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El gobernador Axel Kicillof dio este lunes otra muestra de que está decidido a ofrecerse como el conductor del peronismo grande, lo que equivale a probarse anticipadamente el traje de candidato presidencial para 2027.

El de Buenos Aires, que hace rato decidió agarrar el bastón de mariscal que ofreció Cristina Fernández de Kirchner, se llevó todas las luces al cumplirse 50 años del fallecimiento del expresidente Juan Domingo Perón.

Fue el organizador y orador principal del acto en la mítica Quinta de San Vicente que trascendió el territorio que gobierna con la presencia de dirigentes del interior del país y que tuvo representación de (casi) todas las tribus bonaerenses, incluyendo a La Cámpora en pleno, la organización liderada por Máximo Kirchner. Lo coronó con un discurso que marca el camino del peronismo para transformarse en una alternativa al presidente Javier Milei.


“En esta hora tan dolorosa para el país, nuestra tarea no puede limitarse a la denuncia o la resistencia. Tenemos dos tareas: crear un escudo para proteger los derechos, reduciendo el daño social que ocasionan las políticas del Gobierno, y construir, junto a las fuerzas populares y democráticas de la Argentina, una alternativa que en el futuro permita revertir la destrucción que está en curso y poner al país al camino del desarrollo y la inclusión”, dijo efusivo en la parte final de su alocución.
En el escenario estuvo escoltado por la vicegobernadora Verónica Magario; el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, y la senadora catamarqueña y vicepresidenta del PJ Lucía Corpacci. Entre muchas otras figuras y unos cinco mil asistentes, desde abajo del escenario y en primera fila lo escuchaba el exgobernador de San Juan, José Luis Gioja.

Corpacci pidió “unidad hasta que duela”. Quintela, a quien el gobernador bonaerense visitará en su provincia en los próximos días en el marco del Kicillof tour 2027, dijo que el peronismo tiene “la obligación de construir un espacio común y un proyecto de país”, pidió “hacerse cargo” de que Milei ganó por los errores del peronismo y llamó a trabajar por la unidad.

Kicillof logró así encabezar un acto que, en línea con la estrategia política y de gestión que viene llevando adelante el último tiempo, tuvo una impronta nacional. “Si no es federal, la Argentina no es nada”, dijo el gobernador en el inicio de su discurso y cerró con una versión expansionista de su leitmotiv de campaña 2023: “El peronismo va derecho al futuro”.

(Casi) todas las tribus peronistas presentes
Kicillof logró revertir la foto del plenario de la militancia que encabezó en Florencio Varela, donde La Cámpora pegó el faltazo. Esta vez, estuvo presente toda la línea camporista: Eduardo De Pedro, la intendenta Mayra Mendoza (Quilmes), el intendente Julián Álvarez (Lanús) y la tropa legislativa en la que sobresalen Emmanuel González Santalla y Facundo Tignanelli.

El gobernador y el presidente del PJ bonaerense estuvieron en contacto en los últimos días para ultimar detalles de la organización del acto y parte de los equipos de La Cámpora participaron de las reuniones previas, que en la parte institucional estuvieron en gran parte organizadas por el Instituto Cultural bonaerense, presidido por -según la definición del propio Kirchner- la camporista “inorgánica” Florencia Saintout.

Según fuentes del ejecutivo bonaerense, a Kirchner le ofrecieron estar arriba del escenario y ser uno de los oradores, pero el hijo de la vicepresidenta -afirmaron- prefirió mirar el acto desde la primera fila. Una fuente del camporismo afirmó a Letra P que “siempre estuvo contemplado que Máximo estuviera abajo del escenario”.

También dieron una muestra de apoyo los líderes de la CGT y de las dos CTA, que estuvieron presentes con movilización de los gremios, los movimientos sociales, intendentes e intendentas de la provincia y representantes legislativos bonaerenses y nacionales. El albertismo estuvo representado en la figura de Santiago Cafiero y de Victoria Tolosa Paz.

Esta vez el faltazo fue del Frente Renovador
La tribu que en esta ocasión decidió pegar el faltazo fue el Frente Renovador, de Sergio Massa. El excandidato del peronismo en 2023 no sólo no estuvo presente sino que ordenó a su tropa no participar. No estuvo siquiera el ministro de Transporte bonaerense, Jorge D'Onofrio.

En la previa del acto, desde las filas massistas dejaron trascender que el motivo de la ausencia fue no quedar como “rehén de ningún tironeo interno”. “Más que actos para escucharnos a nosotros mismos debe haber un ámbito que ordene la acción frente al daño que produce Milei”, dicen en el massismo y consideran que “no es momento de disputas internas”. Con la foto puesta, donde aparecen todas las tribus peronistas juntas pese a las disputas internas, los argumentos del massismo quedaron tambaleando.

La dirigencia presente en el acto buscó minimizar la ausencia del Frente Renovador. “Es un acto ara peronistas”, chicaneó un funcionario de Kicillof, para luego aclarar que estuvieron invitados “todos los que se sintieran peronistas”.

Fiel a su estilo, el ministro de Infraestructura, Gabriel Katopodis, dijo que el Frente Renovador es “parte de este gran desafió de construir una alternativa hacia adelante” y que “Sergio (Massa) es un dirigente muy importante en esta reconstrucción”. El compañero de fórmula del tigrense, Agustín Rossi, pidió “desdramatizar” y el intendente de Ituzaingó, Pablo Descalzo, remarcó: “El Frente Renovador tiene su partido político. Hoy no importa la presencia de Sergio en este encuentro, sino poder encontrarnos a generar un proyecto de país”.

CON INFORMACION DE LETRA P.

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