Sabor a poco en el discurso de Milei al campo: el cordobesismo esperaba plazos

POLÍTICA - CÓRDOBAAgencia 24 NoticiasAgencia 24 Noticias
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Sin el gobernador Martín Llaryora presente, los enviados del gobierno provincial al acto central del domingo de la exposición rural de Palermo, la vicegobernadora Myrian Prunotto y el ministro de Agroindustria Sergio Busso, no tuvieron contacto con el presidente Javier Milei. El ministro sí se saludó con Guillermo Francos, el jefe de Gabinete de la Nación, y con algunos funcionarios de la cartera económica de Luis Caputo. 

No desentonó la ausencia del mandatario cordobés, que recién este viernes volverá de su larga gira por Asia y Europa, de la que se conocen pocas novedades luego de las primeras fotos desde Corea del Sur. 

En el tradicional predio porteño estuvieron apenas un grupito de gobernadores y no de las provincias agroproductivas. Se lo vio al radical chaqueño Leandro Zdero, al mandatario de San Luis, Claudio Poggi, de Juntos por el Cambio, y al jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri. No fue, por ejemplo, Maximiliano Pullaro, radical de Santa Fe que mantiene una relación ambivalente con Milei. Lejos la escena de la foto protocolar de tres semanas atrás, para el pacto de mayo que se firmó el 9 de julio en Tucumán.

Para los cordobesistas, no hubo nada nuevo bajo el sol ni se colmaron las expectativas de escuchar algún anuncio sobre baja o atenuación de las retenciones a las exportaciones para el sector que Llaryora y Juan Schiaretti suelen decir mueve la economía nacional. Lo que sí, advirtieron en relación a la frase de “la paciencia del campo” que manifestó el titular de la Sociedad Rural, el anfitrión Nicolás Pino, para expresarle apoyo a Milei, que la dirigencia puede tener paciencia, pero no el campo en sí que necesita respuestas. La ausencia de anuncios estructurales de parte del libertario le da margen a Llaryora y a Juan Schiaretti, quien está enfocado en el juego nacional, para mantener  la llama del reclamo pro campo con el que el cordobesismo fideliza al sector. En la línea del apoyo a Milei pero con identidad propia, los mediterráneos admiten que seguirán peleando por la baja de las retenciones y el fin de la expoliación del campo.  

En el diagnóstico no hay diferencias, admiten en el Panal. Pero el  sistema espera la baja o la quita total de las retenciones, el fin del cepo y la mejora del tipo de cambio para liquidar las exportaciones, y Milei no sólo pateó todo para cuando haya superávit fiscal sino que no dio una fecha o un plazo concreto.

Todo eso cavilaron los oficialistas tras la larga jornada del domingo donde les fue imposible siquiera saludar de cerca al presidente, ya que la disposición del escenario en la Rural obligó a Protocolo y Seguridad a seguir un recorrido particular para sacar al libertario al exterior. Conclusión, tras el discurso se fueron al stand de Córdoba. 

Sí hubo reconocimiento por algunos anuncios del actual gobierno nacional que el Panal contrasta con lo que no hicieron los gobiernos kirchneristas como la habilitación de la exportación de cortes de carne vacuna que estaban limitados, o la baja de aranceles para importar fertilizantes. “Es bienvenido pero no toca las distorsiones en el sector”, enfatizan, “ni le sacan la pata al campo, que le da al estado nacional un tercio de todo lo que produce sin que eso vuelva a la provincia”, agregan. 

El reclamo se cruza acá con los fondos que no está enviando la Nación a Córdoba y cuyo pedido volvió a aparecer en agenda, luego de meses de cautela, en la voz, por ejemplo, de la vice Prunotto. Dicen que Llaryora, que habla seguido con Francos, le dejará el rol de policía mala a su vice. El déficit de la Caja de Jubilaciones, los subsidios al transporte, el Fonid, para enumerar los más importantes, y nadie descarta que el Ejecutivo cordobés siga los pasos de Santa Fe y reclame los flujos previsionales en la Corte Suprema. Ya lo hizo con Cristina y con Alberto Fernández.  Por eso provocó malestar que Pino, tras avisarle a Milei que “el campo” le tendrá paciencia hasta las baja de las retenciones, le exigió casi a las provincias que ajusten sus cuentas y cuiden el equilibrio fiscal. “Claro, sin ayuda del estado nacional  y haciéndonos cargo de todo”, fue la queja inmediata al ruralista que nunca pagó sueldos ni jubilaciones de una plantilla estatal. “El inmobiliario rural, que es el único impuesto que la provincia le cobra al sector primario, implica 50 kilos de soja por hectárea, mientras que las retenciones se llevan 1500 kilos por hectárea”, compararon los funcionarios. 

En sectores ruralistas cordobeses admiten que toda la campaña 20324  se hará sin modificación del actual esquema impositivo e incluso con el impuesto país “encima”. Como el llaryorismo, eligen creer, pero para primeros el déficit de la promesa de campaña libertaria también es una oportunidad electoral para lo que se viene.

CON INFORMACION DE DIARIO ALFIL, SOBRE UNA NOTA DE BETTINA MARENGO

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