Los valles de la luna en Argentina que quizás no conocías

En nuestro país hay un total de cuatro valles de la luna en diferentes lugares que tienen características distintas, pero todas comparten una: un paisaje de otro planeta.

Argentina sorprende con su diversidad de paisajes, tal es así que se pueden encontrar cuatro valles de la luna distintos, cada uno con sus características y encantos singulares.

Te invitamos a conocerlos.

 
VALLE DE LA LUNA EN JUJUY
Ubicado a cinco kilómetros del pueblo Cusi Cusi, este lugar se encuentra a 3.800 metros sobre el nivel del mar y está repleto de formaciones rocosas erosionadas por el viento y el agua, una perla de la puna jujeña.

Tiene miradores espectaculares con vistas al extenso valle, donde pueden apreciar los picos y farallones de 100 metros de alto de color rojizo, gris, blanco y morado, tallados por la erosión de las rocas volcánicas de la Puna.Dada la complejidad del acceso, su lejanía y el clima riguroso, se recomienda ir en excursión.

VALLE DE LA LUNA ROJO EN RÍO NEGRO
Cerca de la localidad de General Roca, se pueden encontrar el Valle de la luna Rojo, y junto a él, el Valle de la Luna Amarillo.

 
El Valle de la Luna Rojo debe su nombre a las formaciones rocosas de un tono rojizo intenso que se asemejan a un paisaje marciano.

En este singular lugar se realizan caminatas entre las formaciones rocosas y dejarse sorprender con las vistas únicas del lugar.

 
 
VALLE DE LA LUNA EN SAN JUAN
Se encuentra en el Parque Nacional Ischigualasto y es el más reconocido. Tiene formaciones rocosas únicas, fósiles de dinosaurios y un entorno alucinante.

Este particular escenario tiene unas 62 mil hectáreas y es Patrimonio de la Humanidad por el gran valor científico de sus hallazgos paleontológicos.

Su paisaje lunar se compone de muchas geoformas esculpidas por el agua, el sol y el viento sobre las rocas a lo largo de millones de años.

VALLE DE LA LUNA AMARILLO EN RÍO NEGRO
Este tesoro oculto se ubica justo al lado del Valle de la Luna Rojo, a orillas del río Negro. La diferencia es que en esta zona las extrañas formaciones rocosas del suelo tienen una tonalidad amarilla y dorada, un paisaje impresionante.

Esta zona es área natural protegida y se puede conocer mediante caminatas o en bici, donde se pueden recorrer los cañadones y pendientes de alrededores, antes habitado por dinosaurios.

Fuente: Voy de Viaje