Entre bosques de pino, calles de ripio y aire libre de contaminación, La Cumbrecita es uno de los destinos más populares de las sierras cordobesas.
Esta localidad, a 118 kilómetros de Córdoba, es el único pueblo peatonal de la Argentina. Su ritmo tranquilo, el contacto directo con la naturaleza y sus actividades al aire libre han sido motivo de admiración por muchos países del mundo.Los visitantes podrán acercarse a la entrada del lugar, estacionar sus autos en la playa comunal y ajustarse las zapatillas para recorrer las calles céntricas de La Cumbrecita. Ingresar a esta comuna es iniciar un viaje de tranquilidad, en el que la mano del hombre y la naturaleza encontraron un equilibrio perfecto.
Un plan imperdible
El recorrido estará lleno de perlas por descubrir: desde bosques de pinos, cascadas y cursos de aguas cristalinas hasta añosos bosques plagados de senderos y típicas construcciones alpinas a ambos lados el camino. Aquí el senderismo es una de las actividades preferidas.
También se puede afinar el olfato y llegar hasta alguna de las cocinas que hay en el pueblo para degustar un goulash con spatzle, salchichas alemanas o tortas caseras.
Otra buena forma de conocer la historia de La Cumbrecita es recorrer algunos puntos icónicos como las casas de los primeros habitantes del lugar, la capilla histórica y la fuente del pueblo. El camino puede terminar con una taza de té y una porción de torta en la casa de Tante Liesbeth, una antigua ama de llaves del lugar.
Para aquellos que prefieran la adrenalina está la opción de sobrevolar el pueblo practicando arborismo o tirolesa. Ambas actividades se realizan con guías que van acompañando paso a paso la travesía. Desde la cima de los árboles, la vista panorámica y la mezcla de colores componen una experiencia imborrable.
Qué hacer
En este pintoresco pueblo no hay que perderse: las caminatas por el centro histórico y las paradas gastronómicas en alguno de sus restaurantes. Para descubrir una nueva mirada son recomendables el arborismo y la tirolesa, entre otras actividades de aventura. Se suma el trekking por sus cerros y senderos y la visita a sus cascadas.
Fuente: El Diario