Cómo funciona la mesa de dinero del Central y el rol de Cleri, el topo de Massa

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior Agencia de Noticias del Interior

“Ni va”, sentenciaron fuentes que conocen el funcionamiento de la codiciada mesa de dinero del Banco Central. El aludido es el titular de la entidad monetaria, Miguel Pesce, que a diferencia de sus antecesores, evita participar en persona del instrumento tan codiciado es por los ministros de Economía, incluyendo el actual, Sergio Massa. El tigrense apostó a sentar en ese cuarto a un embajador, Lisandro Cleri. Esa silla cobró una mayor relevancia esta semana para sortear el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para buscar frenar la corrida que llevó al dólar blue a tocar los $495.

Lo que ahí se decide, encamina la política cambiaria de un Gobierno: si quiere estabilidad, a fuerza de intervención, o deja correr al mercado. Por estos días fue el epicentro de la estrategia para sortear la dramática escalada del dólar informal que se trasladó a los financieros, lo cual encendió todas las alarmas del BCRA.

La mesa no es una metáfora, es un lugar físico, amplio, en el edificio de la autoridad monetaria, que tiene muchas pantallas colgadas, puestos de operación, esquemas y tablas que muestran los movimientos de los distintos activos financieros. Un jefe de operaciones ejecuta las decisiones sobre el uso de las reservas para intervención en los mercados. La palabra final, dicen los manuales, la tiene el titular del Central.

Hoy no, la última decisión le pertenece a Carlos Fabián Sgarbi, hombre de confianza absoluta de Pesce y la razón por la que el titular no suele aparecer por esa sala. Deja todo en sus manos. “Dicen que a Alfonso Prat Gay le gustaba sentarse y jugar a ser trader. Alejandro Vanoli solo iba en momentos de mucha tensión. Martín Redrado cambiaba la estrategia todos los días”, describió una fuente que conoció a los últimos presidentes de la entidad.

“Cleri en la práctica del día a día coordina lo financiero y en ese juego, opina un poco más de lo que debería sobre lo que debería hacer la mesa”, le confiaron a este medio fuentes del Central que conocen el entramado detrás de la mesa de operaciones, y acotan que al principio, “Miguel (Pesce) no le daba tanta bolilla, pero ahora cada vez cede más ante la presión”.
El martes, cuando el dólar ilegal arañó los $500, el titular del Palacio de Hacienda anunció que utilizará “todas las herramientas del Estado” para llegar a una estabilidad financiera. Una de ellas fue la intervención de la mesa en el mercado. Mientras en Economía aseguraron que fue una movida directa del ministro, en el Central lo desmintieron: “No fue la mano de Cleri".

El uso de la mesa para dar señales de dinero estaba prohibido por una de las cláusulas del acuerdo con el Fondo. Pero alguien lo rompió antes que Massa. El exministro de Finanzas de Cambiemos, Luis Caputo, fue el primero en sortear esa condicionalidad en la historia reciente durante la corrida cambiaria de septiembre de 2018.

“Ni lo sueñes: prefiero pedirles perdón antes que pedirles permiso”, fue la frase con la que le respondió entonces al ministro de Economía, Nicolás Dujovne, quien firmó el programa stand by con el Fondo. Caputo lo hizo cada vez que lo consideró necesario hasta que una orden directa de Mauricio Macri lo obligó a parar.

Lo que Guzmán no pudo
Bajo la gestión del presidente Alberto Fernández, el extitular de la cartera económica Martín Guzmán fue insistente y buscó por todos los medios poder influir en el control cambiario para alcanzar una salida del cepo que le permita a las empresas saldar sus deudas. Incluso en su último pedido al mandatario antes de irse, no se lo concedió: Pesce es uno de los amigos históricos del mandatario y le responde de manera directa.

Cuando Massa fue a negociar su superministerio, pidió también el control del Banco, pero se encontró con la negativa. Con Cleri en la mesa, no obstante, encontró una posición estratégica para ejercer presión y ahora el titular del BCRA, tiene márgenes cortos para sostener una resistencia.

El jueves, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner cargó tintas sobre el amigo presidencial. “Se sienta sobre las reservas”, le reprochó a Pesce. Para la exmandataria lo fundamental está en lo que dice la Carta Orgánica del BCRA, la potestad para “determinar el nivel de reservas de oro, divisas y otros activos externos necesarios para la ejecución de la política cambiaria”.

Lo cierto, es que desde que el martes se “liberó” el uso de la mesa con el “aviso” y la dudosa aprobación del Fondo, las intervenciones continuaron. Las reservas escasean, el blue es un mercado de extrema volatilidad, y queda en la renegociación de las próximas semanas conseguir los dólares frescos para poner sobre la mesa.

FUENTE: LETRAP.COM.AR

Últimas noticias
Te puede interesar
Lo más visto