Cordoba. "La banda de los futbolistas", más complicada

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“Hoy lo soñamos, mañana lo logramos”. La frase, muy de moda en los encuentros de inspiración, le daba nombre al grupo de Whatsapp que compartía un grupo de amigos de los barrios Lamadrid, San Roque, Los Granados, Ameghino Norte y Matienzo, en el oeste de la ciudad de Córdoba.

Salidas, asados y partidos de fútbol 5 u 8 todos los miércoles era el principal motivo, en sus inicios, de este chat. Pero que con el tiempo fue mutando a otro afán. "Necesito un 8" "¿Hay alguien para jugar de 9?", escribía uno de los miembros más activos y no se trataba justamente para ir a jugar a la pelota. Cuando alguien levantaba la mano, la dupla ya estaba lista para salir de inmediato.

Robo de ruedas, sustracción de elementos que estaban en el interior de los vehículos, llevarse directamente un rodado estacionado o entrar a robar en una casa cuyos moradores justo se habían ido.

 Para el fiscal Juan Pablo Klinger, detrás del grupo de amigos que se juntaba a jugar al fútbol se escondía el principal motivo de tantos mensajes: habían conformado una banda dedicada a robar en la zona norte de la Capital cordobesa. Por lo general, siempre en la zona del Cerro de las Rosas.

De esta manera se sintetiza cómo operaba este grupo, siempre según consta en la investigación policial.

Entre las fotos de los partidos y los asados, los sospechosos también se iban pasando imágenes de armas y de dólares. "Se creían realmente impunes", graficó un sabueso judicial que durante meses siguió los pasos de "Los Futbolistas", tal como denominaron a esta banda durante los largos meses que estuvieron tras su rastro.

Cuando se reunieron las 14 identidades de los que jugaban al fútbol, la fiscalía comenzó a desmenuzar cuál habría sido el rol de cada uno en esta serie de robos. Y así, terminó por imputar a 11 de ellos, sobre los que ordenó la inmediata detención.

Lucas Emanuel Pacheco, Fabricio Ezequiel Villafañe, Agustín Alejandro Juárez, Adrian Catriel Moreno, Christian Franco Román Veliz, Brian Nicolás Vera, Christian Alfredo Falón Altamirano y Santiago Daniel Barrera fueron detenidos en abril último. Mientras tanto, Luciano Valentín López, Braian Martín Figueroa y Joel Agustín Peralta Moyano continúan prófugos.

A los ocho primeros, la fiscalía les acaba de ordenar la prisión preventiva.

Para llegar a ellos, la fiscalía cambió el modo de pensar una investigación por robo. Ya no fueron a buscar cada rueda robada por separado, sino que comenzaron a indagar sobre el patrón de comportamiento delictivo. Detectaron una conducta similar detrás de una reiteración impresionante de ataques contra vehículos estacionados en la vía pública.

Y de esta manera, se empezó a tirar de un hilo que 12 meses después del robo de la rueda de una camioneta que estaba estacionada en el Cerro de las Rosas le permitió a los detectives configurar una causa compleja, con 11 acusados.

 Haber logrado interceptar aquel grupo de WhatsApp terminó por ser clave. La cantidad de mensajes cruzados, en los que hacían alarde de los episodios delictivos, configuró una pista más que importante.

A un Renault Sandero gris, al que le iban cambiando la chapa patente, dentro del grupo de WhatsApp lo habían bautizado como "La Satánica". Era el vehículo que preferían para salir a robar.

Además, en los teléfonos de cada uno de los sospechosos fueron encontrando nuevos datos. La impunidad con la que se mensajeaban no dejó de asombrar a los pesquisas de Robos y Hurtos.

Uno de los apuntados como un presunto cabecilla de la banda, a toda hora, todos los días, chateaba con un contacto agendado como "tío", al que le ofrecía "chicas" y "grandes", en los que se entiende que eran ruedas de autos y camionetas recién robadas. De inmediato coordinaban que pasara por un galpón a dejarlas y acordaban el pago. A veces, el ladrón se las dejaba "al fiado" al reducidor. Así se simple.

Otro de los sospechosos directamente no anduvo con metáforas al momento de agendar a un comprador de objetos robados, que en su lista de contactos figuraba como "Agus reduce".

Los "futbolistas" no tienen empacho en contar, por chat, cómo se "tentaban" mientras iban a hacer un trámite común y frenaban en el camino para robar una rueda o cualquier pertenencia de algún auto estacionado. A toda hora.

 Ya de noche, también se organizaban para salir a tocar timbres, hasta que detectaban alguna casa sin moradores, en la que ingresaban en cuestión de minutos para buscar lo que hallaran de valor en su interior.

Tras ser detenidos ocho de los 10 imputados, todos nombraron abogados defensores, acusaron la acusación en contra de ellos y optaron por callar. 

Fuente: Cadena 3

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