Al cordobesismo le fue mal en la votación de las autoridades del Consejo Federal de Inversiones (CFI), donde los gobernadores del PJ y un par de provinciales sumaron su voto para sostener al actual presidente, el peronista Ignacio Lamothe, pero el vaso medio lleno para el Panal es que evitó quedar “pegado” a un dirigente vinculado al senador cristinista Wado de Pedro.
Con Martin Llaryora en el exterior, la representante de Córdoba en la reunión del CFI que se hizo en el barrio de Retiro de Capital Federal fue la vicegobernadora Myrian Prunotto (en principio iba a ir el ministro de Gobierno, Manuel Calvo), que terminó volcándose a la posición de los mandatarios de Juntos por el Cambio.
Llaryora y su antecesor, Juan Schiaretti, tenían un candidato para conducir el CFI, el larretista Bruno Screnzi, pero a falta de apoyo derivaron su adhesión a los dirigentes propuestos por radicales y amarillos. El que tuvo más chances fue Sebastián García de Luca, ex jefe de campaña de Patricia Bullrich, que no logró el número para presidir pero sí un lugar como directivo del organismo.
Fueron varias tardes de rosca en CABA. Cerca del sanfrancisqueño se mostraron conformes porque, acomodando el chasis, aseguran que Lamothe y el mandatario provincial “no tienen problemas”, a diferencia de Schiaretti, resaltan, que no quiere saber nada con algo que tenga una veta K.
El CFI maneja una caja millonaria para créditos y financiamiento a provincias, costeada con parte de la coparticipación federal de impuestos. Solo dos distritos no lo integran, CABA y San Luis, aunque la provincia puntana volvió a sumarse ayer, con el PRO Claudio Poggi, luego de la votación de las autoridades.
Lo cierto es que Lamothe no logró los dos tercios que se necesitan en la “primera vuelta” para ser elegido. Tras lo que parecía un cisma entre peronistas, con un candidato propio del formoseño Gildo Insfran, al mercedino (igual que Wado de Pedro) lo votaron Axel Kicillof (Buenos Aires), Ricardo Quintela (La Rioja), Sergio Ziliotto (La Pampa), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Gustavo Melella (Tierra del Fuego), los díscolos Raúl Jalil (Catamarca) y Osvaldo Jaldo (Tucumán), e Insfran. A ellos se sumaron los patagónicos Alberto Weretilneck (Río Negro) y Rolando Figueroa (Neuquén) y el massista Gustavo Sáenz de Salta. Cuatro años más de gestión.
Prunotto terminó votando junto al conglomerado radical/PRO que integran Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Ignacio Torres (Chubut), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Marcelo Orrego (San Juan), Alfredo Cornejo (Mendoza), Gustavo Valdez (Corrientes) Leandro Zdero (Chaco) y Carlos Sadir (Jujuy). Los ex Juntos presentaron una terna de postulantes integrada por García de Luca, el exdiputado y funcionario de Santa Cruz, Felipe Alvarez, y el consultor Gastón Douek. Además de la vice de Llaryora, a este esquema se sumó Claudio Vidal (Santa Cruz). Igual, el mensaje que se emitió desde el CFI fue el de un presidente elegido por unanimidad.
En el mapa de las sintonías, ayer el cordobesismo quedó junto a los gobernadores donde más cómodos se vienen mostrando Llaryora (Región Centro, Orrego de San Juan, el chubutense Torres) y Schiaretti, que acaba de sumar una foto con el mendocino Cornejo.
El sanfrancisqueño había jugado para lograr su cuota parte de poder en el CFI. Hace un mes organizó en Córdoba junto a su ministro de Finanzas, Guillermo Acosta, un encuentro del organismo al que invitó a ministros de Producción de todo el país. Se venía la elección en el organismo federal y cerca de Llaryora empezaban a deslizar el nombre de Screnci, que si bien fue funcionario de Horario Rodríguez Larreta, lo ubican como originario de la vieja JP. No pudo ser, pero en el cordobesismo se entusiasman con la presencia dentro de la estructura del puntano Luis Macagno, una suerte de intermediario entre la Provincia y Lamothe.
CON INFORMACION DE DIARIO ALFIL, SOBRE UNA NOTA DE BETTINA MARENGO.