

“El karting de su última carrera está intacto”: mataron a su hija, obtuvo “justicia a medias” y vive amenazado
POLICIALES

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“Sacó número mi hija y le tocó a ella, no pudo vivir su vida”, decía a principios de noviembre de 2018 con bronca, pero sobre todo con muchísimo dolor, Claudio Rodríguez. Unas horas antes, dos motochorros habían asesinado a la joven, que entonces tenía 21 años, de un balazo en la cabeza durante un intento de robo en Villa Ballester.

Fue el 10 de noviembre hace cinco años, a las 20.45. Zaira, corredora de kartings y también pilota pero de la categoría TC Mouras, estaba con su novio en el auto, estacionados frente a la puerta de su casa esperando a que su papá saliera para ir al cumpleaños de su abuela. El sonido de un acelerador pisado a fondo y el estruendo de una detonación inmediatamente después quebraron la noche y anunciaron la tragedia.
El crimen Zaira Rodríguez
La aparición de los hermanos Pablo y Gastón Murray tomó por sorpresa a la pareja a bordo del Volkswagen Gol Trend blanco en el cruce de las calles Lamadrid y Sarmiento, de Villa Ballester. Uno de los delincuentes desenfundó rápidamente un arma y los amenazó para que bajaran una de las ventanillas, pero entonces Nicolás Impiomboto, el novio de la víctima, intentó una maniobra arriesgada para escapar y la respuesta del otro fue letal.
De acuerdo a la investigación, el chico arrancó a toda velocidad y embistió la moto, arrastrándola varios metros mientras los Murray huían a pie y a los tiros. Uno de esos proyectiles fue el que alcanzó a Zaira en la cabeza, a la altura de su oído derecho. Aunque la trasladaron de urgencia al Hospital Castex, los médicos no pudieron hacer nada para salvarla y murió poco después.
La caída de los asesinos
“Los rastros balísticos levantados en el lugar, el examen de la cantidad de impactos recibidos por el Volkswagen Gol y obvia (y lamentablemente) el proyectil recibido por Zaira Rodríguez en su cabeza dejan fuera de todo margen de dubitación, el dolo de muerte en el accionar de los causantes al no haber podido lograr el fin de robo”, aseguró en aquel momento ante los medios el fiscal Fabricio Iovine, a cargo de la investigación.
El otro detalle que fue clave para dar con los responsables del crimen fue su propia moto, que fue embestida, arrastrada y quedó finalmente debajo del auto de las víctimas. La patente de ese vehículo fue lo que dirigió a los investigadores al domicilio de los Murray y el padre de los hermanos entregó a su hijo Pablo, autor confeso del crimen.
En tanto, Gastón, el hermano mayor del detenido, fue capturado ocho días después del asesinato de Zaira. Entonces se constató que tenía vigente una condena de un año y nueve meses de prisión por “amenazas, lesiones leves agravadas por la relación de pareja y robo simple”.
El juicio
El juicio por el caso llegó en junio de 2021 pero la decisión de la Justicia conformó solo a medias a la familia. Es que el fallo del Tribunal Oral Criminal (TOC) 5 de San Martín condenó a Pablo Daniel Murray a prisión perpetua por el “homicidio criminis causa” de Zaira, pero a su hermano Gastón lo sentenció a una pena de 15 años por el delito de “homicidio en ocasión de robo con reincidencia”.
“Después de la sentencia quedó un sabor amargo por la condena a Gastón Murray”, recordó ahora Rodríguez, tras lo cual resaltó que éste tenía varias causas en su haber y era reincidente. Tanto la abogada que representó a la familia como el fiscal del juicio apelaron ese fallo y el recurso dio sus frutos seis meses más tarde, ese mismo año.
En diciembre de 2021, el Tribunal de Casación Penal determinó agravar la calificación para el mayor de los Murray y declararlo culpable por “robo calificado por el uso de arma en grado de tentativa en concurso real con homicidio criminis cause”, misma carátula por la que su hermano había sido condenado a la pena máxima.
“Eso trajo un poco de paz, pero todavía no tenemos condena firme, así que alivio ninguno”, sostuvo el papá de Zaira, y enfatizó: “Se hizo Justicia, pero la Justicia no te devuelve la vida de un hijo”.
Las amenazas
En medio del duelo y la lucha por conseguir justicia, aparecieron también las amenazas. Así lo denunció Claudio Rodríguez y apuntó al entorno de los hermanos detenidos por las intimidaciones que recibía.
“Un año después del crimen nos entraron a robar en la empresa, que está cerca de donde vive la familia de los asesinos”, relató el hombre. “Le pegaron con un arma a mi pareja, tan fuerte que la rompieron”, detalló sobre ataque.
Y completó: “Los asaltantes eran tres y a uno se le cayó el barbijo. Después lo buscamos en las redes y encontramos una foto de esta persona abrazada a Pablo Murray, el asesino de Zaii”.
De acuerdo a su testimonio, en el mismo perfil encontraron otra publicación en la que celebraban: “Hoy hay plata, hoy estamos de fiesta”. El posteo fue compartido a horas del robo y estaba acompañado por una imagen de los condenados dentro de la cárcel.
Con informacion de Todo noticias.





