Fase 2 del plan económico

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Finalmente, el gobierno comenzó la fase 2 de la política monetaria y cambiaria por la cual terminó de transferirle todos los pasivos remunerados al Tesoro.

En otras palabras, la deuda que estaba en cabeza del BCRA fue transferida al Tesoro, el que tendrá que hacerse cargo, de ahora en más, de los intereses que devenga esa deuda.

La eliminación de la los pasivos remunerados se hizo con LECAPs, LeFis (ambos bonos a cargo del Tesoro) y licuando parte de la deuda del BCRA.

Es decir, se hizo una llamarada inflacionaria, se ubicó la tasa de interés de los pasivos remunerados por debajo de la tasa de inflación y se licuó el stock.

Obviamente alguien pagó esa deuda licuada y fueron los que vieron licuados sus ingresos como es el caso de los jubilados y empleados públicos.

Cabe resaltar que la deuda no desapareció, solo cambió de lugar. No hubo un pase de magia por el cual la deuda dejó de existir. La diferencia fundamental que se presenta de ahora en más es que en vez de que el BCRA emita moneda para pagar los intereses de los pasivos remunerados, ahora el Tesoro tendrá que generar el superávit fiscal necesario para pagar diariamente los intereses que devenga esa deuda.

Aumentar el superávit fiscal implica cobrar más impuestos, bajar el gasto o una combinación de ambos. Veremos que opción elige el gobierno.

De acuerdo al informe difundido por el BCRA, de ahora en más el objetivo monetario será tener una base monetaria amplia (BMA) de $ 47,7 billones.

Se definirá la base monetaria amplia como la base monetaria (circulante + encajes bancarios), más las LeFis que tengan los bancos.

Al momento de redactar estas líneas, la base monetaria es de $ 21,5 billones y el total de LeFis es de $ 20 billones. Si a esto se le agrega los $ 17 billones que el Tesoro depositó en el BCRA cuando colocó las LECAPs, estamos en $ 58,5 billones, número que difiere sustancialmente con el dato que da Milei en un post de X donde dice que la base monetaria amplia es de $ 34 billones.

No queda nada claro cómo harán para quitar del mercado semejante diferencia. Ni con el superávit fiscal, que ahora tenderá a ser menor si se logra ese número.

Pero dejando de lado lo confuso de los datos proporcionados por Milei, lo que ellos suponen es que el peso va a pasar a ser un bien escaso porque no se va a emitir.

Recordemos que también dijeron que la expansión monetaria, producto del control de cambios que obliga a los exportadores a vender sus dólares en el BCRA, genera una emisión monetaria, dado que el BCRA les compra esos dólares a los exportadores emitiendo pesos.

Esos pesos, dijeron, los retirarán del mercado vendiendo dólares en el CCL. Así, el BCRA entrega dólares en el CCL y retira pesos que esteriliza.

Con esta contracción monetaria secarán el mercado y la inflación tenderá a cero.

Lo extraño es que este mecanismo fue implementando hace una semana y media, y más allá de la baja inicial de los dólares libres, luego hubo una recuperación y se mantienen estables, mientras que el riesgo país continúa en niveles cercanos a los 1.600 puntos básicos.

El riesgo país tiende a crecer porque aparecen dudas sobre la solvencia del Tesoro para hacer frente a los vencimientos de deuda pública que ahora exige un superávit mayor al pasar la deuda del BCRA con los bancos al Tesoro.

De acuerdo al informe del BCRA, el Tesoro tendrá que hacer frente a unos $ 600.000 millones mensuales de intereses por las LeFis.

El superávit fiscal financiero del primer semestre fue, redondeando, de $ 429.000 millones mensuales. Es decir que el Tesoro tendrá que tener agregar otros $ 180.000 mensuales de superávit financiero para poder hacer frente al pago de intereses de las LeFis.

El interrogante que surge es si, dada esta exigencia fiscal, el gobierno podrá reducir el impuesto PAIS de manera significativa y sostenerlo en el tiempo. Porque en última instancia de lo que se trata es de reducir la carga tributaria sobre el sector privado al que está ahogando.

De poco sirve en términos de crecimiento económico tener superávit fiscal, si como contrapartida la carga tributaria paraliza al sector privado. Por eso siempre insisto que el problema no es solamente el déficit fiscal, sino el nivel de gasto público.

Es más, el mismo ministro Caputo tuvo una frase desafortunada al decir que como el peso va a ser un bien escaso, la gente va a tener que vender sus dólares para poder pagar los impuestos.

Esta frase implica afirmar que el sector privado va a tener que desahorrar para sostener al sector público. En otros términos, el peso del ajuste recaería sobre el sector privado.

Por otro lado, Caputo dijo que el peso va a tener más valor, algo que se contradice con la propuesta de dolarización endógena de la economía.

Recordemos que, en su última propuesta de política monetaria, Milei sostuvo que iban a congelar la base monetaria y que si había mayor demanda de moneda la gente iba a tener que sacar del colchón sus dólares para hacer transacciones. De esta forma se iba a dar la dolarización endógena. Los dólares en circulación van a ser tan abundantes y los pesos tan escasos que se dará la dolarización endógena.

Ahora nos dicen que el peso va a tener más valor que el dólar porque va a ser escaso. Vamos de la dolarización endógena a la pesificación como política monetaria.

Aclaro que el valor es subjetivo, recordando que entre Carl Menger y Eugen Von Bhm-Bawerk completaron la teoría del valor subjetiva por la cual los bienes tienen valor por su utilidad y escases para determinada persona y en determinadas circunstancias.

Formulo esta aclaración porque el gobierno está partiendo de un error conceptual al establecer su política monetaria al creer que el peso va a valer más porque es escaso.

Los celulares Startac son escasos y no por eso valen más. La escasez sola no determina el valor de un objeto.

En síntesis, ya pasaron dos semanas desde que el gobierno anunció la emisión cero y cuatro días (al momento de redactar estas líneas) desde que terminó de pasarle los pasivos remunerados del BCRA al Tesoro y no hay un movimiento marcadamente optimista en el mercado.

Tal vez los agentes económicos se estén preguntando cómo hará el gobierno para tener el superávit fiscal necesarios para pagar los intereses de la mayor deuda en cabeza del Tesoro y, tema que no es menor, con esto de vender dólares en el CCL, el BCRA no acumula reservas. La pregunta es: ¿cómo pagará los vencimientos de deuda en dólares si el Central volvió al terreno de reservas netas negativas y por ahora no tiene acceso al mercado voluntario de deuda?

La apuesta del gobierno es que gane Trump y salve al gobierno de Milei con un abundante crédito. Pero de ocurrir eso, recién pasará en enero de 2025.

Como la película de la segunda guerra mundial: Un puente demasiado lejos.

CON INFORMACION DE MDZOL.COM

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