Cristina Fernández de Kirchner, preocupada porque la pelea de Máximo con Kicillof "puede romper todo"
POLÍTICAAgencia 24 Noticias“Todo se está yendo a la mierda”, le confesó uno de los más importantes dirigentes de La Cámpora a su interlocutor en la tarde de ayer. Fue al inicio de una charla en la que ambos repasaban cómo está escalando la discusión entre los diferentes sectores de lo que parece ser la descomposición final de Unión por la Patria de la Provincia de Buenos Aires.
Axel Kicillof, que volvió a hablar con algunos productores mediáticos a través de su ministra Jesica Rey también lo ratifica en cada oportunidad que tiene a su alcance. Observa que Máximo Kirchner y sus amigos, entre los cuales a veces incluye, y otras no, a Sergio Massa, lo quieren dejar arrinconado como un mero candidato que deberá defender intereses de otros. “Eso no va a pasar” anticipa.
Las miradas absortas y de incomprensión llegan, incluso, hasta la propia Cristina Fernández de Kirchner, que observa claramente como no puede contener los insultos que ratifican los posicionamientos políticos entre los partícipes de su troupe bonaerense. “Ella mandó a contener a cada sector y eso, indudablemente, necesitaba que entre ellos se diferenciaban. Pero nunca pensó que se desbordaría de esta manera” manifestó, en privado, uno de los más cercanos colaboradores del presidente del PJ provincial, Kirchner.
En el razonamiento de la ex presidenta y vice de la Nación, a la que hoy le pasan factura por las designaciones de Alberto Fernández, Daniel Scioli y Amado Boudou como sus candidatos presidenciales o para vice, es que dadas las diferencias que tenían, personales y políticas, entre Kicillof, Máximo Kirchner y Sergio Massa, debían “contener lo que el otro perdía”.
El gobernador dejó para este proceso a su amigo Carlos “Carli” Bianco como máximo operador y su representante directo en la gestión y en las relaciones. “A Carli no le da”, sostienen, inclusive, los que hoy trabajan para que Kicillof llegue con éxito a saltar de la Provincia a la Nación.
Experimentados, Jorge Ferraresi, de Avellaneda, y Mario Secco, de Ensenada, son las espadas mediáticas más filosas que alientan la postulación de Axel. Por otro carril trabajan, no tan coordinadamente, Andrés “El cuervo” Larroque y Gabriel Katopodis, quien en su carácter de ministro de Infraestructura y ex funcionario de la misma área a nivel nacional recorre no sólo el territorio bonaerense sino todo el país.
Sin embargo, lo que nunca se ha visto desde que el peronismo se transformó en kirchnerismo es que sus integrantes discutieran en todos los frentes, mediáticos y en las redes, como así también en los territorios que antes eran “intocables”, por plata, manejo de regiones y presupuestos.
“Hasta no hace poco, un intendente no se metía en el distrito del otro. Ahora eso no se respeta más”, confesó uno de los pocos que toma nota que el fin del kirchnerismo, tal cual se conoció, está a punto de fenecer. “Hace veinte años, Eduardo Duhalde, que tenía alambrado todo, proponía la pelea entre facciones pero todos comíamos asados los fines de semana en San Vicente, eso no existe más. Ni siquiera pueden cruzarse en un acto para entregar dinero”, comenta la misma fuente, casi añorando épocas que no volverán.
La discusión a cielo abierto propuesta por los intendentes de Quilmes y Lanús, los camporistas Mayra Mendoza y Julián Alvarez por el manejo de los ingresos del puerto de Dock Sud, hoy administrado en su totalidad por el municipio de Avellaneda, que conduce Ferraresi, ingresó en tribunales. “El no hay plata nos desequilibró parece”, confesó un amigo de los tres jefes comunales en cuestión.
Quienes conocen el paño bonaerense se desesperan porque “por un lado está Cristina, que sabemos que es lo que es y su llama es cada vez más chiquita. Pero, por el otro se muestran los que pretenden armar una copia berreta de todo aquello. Entonces, entre algo y la nada, nos quedamos con algo”.
“Mirá la incomprensión que tienen algunos compañeros que tuvieron que ir a buscarlo, de nuevo, a Martín Insaurralde” dijo uno de los que se juntó con él y otra docena de dirigentes para reencauzar lo que antes él catalizaba. “Tanto Massa como Máximo son representantes de una porción, pero no pueden ponerse a administrar las tensiones de todos. En eso Martín les saca un campo a todos, porque si bien siempre quiere algo para él, también le da al otro lo que quiere”, explicó.
Una vez por semana, sin embargo, se agregan intendentes o se juntan otros que venían participando del peronismo kirchnerista renovador para decir que no van a estar ahí. Son casi una docena de intendentes y ex jefes comunales los que trabajan activamente para presentar una “nueva canción” con el auspicio de gobernadores como Martín Llaryora u otros experimentados representantes provinciales y nacionales. Algo parecido de lo que provocó el nacimiento del Frente Renovador, aunque aún no encontraron el primus inter pares que significó el ex candidato presidencial y súper ministro de Economía de Alberto y Cristina Fernández.
CON INFORMACION DE MDZOL.COM