Clara García: los ejes de un liderazgo que tiene sello propio en Santa Fe

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Solo una de las 31 leyes que se aprobaron en la Cámara de Diputados de Santa Fe salieron solo con el voto de Unidos. El resto consiguió al menos una adhesión opositora y varias unanimidades. El dato habla a las claras de la gestión política y técnica del frente, pero también de la conducción política de la socialista Clara García.

Es inédito en la provincia el volumen y cantidad de proyectos aprobados en el periodo extraordinario. Los números son números, pero el tenor de los temas que convirtió en ley la Legislatura es realmente alto. Cuestiones que le modifican la vida a los santafesinos y santafesinas, sobre todo en materia de seguridad, la principal demanda que recibe el gobierno de Maximiliano Pullaro.
 
El impulso que hizo el gobierno encontró como aliados centrales a la Legislatura y al socialismo en especial, que conduce férreo la cámara baja de la mano de García. Quien fuera la esposa de Miguel Lifschitz ganó las elecciones en la categoría legislativa y se quedó con la poltrona más pesada sin dificultades para convertirse en la primera mujer en la historia que conduce Diputados.

Los primeros seis meses de Clara García presidenta
En casi seis meses, García le imprimió su sello al recinto, una muestra del modo de conducción política y ejercicio del poder que practica. En ese trajín se pueden delimitar tres ejes de trabajo: apertura, tiempo y calidad.

Una muestra para profundizar el primer rasgo es la lista de discursos de sus pares al momento de ser reelegida presidenta. “Compromiso, apertura al diálogo, sensibilidad”, conceptos que cruzaron las consideraciones del recinto. “El modo humano de liderazgo que tiene se evidenció muy claramente en los discursos”, sintetiza una de las personas de su entorno.
La cámara reconoce la capacidad de escucha de García y la máxima de incorporar miradas que vienen de otros sectores en el resultado final de los proyectos. De ahí que casi todas las iniciativas que derivó la Casa Gris a la Legislatura hayan tenido modificaciones. El corazón no se modifica, pero el resto se somete a una discusión amplia.

“Todos reconocen eso de Clara. Esa cosa de sentarse, escuchar, de que no haya falta de respeto, de incorporar, de forzarse por incorporar lo diferente. Esa capacidad de apertura y diálogo es una distinción de ella”, sostiene uno de sus colaboradores más cercanos.

Diputados de Santa Fe, una cámara con figuras de peso
Le tocó una cámara con alto volumen político. Ocupan bancas dos exgobernadores como Omar Perotti y Antonio Bonfatti, una exvice como Alejandra Rodenas, su antecesor Pablo Farías, excabezas de ministerios como Sonia Martorano, Walter Agosto, Juan Manuel Pusineri, Celia Arena y Claudia Balagué. No es fácil conducir a ese elenco. En contrapartida, se reconoce y legitima el liderazgo de la presidenta.

A García, por otro lado, se la reconoce por su capacidad y cantidad de trabajo. Hay una causa y consecuencia de ello en las leyes aprobadas en la Legislatura. “Es una persona muy tenaz en el trabajo, muy tenaz, de 24 horas los siete días”, según su núcleo chico. Cantidad de sesiones, cantidad de comisiones, cantidad de temas tratados, cantidad de acuerdos alcanzados para lograr las sanciones de leyes. Mucho.

Por último, en la tríada juega la calidad. Había consenso mayoritario sobre la necesidad de tratar y debatir los proyectos, pero nada salió tal cual llegó, sino que se le agregaron cuestiones sustanciales. “Valor”, según el socialismo. García estudia al detalle las cosas, “no le da lo mismo conocer o no conocer los temas”. Eso promueve e insta a su partido y la coalición a elevar la calidad del trabajo.

La síntonia entre Maximiliano Pullaro y Clara García
Una de las claves neurálgicas del andar de Unidos es la sintonía entre Pullaro y García. La presidenta tiene una suerte de consideración especial con el mandatario y su sector radical que viene de la época de Lifschitz gobernador. Tienen un vínculo sólido, con momentos de mayor o menor tensión y discusión, pero siempre en torno a la tarea legislativa.

Conforman junto con la vicegobernadora Gisela Scaglia el triunvirato que comanda los destinos del oficialismo. Radicalismo, socialismo y el PRO. Cada uno tiene vía libre para jugar y operar, con libertad y sin ataduras. García lo hace desde Diputados, un espacio que se convirtió en uno de los centros gravitacionales de la política santafesina.

CON INFORMACION DE LETRA P.

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