Cumbre de Seguridad en Casa Rosada

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La Casa Rosada se moviliza y pone en marcha los preparativos para la marcha de jubilados programada para este miércoles frente al Congreso, la secuela de la movilización protagonizada por hinchas de clubes de fútbol - o barras bravas, según la versión del Gobierno- que derivó en graves incidentes y represión policial. En ese marco, el asesor presidencial Santiago Caputo anfitrionó en su despacho una cumbre con los altos mandos de Seguridad del Ejecutivo.

El Señor 5 y el Señor 8, como se conoce al primero y al segundo de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), Sergio Neiffert y Diego Kravetz, ingresaron poco antes de las 11 al Salón Martín Fierro de la Casa Rosada, el despacho que ocupa uno de los vértices del Triángulo de Hierro del Gobierno: el asesor presidencial Santiago Caputo.

A la cúpula de la casa de los espías se sumó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que volverá a liderar el operativo de seguridad frente al Congreso tras haber sido ratificada públicamente por el presidente Javier Milei, que calificó su accionar de la semana pasada -que terminó en un saldo de 40 heridos, 120 detenidos y destrozos- como una "defensa a los valores de la república".

Allí, el jefe de Estado remarcó su slogan "el que las hace las paga" y enfatizó que "los buenos son los de azul y los hijos de puta que andan con trapos en la cara y queman autos y amenazan a la gente porque no quieren perder sus curros". "Esos son los malos y tienen que ir presos”, sentenció el mandatario, para luego adelantar: "Si acelero en las curvas, ahora voy a hacerlo mucho más”.

Con esa promesa, el Gobierno se prepara para repetir el procedimiento de la semana pasada, tal como lo anunció este lunes el jefe de Gabinete, Guillermo Francos: "Si hay una situación de uso de la violencia, se utilizará la represión de acuerdo a los cánones que se hace normalmente".

Las declaraciones de Francos se suman a las propias de Patricia Bullrich, que defendió el operativo de la semana pasada y exculpó a los uniformados de lo ocurrido con el fotógrafo Pablo Grillo, que fue impactado en la cabeza por un cartucho de gas lacrimógeno disparado por la Policía. El proyectil le fracturó la cabeza y el fotoperiodista continúa "estable, pero en una situación delicada", según comentó su padre, Fabián Grillo.

Sin embargo, la versión que sostiene el Gobierno es que el despliegue de las fuerzas de Seguridad fue ejemplar a la hora de combatir lo que consideraron "un intento de golpe de Estado" llevado adelante por "barras bravas". En ese marco, Bullrich comunicó que 26 detenidos durante la movilización identificados como miembros de esos grupos no podrán entrar más a los partidos de fútbol.

Mientras tanto, de nuevo en Rosada, el secretario de Justicia, Sebastián Amerio, principal artífice de la política judicial del Gobierno, también ingresó por las puertas del despacho de Santiago Caputo, con quien tiene un vínculo estrecho.

La presencia de Amerio es fundamental si se la enmarca en la decisión del Gobierno, impulsada por el Ministerio de Seguridad, de denunciar penalmente a la jueza de Primera Instancia en lo Penal, Contravencional y de Faltas N°15 de la Ciudad de Buenos Aires, Karina Andrade, por ordenar la liberación de 114 de los detenidos durante la última marcha.

Para la cartera que comanda Patricia Bullrich, la magistrada incurrió en los delitos de "prevaricato, incumplimiento de deberes y encubrimiento". "Liberó a delincuentes con causas por robo, drogas y agresiones. Nosotros no vamos a permitir que la justicia sea un chiste y pro delincuentes. Con la ley en mano y sin miedo, ni un paso atrás", disparó la funcionaria.

Por último, cerraron el elenco del cónclave en Balcarce 50 el vocero presidencial, Manuel Adorni, uno de los funcionarios que lideran la línea discursiva del Gobierno ante la movilización, y el secretario de Transporte, Franco Mogetta. La presencia de este último es vinculable a una medida aplicada en otras movilizaciones previas: la implementación de retenes en los accesos a la Ciudad de Buenos Aires para evitar el ingreso de colectivos que trasladen manifestantes al epicentro del conflicto.

Sin embargo, un dato no menor. Una alta fuente del Ejecutivo le confió a MDZ que el Gobierno "no espera" la presencia de barras bravas en la marcha de este miércoles, como habían denunciado la semana previa. "Rota el elenco", ironizaron, en referencia a la convocatoria que realizaron movimientos sindicales y organizaciones sociales. Una posible interpretación de ese pronóstico es la expectativa de una menor conflictividad social en la Plaza del Congreso, pero será una jornada larga y todo puede pasar.

CON INFORMACION DE MDZOL.COM

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