El re-renunciamiento de CFK no altera los planes de Kicillof, pero...

“No voy a ser mascota del poder”. El re-renunciamiento de Cristina Fernández de Kirchner de este martes no altera los planes del gobernador Axel Kicillof, quien está montado a la campaña por la reelección en Buenos Aires. Sin embargo, la certeza de que la vicepresidenta no estará en el cuarto oscuro este año obliga a poner en relieve dos aspectos que ya estaban sobre la mesa: la posibilidad de un salto del mandatario a la competencia nacional y/o un desdoblamiento de la elección para desengancharla de la nacional.

Luego de la carta que CFK publicó en su página web al término del congreso del Partido Justicialista (PJ) que se celebró en el microestadio de Ferro, en la que ratificó que no será candidata a nada, fuentes del entorno del gobernador indicaron que el dirigente continuará con su marcha en la búsqueda de otro mandato, para lo cual cosecha apoyos de sectores varios.

Su pretensión, no obstante, siempre estuvo y estará supeditada a la estrategia que adopte el Frente de Todos (FdT) y –fundamentalmente– a la decisión de la gran electora. Sin CFK y con el ministro Sergio Massa –el precandidato no lanzado al que el kirchnerismo le hace un guiño– cascoteado por la marcha de la economía que comanda, es dable suponer que el gobernador queda peligrosamente cerca de ser empujado a la contienda nacional, como aún pretende un grupo de dirigentes que tiempo atrás intentó sacarlo “para arriba” argumentando una verdad, que es quien mejor representa al electorado de la vice, aunque escondiendo segundas intenciones, quedarse con ese espacio en la boleta.

“Es Cristina, Massa o Axel, en ese orden”. La sentencia coincidente expresada por dirigentes de diversas tribus todistas a la salida del Teatro Argentino de La Plata el 27 de abril pasado aún contenía la mínima luz de esperanza de un sector de convencer a la vice de que revisara su renunciamiento, algo improbable atendiendo el comportamiento histórico de la senadora.

Ahora, el trío se redujo a dúo, pero con el condicionante extra del massazo del último dato del INDEC del 8,4% de inflación que complica aún más una precandidatura del titular del Palacio de Haciendo, quien de todos modos salió a jugar fuerte reclamando que no haya interna, proponiendo una candidatura de consenso para la que se ofrece.

Como publicó este medio, la pata bonaerense del Frente Renovador –la que hace más de un año le reclama a su jefe que se lance a la carrera presidencial– no está de acuerdo con un desdoblamiento para desenganchar la elección bonaerense de la general, prevista para el 22 de octubre. Tiene lógica: no es negocio ir a la pelea por la Casa Rosada prescindiendo de los votos del dirigente mejor poscionado en la provincia del 38 por ciento del padrón electoral nacional.

Mientras en La Plata avisan que el desdoblamiento está en análisis, la falta del apellido (Fernández de) Kirchner en el cuarto oscuro podría sumarse al lote de argumentos, uno de los cuales ya esgrimió el propio Kicillof al considerar que es necesario “discutir el modelo de provincia, (algo) que, a veces, se ve opacado por la discusión nacional”. La nueva argumentación sería que el elector se encuentre en el cuarto oscuro con una boleta cuya primera foto fuera la del gobernador, evitando quedar relegado en una papeleta que al tope tuviera a un candidato presidencial sin chances de imponerse a Juntos por el Cambio.

En despachos de intendencias del conurbano y del interior donde temen una ola amarilla sopesan la conveniencia de provincializar los comicios. A caballo del triunfo de los oficialismos en otras regiones, se entusiasman con sacar de la carrera a las figuras nacionales del PRO (Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich) y a Javier Milei.

Este martes, el intendente de Ituzaingó, Alberto Descalzo, le hizo un guiño al desdoblamiento. Estimó que un triunfo anticipado en la provincia de Buenos Aires –para lo que, lógicamente, habría que desdoblar la elección– significaría “ir con el as de espada” a la contienda nacional. No hubo otras expresiones públicas de jefes o jefas territoriales en ese sentido, pero un lote grande de dirigentes comparte la impresión de que sin mochila de plomo presidencial y con Kicillof aportando el voto duro K a una campaña bien localista en los distritos el triunfo en las municipalidades queda al alcance de la mano.

Con informacion de LetraP, sobre una nota de Kevin Cavo.