, ya que el exgobernador suele manejarse en las sombras. En la interna, fue leída como un punto para Lule.

Los “fierros” para la construcción
El poder de Lule se extiende al control político del PAMI y la Anses, en los que aplica una metodología clásica de la “casta” que los Milei critican. Un dirigente del espacio, cercano al Presidente, lo explicó así a Letra P: “Lule mete en las delegaciones provinciales de esos organismos a los referentes locales libertarios. Así les ‘paga’ a los propios, con contrataciones”. Y cerró: “Usan la caja de esos organismos para hacer política”.

La ambición de Martín
El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, tenía casi 15 años cuando su tío asumió la primera presidencia. Los que lo conocen aseguran que creció como un hijo del poder, al que en 2003 le cerraron muchas de las puertas que le habían abierto durante toda su vida.

El hijo del exsenador Eduardo Menem fue el único aliado oficial fuera de la Ciudad de Buenos Aires que tuvo el libertario en 2021, cuando ambos incursionaron en política. En ese entonces, Martín entró a la Legislatura de La Rioja y Milei al Congreso como diputado. Su amistad tenía ya algunos años: Martín llevó a Milei a conocer a su ídolo Carlos Menem, durante los últimos años de vida del expresidente.

Martín pasa su tiempo libre en el gimnasio y es dueño de una empresa de suplementos dietarios. Se ganó el corazón de Karina, a quien acompaña a actividades oficiales, aunque también recreativas, y también el malestar de muchos de sus compañeros del Congreso: tanto desde el bloque de LLA como desde los bloques aliados proliferan las quejas sobre su inexperiencia para negociar.

Martín obedece a la conducción de Karina: de hecho, fue por una orden suya que primero intentó frenar y luego desconoció la elección de Marcela Pagano como presidenta de la comisión de Juicio Político. Su reacción tras la elección fue en sintonía con la de Karina: duras advertencias contra la diputada del bloque oficialista.

Quienes conocen a Martín aseguran que se mueve cómodo por su amistad con Karina y que además quiere trabajar en su propio perfil. Hace unas semanas sorteó su dieta de enero como diputado, algo más de dos millones de pesos -acaso sin darse cuenta de que el monto contiene los aumentos que se llevaron a cabo en el primer bimestre y habían prometido retrotraer- al igual que lo hacía Milei. “Dice que por su apellido y el lugar que ocupa, podría ser el sucesor del proyecto”, aseguró a Letra P un hombre cercano al Presidente.

El enemigo en común
Karina y los Menem comparten un objetivo que los hermana: frenar el avance del PRO en el oficialismo. La creación del partido responde a la necesidad de no depender de la negociación con Mauricio Macri en el cierre de listas del año próximo.

La pregunta que subyace es a quién responderá la estructura que arman en el interior, a Milei o a los Menem en su proyecto personal. Hasta ahora, Karina, como garante de purismo libertario, se inclinó a dinamitar alianzas y no a crear nuevas, algo que podría ser contraproducente para la presidencia de su hermano.

CON INFORMACION DE LETRA P.