Convencidos que la alternativa no es ni Milei ni Cristina
POLÍTICA - CÓRDOBAAgencia de Noticias del InteriorEl final de año delata verdades propias del modelo del cordobesismo y ratifica otras tantas. Entre ellas, la firme postura de los jefes del peronismo de Córdoba por apartarse de los extremos de la grieta 2024, esa que tiene en una punta el liderazgo del presidente Javier Milei; y en la otra, su antagonista, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Tanto el exgobernador Juan Schiaretti, como su sucesor Martín Llaryora, están convencidos que se debe fortalecer el espacio de centro. Ese que por ahora en los despachos del Centro Cívico definen como una cooperativa sin líderes. "Hay un espacio que contiene Milei, otro Cristina y está la cooperativa del centro. Esa que no tiene jefes y es donde está ‘el Gringo'", reconoció esta semana una persona muy importante dentro del Gobierno provincial.
Ese espacio, en el que incluso los dirigentes más cercanos al exgobernador reconocen que el socio fundador del cordobesismo habla con todos: Horacio Rodríguez Larreta, Martín Lousteau e intendentes del conurbano bonaerense es el que todavía no tiene un jefe. O, por el contrario, es precisamente esa cooperativa de caciques la que no permite materializar y darle forma a un liderazgo que se ponga al frente de las ideas que comparten.
Mientras tanto, Schiaretti puntea el 2025 electoral. En el schiarettismo guardan las cartas, en el llaryorismo insisten con la candidatura en Caba y ahora le agregan otra tesis: "Puede ser candidato en Córdoba, pero la campaña la tiene que hacer desde Buenos Aires". Dicen, que con eso lograría convertirse en un reflector para todo el país desde la pantalla nacional y bajar un mensaje que, con una construcción territorial en todo el país de Hacemos, la marca del caudillo se puede pensar en 10 o 12 puntos en la sumatoria de todos los distritos.
En tanto, cerca de Llaryora observan encuestas que reflejan un repunte del gobernador desde septiembre -al igual que Milei-, aunque sostienen los pilares en los que buscan las diferencias con el libertario: donde sobresalen obra pública, la crítica a la Nación por el recorte de medicamentos en Pami, el OK a Ficha Limpia y la vacante en la Corte Suprema cordobesa. Un cóctel con el que se entusiasman en el llaryorismo para el último sprint del tenso 2024.
Para el puñado de semanas que le quedan al año, Llaryora cerró el acuerdo con el radicalismo para aprobar Ficha Limpia cuya letra gruesa del proyecto es de la legisladora de la UCR, Brenda Austin. La duda ahora es cuándo se vota en la Unicameral. Porque el radicalismo y una buena porción del llaryorismo quieren que se discuta el 18; pero hay otros peronistas que quieren patear el debate para el viernes 27, cuando también se trate el pliego de Jéssica Valentini al Tribunal Superior de Justicia.
"Sería ensuciar Ficha Limpia. Por ahí, conviene que se vote en sesiones distintas", coincidieron dos fuentes del oficialismo y la oposición.
En el medio, el espacio del senador Luis Juez estará atento a cómo se mueven los radicales que conduce Rodrigo de Loredo; por ahora, socios del Frente Cívico. El juecismo pone condiciones por Ficha Limpia y no quiere saber nada con el pliego del TSJ.
Sobre lo último, los radicales tendrán una reunión el lunes de esta semana encabezada por De Loredo y el presidente del partido, Marcos Ferrer. En la UCR hay posturas claras que salieron a respaldar a Valentini, la apuesta de Llaryora; otros que se enojaron por cómo apeló el gobernador al ADN radical de la candidata, cuando saben que fue funcionaria; y están aquellos que dicen que, si no hay diferencias contundentes, la marca de la oposición se la queda Juez.
Así, los ruidos en el arco opositor son muchos; el desgaste de la convivencia entre Juez y De Loredo se sostiene a pesar de la charla de ambos el domingo pasado y el senador está convencido de la idea de Llaryora por revivir el bipartidismo y manda un mensaje: "les pido que no se conformen con las migajas del peronismo".
El radicalismo, también, hace equilibrio con las fuerzas centrífugas y centrípetas de la cooperativa del centro. De Loredo sabe de lo complejo del panorama si se eliminan las Paso y también cerca del diputado son varios los que bloquean cualquier tipo de corrimiento a la derecha en un armado electoral.
En esas encuestas que tiene el Centro Cívico cordobés, la otra conformidad se desprende porque hay números que demuestran que, a medida que los libertarios pierden pureza y ensayan alquimias con otras fuerzas, ceden caudal electoral. "Cuando el PRO, el radicalismo o algún otro se suma con La Libertad Avanza, no se traslada el 100% de lo que tienen por fuera. Todo lo contrario, ese voto moderado queda en Schiaretti y Llaryora", dicen.
Igual, el oficialismo en Córdoba no desconoce la dificultad de la elección 2025. Si Schiaretti no es candidato, el plan A, B y C para ese primer casillero tiene un único requisito: ADN peronista. Y con las tres opciones lo que buscarán será posicionar a alguien para la intendencia 2027.
En el juego de roles, Schiaretti hará la última presentación el lunes en Paraná buscando la ramificación de Hacemos y empoderará la cooperativa. Llaryora, por su parte, cerrará un año legislativo intenso con algunas cartas a su favor; Juez buscará asegurarse el liderazgo opositor y De Loredo tratará de contener la tropa.
Con información de LPO, sobre una nota de Gabriel Silva