Ley ómnibus: el Gobierno de Javier Milei ya especula con la primera joya a privatizar

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El Gobierno espera con ansias la aprobación de la Ley Bases, aun en su versión light o reloaded, según la definición de un miembro importante de la gestión de Javier Milei. Y dentro del paquete global, genera expectativas la posibilidad de contar con un listado de sociedades en propiedad y gerenciamiento del Estado, con la habilitación legal de avanzar en sus privatizaciones o concesiones de servicios públicos.

El Gobierno espera con ansias la aprobación de la Ley Bases, aun en su versión light o reloaded, según la definición de un miembro importante de la gestión de Javier Milei. Y dentro del paquete global, genera expectativas la posibilidad de contar con un listado de sociedades en propiedad y gerenciamiento del Estado, con la habilitación legal de avanzar en sus privatizaciones o concesiones de servicios públicos.

Y más allá de haber perdido (por ahora, en la visión oficial) la posibilidad abrir a los privados el capital del Banco Nación, los nombres que fueron incluidos en el listado sobre el que se podrían colocar acciones (si se aprueba la ley en Diputados y en el Senado) resulta a los ojos del oficialismo más que interesante.


Los nombres consensuados el jueves entre el Gobierno y los diputados dialoguistas que acompañarán el proyecto con sus votos positivos incluyen a Aerolíneas Argentinas, Energía Argentina S.A. (Enarsa), Radio y Televisión Argentina e Intercargo. Todas estas podrán abrir su capital a los privados según la letra que se termine de negociar en el Congreso.

Mientras tanto, sujetas a privatización o concesión, se menciona también a AySA, Correo Argentino, Belgrano Cargas, Corredores Viales y Trenes Argentinos (Sofse). Con privatización parcial se incluye a Nucleoeléctrica Argentina S.A., Pellegrini S.A. y 
Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT).

El esquema para estas tres sociedades, según reza la letra consensuada ayer entre el Gobierno y la oposición, indica que "sólo podrán ser privatizadas parcialmente, debiendo el Estado Nacional mantener la participación mayoritaria en el capital o en la formación de las decisiones societarias".

Según la información que maneja el Ejecutivo, en este listado existiría una joya sobre la que podría avanzarse con prioridad, y sobre la que ya habría eventuales interesados importantes en carpeta, lo que es una curiosidad. Belgrano Cargas podría volver a convertirse en Belgrano Cargas Sociedad Anónima (BCSA) y ser operada íntegramente por privados, con chances de convertirse en el Opus 1 de las privatizaciones del Gobierno de Javier Milei.

Según afirman incluso en las cercanías del presidente, sería además el proyecto donde menos oposición habría con "la casta", y donde incluso aparecerían apoyos importantes por parte de gobernadores. E incluso desde algún que otro costado sindical. Lo cual no sería una novedad. Ni la privatización, ni el interés sindical por el proyecto de apertura de capital a los privados.

El servicio ya había sido concesionado en 1999, con ese mismo nombre societario, operado como empresa por el sindicato Unión Ferroviaria que accedió a la responsabilidad de manejar la red de carga del Ferrocarril General Belgrano, por un total de 10.841 kilómetros de líneas férreas a través del país. La aventura comenzó en 1999 en una de las últimas privatizaciones dentro del Gobierno de Carlos Menem, que había separado la operatoria de la empresa Ferrocarriles Argentinos.

Las acciones se dividieron en 20% a la Unión Ferroviaria y el 1% al Estado. Luego, en 2006 BCSA delegó el gerenciamiento en una nueva empresa, la Sociedad Operadora de Emergencia (SOESA), formada por empresas argentinas de transporte, accionistas chinos y varios sindicatos de transporte, entre los que se incluía un aporte de capital del gremio de Camioneros de Hugo Moyano.

En 2006 comenzaron los rumores de reestatizaciones en pleno poder político del kirchnerismo, lo que finalmente se concretó en octubre de 2008. En 2013 la sociedad fue intervenida, y en abril de ese año finalizó la concesión, iniciando la historia de Belgrano Cargas y Logística, la sociedad que ahora se reestatizaría.

En los tiempos de la Unión Ferroviaria, el servicio cubría la zona productiva del Noroeste argentino, con un recorrido que arrancaba en la Ciudad de Buenos Aires y cubría la provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Chaco, Santiago del Estero, Tucumán, Salta y Jujuy. Luego agregó servicios en Córdoba, La Rioja y Catamarca. Sin embargo, en líneas generales, el negocio nunca funcionó, y la rentabilidad de la sociedad de manejo sindical navegó en la relación política entre el kirchnerismo y la cúpula de la CGT.

Cuando los Moyano entraron en desgracia con el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, directamente el Belgrano Cargas dejó de ser negocio y comenzó su nueva etapa de estatización, la que ahora podría culminar. 

La idea del Gobierno para el próximo concesionario es más trascendente. Se especula con que el nuevo dueño del servicio, debería comprometerse a una megainversión para concretar el viejo proyecto de llevar el servicio de trenes de transporte de cargas a Chile, para lograr la tan ansiada conexión entre Argentina y Chile vía el norte argentino. Por ahí debería pasar parte del comercio exterior de noroeste hacia Oriente, obviamente mirando a China. En la mira, claramente, se encuentra la explotación del litio.

Sobre la situación del Banco Nación, el ministro de Interior Guillermo Francos aclaró que el hecho de haberla sacado de la lista de empresas a privatizar, es una coyuntura política. Y que la intención oficial es volver sobre el proyecto una vez que el panorama político haya cambiado. Quizá luego de las elecciones legislativas del próximo año. “Igual, es un debate que vamos a dar otra vez. No es un tema que hemos dejado de lado, al contrario", dijo Francos a radio Mitre.

CON INFORMACION DE MDZOL.COM

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