La lógica de un abordaje regional a los problemas y desafíos en común que puedan tener aquellas localidades enclavadas en una misma área del mapa provincial, es un concepto que imponen los nuevos tiempos y una modalidad de gestión adoptada cada vez más intendentes y jefes comunales.
Concebir las administraciones locales de manera parceladas es un precepto vetusto ya. Más allá de las particularidades que tiene cada municipio, los jefes y jefas comunales entienden que una mirada integral, amplia e intermunicipal de los problemas comunes, mejora sin dudas los resultados obtenidos. Ese es en esencia, por ejemplo, el espíritu de las Comunidades Regionales.
En el departamento Colón, el segundo más importante después de Capital, un grupo de seis mujeres con responsabilidad de gobierno avanzó en esa línea con un plus: conformaron un bloque político pero con perspectiva de género. Hace unos meses, Claudia Acosta (Mi Granja), Carolina Cristori (Saldán), Paola Nanini (Colonia Caroya) y las jefas comunales Nilda Lauret (Colonia Vicente Agüero), Natalia Di Pace (Villa Cerro Azul) y Dalma Bustos (Tinoco) lanzaron la Escuela de Gestión de Gobiernos Locales orientado precisamente a la capacitación de mujeres que se desempeñen en la función pública. El objetivo trazado fue generar un espacio de trabajo en red para pensar y desarrollar políticas públicas para esa región.
Si bien el foco de esa construcción que juntó a mujeres de diferentes extractos políticos es la gestión regional, existen también objetivos políticos tendientes a visibilizar las administraciones llevadas adelante por mujeres. El marco es un departamento en el que históricamente el oficialismo provincial encumbró siempre a referentes hombres. Las intendentas y jefas comunales entienden que es hora de dar vuelta esa lógica.
La liga de mujeres peronistas y vecinalistas de Colón se lanzó con apoyo de la senadora Alejandra Vigo y la vicegobernadora Myrian Prunotto. Si bien, el espacio ya se mueve con total autonomía y tiene perfil propio, el respaldo de esas dos dirigentes le dio un envión inicial potente.
A su vez, tanto Prunotto que juega de local en esas tierras como la propia senadora nacional interesadas en armar en el segundo distrito más importante de la provincia, capitalizan la movida pro mujeres.
Sin embargo, quien estuvo en el cierre de la Escuela de Formación que tuvo lugar este fin de semana fue la diputada nacional Natalia de la Sota; hoy, quizá, la oficialista cordobesa más crítica del gobierno del presidente Javier Milei y también del posicionamiento que el propio gobernador Martín Llaryora tiene frente al modelo nacional.
De hecho, este fin de semana, desde Villa Dolores la diputada opinó: “El gobierno provincial tiene que posicionarse un poco más fuerte. Tiene que exigir más y diferenciarse más. Entiendo también la posición de los gobernadores, muchas veces tienen que bancarse ciertas cosas porque tienen que gestionar una provincia, pero lo que está pasando debe decirse con claridad y con fuerza”. La hija del tres veces gobernador de Córdoba ya avisó que buscará renovar su banca en el ´25, aun cuando su nombre no aparece por ahora en los borradores que está trazando Hacemos Unidos para jugar las legislativas.
Con todo ese telón político de fondo, De la Sota pasó por Colón este fin de semana. Un departamento políticamente supervisado desde Hacemos Unidos por el caroyense Gustavo Brandán, secretario de Coordinación de Infraestructura de la Provincia de Córdoba, y hoy principal articulador.
La diputada fue invitada por la jefa comunal vecinalista de Villa Cerro Azul, Natalia Di Pace, quien ofició de anfitriona en la actividad de cierre. En su discurso, la jefa comunal valoró la “coherencia política” de De la Sota en el Congreso y sus “reivindicaciones históricas”, dos puntos que justamente la llevaron a votar diferente de sus propios compañeros de banca cordobesista este año en el Congreso.
A su turno, la diputada brindó un mensaje crítico de la realidad nacional y les pidió a las mujeres salir a explicar lo que, a su entender, el modelo de gobierno libertario dejará si sigue adelante con la motiserra. “Siento que hay dos realidades: una, la del festejo por redes sociales del déficit cerró y la motosierra, la pérdida de puestos de trabajo y el recorte de medicamentos a los jubilados PAMI; y después está la realidad verdadera con la gente desesperada, con el consumo por el piso y con los jubilados optando entre comer o comprar sus remedios”.
Desde el bloque de mujeres intendentas aclararon (por si hacía falta) que la construcción del espacio de gestión es trasversal y que en nombre de ello podrán pasar todas las dirigentas que así lo deseen. “No estamos de campaña, estamos trabajando”, concluyeron.
CON INFORMACION DE DIARIO ALFIL, SOBRE UNA NOTA DE SORIA YANINA.