Cordoba. Atraparon al "Cara de Nafta", acusado por el crimen de Las Violetas

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Miguel Alejandro Cuello tenía 32 años, dos pequeños hijos, una pareja y una familia ampliada que todavía no puede empezar el duelo por su muerte.

Barrio Las Violetas, en el lejano oeste de la ciudad de Córdoba, fue su hogar de toda la vida. Y, también, la trampa que derivó en su absurdo crimen.

Según la investigación que lleva adelante el fiscal Horacio Vázquez junto a un grupo de detectives de la división Homicidios de la Policía de Córdoba, el pasado lunes 19 de febrero, "Ale" -como lo llamaban sus seres queridos-, terminó su trabajo como instalador de aire acondicionado y se fue en moto hacia la casa de un amigo para ver por televisión el partido de fútbol que Talleres iba a disputar ese atardecer en Buenos Aires contra Barracas Central.

Ya de noche, con el encuentro finalizado, decidió que era momento de volver a su casa. Quería llegar antes de que sus hijitos se durmieran, para saludarlos. Pero nunca llegó. Cuando estaba por ingresar a Las Violetas, en plena avenida Santa Ana, quedó en medio de un furibundo tiroteo entre dos bandas que hace tiempo se disputan el comercio de drogas en ese sector de la ciudad. 

Dos de las varias bandas desparramadas por esa zona que no tienen ningún problema en cruzar balazos a cualquier hora para intentar quedarse con el dominio territorial asociado a los negocios ilegales.

Cuello, que nada tenía que ver con esa disputa, fue alcanzado por un balazo que le costó la vida. 

"Alejandro venía de ver el partido, se iba a su casa en Las Violetas y viene un tipo y empieza a disparar. Alejandro se quiere cubrir y le pegan y queda tirado ahí", relató su padre, Miguel horas después del crimen.

El hombre, aún incrédulo por lo ocurrido, aseguró que su hijo nunca había tenido problemas con nadie y que siempre que podía ayudaba. "Él colocaba aires acondicionados y era electricista. En el velorio me saludó una mujer, yo no sabía quién era y era la directora del colegio donde van mis nietos. Me contó que se robaron todos los caños de los aires acondicionados, y mi hijo fue, compró los materiales y le puso a todos los aires y no les cobró un centavo", contó el papá.

El hombre tenía que hacer un doble esfuerzo en ese momento: asumir lo irreparable y, al mismo tiempo, limpiar el nombre de su hijo. Es que la primera versión policial indicaba que Cuello había sido asesinado en medio de una disputa entre bandas, sin aclarar que él no tenía nada que ver con ese enfrentamiento.

Otra vez, una disputa narco a los tiros se llevó una vida inocente en Córdoba.

Al joven lo hirieron justo al frente del ingreso al Hospital Eva Perón. Y si bien alcanzaron a internarlo, no se pudo hacer nada para devolverlo a la vida. La noticia de su deceso provocó que un grupo de allegados reaccionara contra el propio nosocomio, ya que denunciaron que la ambulancia no quiso buscarlo en la calle y que el centro de salud no contaba con los medios mínimos para salvarlo. 

Horas después, otro grupo de allegados fue a atacar la casa de los presuntos asesinos, en Las Violetas. Para el fiscal Vázquez, este ataque demoró la captura de los supuestos criminales, ya que abandonaron pronto el sector.

Este viernes, uno de los principales sospechosos del homicidio, un sujeto de apellido Monje, conocido en Las Violetas como "Cara de Nafta", finalmente fue atrapado por los investigadores de Homicidios. Según trascendió de fuentes oficiales, en su prontuario figuran diferentes causas por robos y por violencia familiar. Ahora, le suma una imputación más severa: homicidio calificado.

Fuente: Cba24n

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