El brutal asesinato de Susana Beatriz Montoya (74) en Córdoba sigue causando conmoción, especialmente por su vínculo con la historia oscura de la dictadura argentina. La víctima, viuda del comisario secuestrado y asesinado durante ese período, suscitó un debate sobre la violencia familiar y las implicaciones de su muerte.
En el marco de la investigación, este jueves detuvieron a Fernando Albareda, hermano de Ricardo Albareda, quien es representado por el abogado Juan Pablo Bastos.
En declaraciones a Cadena 3, Bastos expresó que su cliente "tiene la plena convicción de que el autor del crimen es su hermano". Agregó que "esta razón se debe a una serie de indicios, fundamentalmente marcado por la personalidad sumamente interesada en la cuestión económica y en el dinero". "Por codicia llegó al extremo de matar a su propia madre", completó.
El abogado también destacó que la motivación detrás del crimen podría estar relacionada con el deseo de hacerse del 100% de la indemnización que la familia debe recibir. Y amplió: "El único que pretendía hacerse el 100% de esa indemnización era Fernando. El resto de la familia lo tomaba como un resarcimiento, pero que no les cambiaba la vida. Y esto fue planteado por Fernando a su madre. Tiempo atrás fue con un planteo de que la indemnización debía ser percibida exclusivamente por él. Y su madre le manifestó que no, que eso debía ser distribuido entre los integrantes de la familia".
Respecto a las consideraciones de Ricardo, dijo que "sospecha de la responsabilidad de su hermano, dando muerte a su propia madre", afirmó Bastos, quien también criticó las maniobras de manipulación de la investigación, señalando que "alega circunstancias de persecución política que son absolutamente falsas, inexistentes".
Además, Bastos habló de un "montaje" en el velorio de la víctima, donde "organizaciones de derechos humanos y acciones políticas pretendían manipular la investigación, recreando la hipótesis de que esto fue una represalia por la lucha por los derechos humanos de Fernando Albareda".
Bastos aseguró que se trata de un hecho que "va a quedar marcado en la historia criminal de Córdoba". Y desarrolló: "No solamente porque es poco común que un hombre dé muerte a su propia madre y por la manera en que lo hizo, sino también que esta persona sea un militante activo de los derechos humanos y que una vez cometido el crimen se vea rebasado en esa condición de militante con la exclusiva finalidad de tratar de justificar alguna evidencia que permita sostener una hipótesis falsa de que todo esto es consecuencia de la mano de obra desocupada de la Policía o de grupos de tareas de los años 70 como consecuencia de la lucha por los derechos humanos de Fernando".
Además, Bastos manifestó que Ricardo "está sumamente afectado por la muerte de su madre, pero también por todo lo que estoy señalando, como el soportar que en el velatorio, pero más que todo en el sepelio, Fernando montara toda una actuación política con banderas y con la presencia de activistas que nada tenían que ver con la personalidad de Susana Montoya, ni mucho menos con la de Ricardo".
En efecto, concluyó: "Él se vale de la condición de militante de los derechos humanos para procurar su impunidad en un crimen que ha diseñado con ese ardid".
Fuente: Cadena 3