Las deudas del 2025 con el BID y el BM entran en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional

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El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que negocia el país sería un Stand By con duración de uno o dos años. E involucraría unos US$ 10.000 millones. El monto no es caprichoso. Lo que se discute entre los negociadores locales del Palacio de Hacienda comandados por José Luis Daza y el viceministro de Economía José LuizDaza, y el equipo técnico que dirige el venezolano Luis Cubeddu, implica el dinero de los vencimientos que el país le debe liquidar al FMI, lo que Argentina ya le pagó el año pasado sin que se hayan concretado los reembolsos comprometidos desde el Fondo más los pagos que se le deben hacer este año a organismos financieros como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Por el primer ítem, en el 2025 se le deben liquidar al FMI unos 2.520 millones en vencimientos de intereses. Por el 2024 Argentina le giró al organismo que maneja Kristalina Georgieva unos 2.242 millones. Esto implican unos US$ 4.762 millones. Si se suman los 3.000 millones que este se le deben liquidar al Banco Mundial (BM) más otros 2.000 millones al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se llega a unos US$ 10.000 millones de vencimientos durante este año más la herencia del 2024. Una idea en paralelo, sería que dentro del acuerdo con el Fondo, también se firme un acuerdo de renegociación de los vencimientos con las dos entidades; para que los pagos de este 2025 pasen más allá del 2026 o 2027. 

Y, en principio, ese es el dinero que desde el FMI se le garantizaría a la Argentina en el Stand By que se negocia en estos días. Y que, según palabras del propio Javier Milei, “sólo le falta el moño”. Lo que no es una carencia menor. El “moño” es ponerse de acuerdo sobre la política cambiaria, un conflicto que se solucionaría con un acuerdo más corto. Por eso se impondría un Stand By por sobre un Facilidades Extendidas.

El primero implica que el organismo que maneja Kristalina Georgieva podría girar el dinero negociado de manera rápida, bajo el compromiso de una reforma coyuntural y ejecutiva de un problema de balanza de pagos. En general la duración de un tratado de este tipo es de dos años máximo (podría incluso de ser de uno), con la posibilidad de extenderlo o renovarlo por dos años más. Un Facilidades Extendidas permite un programa de mas largo plazo, a cambio de la posibilidad de aplicar reformas estructurales con metas trimestrales que un país debe cumplir para ir recibiendo los desembolsos comprometidos. El plazo máximo es de 10 años con la posibilidad de un período de gracia de 4 años y medio para comenzar a pagar la deuda de capital. En general, a media que las metas se van cumpliendo, el FMI va girando trimestralmente parte del capital que se prestó originalmente.

Como no hay acuerdo en cuanto a la política cambiaria a aplicarse, las partes optarían por un Stand By en lugar de un Facilidades Extendidas, opción que podría quedar para una próxima renegociación a concretarse recién en el 2026. O, más aún, el 2027; si para esos años relación peso- dólar está mas cerca de lo que el Fondo Monetario Internacional exige. Esto es, una flotación cambiaria, sucia o limpia. Con intervención o no del Banco Central, entidad que, a los ojos del Fondo, siempre tendrá que existir. Y con funciones claras y sencillas; manejar el precio de la moneda local. Y existente. En la mente del FMI está aplicar en Argentina el esquema que fue exitoso en dos estados que para el organismo son ejemplos en la comarca: Uruguay y Perú. En ambos territorios el Banco Central es fuerte, estable e interventor. Lo contrario de la visión de Milei. Y de Luis “Toto” Caputo. 

Este tema, como la eventual dolarización, quedó congelada en la discusión. Desde el primer semestre del 2024, las partes acordaron no volver a hablar de ambas cuestiones, sabiendo que son criterios incluidos en el programa de gobierno de Milei para esta gestión de cuatro años. Fue decisión política del propio Presidente, dejar de lado las ideas de desmantelamiento del Banco Central y pulverizar la moneda local. Donde las partes no se ponen de acuerdo, al menos por ahora, es en el modelo de intercambio de divisas y pesos. Sospechan desde Buenos Aires que aún interviene en la visión de Cubeddu, la presión del chileno Rodrigo Valdes; el director gerente para el Hemisferio Occidental que fue corrido del caso argentino, pero que aún, parece, influye sobre sus subordinados técnicos dentro del FMI. 

Mientras tanto, y tal como informó este medio, Argentina comenzó a ahorrarse desde febrero de este año, millones de dólares en intereses pagados al Fondo Monetario Internacional (FMI), por la aplicación efectiva de la resolución del Board del organismo de octubre del 2024, por la cual se redujo la política de cargos y sobrecargos que se aplican a los países sobre endeudados y con mal comportamiento. Como la Argentina. En el pago de la semana pasada, el país giró unos 670 millones, monto que hubiera llegado a los US$ 890 millones sin la mejora. Los otros vencimientos que tendrá que cumplir el país serán en mayo por unos US$ 611 millones; que hubieran sido 801 millones sin la reducción de los sobrecargos,  otro en agosto por unos US$ 632 millones (una baja de US$197 millones tras la modificación de las tasas) y finalmente otros 632 millones el primero de noviembre, con una reducción de 198 millones de dólares contra los 830 millones originales sin la quita de intereses.

En total, este año Argentina se ahorraría unos 792 millones de dólares por la reducción de los sobrecargos, mientras que en todo el programa vigente, que se modificaría si se llega a un nuevo acuerdo, a una reducción de la deuda por unos 2.250 millones de dólares en todo el programa. 
Estos sobrecargos se aplican desde el FMI a los países deudores que tienen un nivel de pasivos por encima de su capacidad de pago ante el Fondo; e implican entre dos y tres puntos y medio por arriba de la tasa de interés habitual que un estado deudor debe pagar por un acuerdo Stand By o un Facilidades Extendidas. 

La idea general es presentar en sociedad este acuerdo en la tercera semana de abril 2025, cuando el FMI organice su Asamblea Anual de Primavera, de manera conjunta con el Banco Mundial. Sería un evento clave para cerrar una plan de renegociación de la deuda que vence este año con los tres organismos; por un total de aproximadamente US$ 10.000 millones. Sólo con la posibilidad de desmantelar estas obligaciones del 2025 y la herencia del 2024, para el Banco Central sería un respiro fundamental para las obligaciones financieras del año. Un 2025 que, como se sabe, es electoral.

CON INFORMACION DE MDZOL.COM

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