En plena crisis, la colecta solidaria más importante desafía a la alta inflación

Cada año la organización Cáritas, dependiente de la Iglesia Católica y con sede en la Argentina, realiza la Colecta Anual de Cáritas con el fin de satisfacer distintas necesidades de los sectores más postergados del país. En este caso, como ocurrió en años anteriores, se realizará en medio de una fuerte crisis económica, con un alto índice de pobreza y una inflación que sigue en franco crecimiento. Al mismo tiempo, la colecta tendrá lugar en medio de una polémica en torno al asistencialismo social, a raíz de las investigaciones sobre "comedores fantasma" y el descubrimiento de toneladas de alimentos almacenados sin repartir por parte del Gobierno nacional.

La Colecta Anual de Cáritas se realizará el próximo fin de semana del 8 y 9 de junio en todas las parroquias del país, como así también en distintas postas que se instalarán en las principales ciudades del país. Además, en caso de no poder acercarse a ninguna de estas dos opciones, se podrá transferir mediante el sitio web de la organización.

Por otro lado, la crisis económica hace que este tipo de iniciativas tengan una mayor importancia a la hora de abordar el problema y lograr que se asista a los más pobres. Esta crisis, además de económica, está afectando fuertemente en los aspectos humanitarios del país, con grandes falencias en el acceso a las necesidades básicas de millones de habitantes de la Argentina.

Según el informe que presenta el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina en la semana previa a la Colecta Anual de Cáritas, la pobreza alcanzó, durante el primer trimestre de 2024, al 55,5% de los argentinos. Además, en el documento indicaron que la indigencia llegó al 17,5%, lo que se explica, en parte, por el fenómeno inflacionario que sufre el país.

En este contexto de crisis y como previa a la Colecta Anual de Cáritas, el Arzobispado de Buenos Aires organizó una jornada de visibilización del trabajo que se realiza desde las distintas parroquias en "La Noche de la Caridad". De esta jornada en la que se pudo ver un improvisado comedor en la nave central de la Catedral Metropolitana, participaron referentes parroquiales, de distintas organizaciones de asistencia social y del Gobierno porteño.

Colecta Anual de Cáritas, pobreza e inflación
Yendo hacia atrás en la recaudación que consiguió la Colecta Anual de Cáritas, en 2022 obtuvo $340.784.996,94, un número que aumentó en su valor nominal hacia 2023, pero no en valor real. El año pasado, el monto final fue de $610.739.881,00, lo que representa un crecimiento del 79,22% en doce meses, pero frente a una inflación interanual del 115,6%.

Este fenómeno inflacionario, en lugar de caer durante el último año, no hizo más que crecer, con un principal salto en los últimos seis meses tras la liberación de precios. Aunque finalmente no se entró en un período inflacionario, los números mensuales que maneja la Argentina ya superan a lo que muchos países tienen de inflación anual, aunque ya empieza a ser menor a lo que ocurría meses atrás.

Abril, el último mes del que se presentaron datos de inflación (se presenta a mitad de cada mes sobre el ciclo previo), arrojó una variación interanual del 289,4%. En base a este número, aunque vale aclarar que la colecta se realiza dos meses después y se esperan aún todavía números en torno al 5%, se requeriría de $2.378.221.096,61 para al menos empatar en el valor real a la última edición de esta campaña.

La crisis, además de golpear principalmente a los sectores más postergados de la Argentina, golpea en los aportantes de las distintas entidades de asistencia social. En el caso de la Iglesia Católica, esto no afecta solo a la Colecta Anual de Cáritas, sino también a la parroquias, escuelas sin arancel y comedores que dependen del aporte de los fieles, lo que lleva a la imposibilidad de satisfacer las necesidades mínimas de quienes solicitan ayuda, como así también el sostenimiento de estas entidades.

La misión de Cáritas frente a la pobreza y la polémica de los comedores
Monseñor Gustavo Carrara, vicepresidente de Cáritas Argentina y con un fuerte vínculo con la misión de la Iglesia Católica en los barrios más portegados del país, habló con MDZ sobre la importancia de la Colecta Anual de Cáritas y explicó que, para poder brindar la misma asistencia que en 2023, necesitarán una recaudación que alcance "al menos, al ritmo de la inflación".

Estas donaciones, que se cree que solo sirve para financiar alimentos o ropa para los menos pudientes, se utiliza "para fortalecer las acciones comunitarias que hace caritas a lo largo del país", indicó Carrara. Estas acciones, además de comedores, incluyen iniciativas "de carácter educativo, preventivo frente a violencia y drogas, como así también para asistir a los clubes barriales, donde los niños crecen en un espacio sano y dichoso".

El asistencialismo, actualmente, está mirado de reojo por gran parte de los argentinos por las polémicas en las que se vieron inmiscuidos tanto el Gobierno como sectores opositores por la distribución de alimentos y los hechos de corrupción en los que se utilizaron "comedores fantasma" para financiar la política partidaria. Aunque esto puede imaginarse como algo que disminuya la predisposición de la gente a donar, Carrara destacó que "la gente es muy solidaria".

En sintonía con esto, señaló que "la situación es complica, por ahí no todavía para la clase media que muchas veces genera trabajo para las clases populares", aunque indicó también que la inflación y los aumentos tarifarios perjudican a esta generación de empleo. Al mismo tiempo, destacó que "la red de caritas tiene más de 43 mil voluntarios, no es solo donar dinero, sino también donar su tiempo".

CON INFORMACION DE MDZOL.COM