De Loredo fijó la estrategia provincial

POLÍTICA - CÓRDOBA Agencia 24 Noticias Agencia 24 Noticias
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Algunos radicales lo interpretan como un “precalentamiento” para el mitín anual del radicalismo en Villa Giardino. Otros, que descreen de que la cita vaya a tener lugar, lo ven simplemente como un recuento interno para coordinar una estrategia conjunta hacia adentro del partido y evitar caer en contradicciones fuera de él. En cualquier caso, Rodrigo de Loredo hizo una demostración de su liderazgo convocando al pleno de los sectores internos que componen el complejo mapa radical.

Por dar algunos ejemplos, estuvieron presentes, por el mestrismo, Facundo Cortés Olmedo, presidente del Congreso; por Fuerza Renovadora, su titular, el legislador provincial Miguel Nicolás; por Línea Córdoba, Javier Fabre, vicepresidente del Congreso Partdario; por Asamblea Radical, Sergio Piguillem, el otro vicepresidente del Congreso; por Construyendo Córdoba, su líder, el legislador Dante Rossi; por Consenso, Ariela Szpanin; y Marcos Carasso, presidente del Comité y Julio Ochoa representación del negrismo.     

El titular del bloque en Diputados encabezó, este lunes, primero, un zoom con el Ente de Intendentes Radicales; y luego, una reunión virtual ampliada en la que confluyeron los máximos órganos partidarios, los legisladores provinciales, el Comité Provincia, la Mesa del Congreso Provincial y los presidentes departamentales. 

Los principales lineamientos que bajó el ex candidato a intendente estuvieron dirigidos a fijar la estrategia provincial, que no será otra que subir, cuanto sea posible, el tono de las críticas a la gestión que comanda Martín Llaryora.

De hecho, las redes sociales del diputado vienen reflejando críticas incluso mucho más descarnadas que las que De Loredo dirigía en contra de la gestión de Llaryora en plena campaña municipal, y en la Legislatura el bloque viene trabajando para maximizar los costos que miércoles de por medio debe afrontar el oficialismo, ante una integración sumamente equilibrada en el recinto.

Los movimientos de De Loredo tienen mucha lógica. Hoy, para el radical, resulta muy difícil cuestionar al Gobierno Nacional, que en Córdoba cosechó tres cuartos de los votos en el balotaje. Pero tampoco puede ofrecer un apoyo incondicional a un Javier Milei que no solo gusta de denostar, cada vez que puede, al radicalismo, sino que además contraviene gran parte del marco axiológico del centenario partido.

Mientras administra un delicado equilibrio en su posicionamiento nacional, en el que cualquier transgresión amenaza con exacerbar las tensiones internas de la UCR, cuestionar a un Llaryora que quedó en la vereda de en frente de Milei durante la negociación de la Ley Ómnibus es ganancia pura. No solo porque puede calibrar los cánones libertarios para utilizarlos en la arena provincial, congraciándose colateralmente con el espectro de votantes que respaldaron a Milei; sino también porque puede ir modulando su propia actuación política en el ámbito provincial, que es el partido que realmente quiere jugar.

Durante las referidas reuniones virtuales el tema nacional fue dejado a un lado. En rigor, todos entendieron que navegar esas aguas terminaría exponiendo las tensiones del partido y obturaría cualquier otro debate. Eso sí, ya en el ámbito provincial, no faltó quien preguntara por Luis Juez y por el estado de la alianza con el presidente del Frente Cívico.

De Loredo fue escueto en su respuesta, pero afirmó que la relación “con Luis” estaba “muy bien”, y que todos los acuerdos seguían vigentes. Aunque sorteó la pregunta, la interrogante seguirá abierta. Es que Juez tiene una libertad de acción y una “plasticidad” de la que el radical no pude presumir. Primero, porque tiene a sus espaldas un partido con historia y con estructura, que no se controla desde un celular, sino desde una sala de máquinas en la que deben operarse pesados engranajes para virar. Y segundo, porque no todos gozan del camaleónico carisma del que puede presumir Juez.

Esto hace que el líder del Frente Cívico pueda adaptarse rápidamente a los climas de época. Con un par de fintas, Juez ya puede presumir de una buena relación con Milei y manejarse con un guion casi calcado al que interpretan las huestes libertarias. De ahí que las dudas del radicalismo respecto de hasta dónde llega la vigencia de los acuerdos con el Frente Cívico no vaya a despejarse fácilmente.

Por último, los intendentes pidieron a De Loredo que se ponga a la cabeza de las recorridas territoriales en el interior que ya está diagramando el foro para ir afianzando y aceitando el armado provincial y toda la estructura partidaria, que cuenta con unos 170 jefes comunales.

CON INFORMACION DE DIARIO ALFIL, SOBRE UNA NOTA DE FELIPE OSMAN.

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