Cada vez más cerca del fin del cepo: El BCRA compró más de US$ 9.000 millones de dólares desde que Milei asumió la presidencia

Las reservas netas avanzan firmemente hacia el equilibrio pactado con el Fondo Monetario Internacional, mientras que las brutas ya totalizan los US$ 27.851 millones de dólares. La brecha cambiaria entre el dólar oficial y el tipo de cambio paralelo descendió a sólo un 11%.

 
 

 
 

El Gobierno del Presidente Javier Milei está cada vez más cerca de poder lograr la tan ansiada salida del cepo cambiario, y con ello la liberalización y unificación del mercado de cambios en Argentina. Para que este proceso pueda ejecutarse sin generar un shock traumático sobre la sociedad, era imprescindible llevar a cabo un saneamiento integral sobre el Banco Central.

El kirchnerismo dejó al BCRA prácticamente en quiebra, con una deuda millonaria e insostenible en materia de pasivos remunerados y obhlibaiones con importadores, al mismo tiempo en que las reservas netas marcaban un rojo de hasta US$ 11.000 millones y la brecha cambiaria en los mercados superaba cómodamente el 200%. En solo 3 meses de gestión, la situación cambió por completo.

Bajo la dirección de Santiago Bausili el Banco Central acumuló reservas por US$ 9.205 millones desde el 10 de diciembre, algo que solo fue posible gracias al rápido sinceramiento del tipo de cambio oficial. Esta maniobra fue tomada con gran optimismo por parte de los mercados, y esta confianza permitió que la brecha se redujera a mínimos históricos. En las últimas semanas, la diferencia entre el dólar oficial y el paralelo osciló entre el 11% y el 30%.

  

El stock bruto de reservas internacionales alcanzó los US$ 27.851 millones de dólares, y la deuda comercial con los importadores se tornó más administrable a partir del lanzamiento de los bonos BOPREAL (que también funcionan como una suerte de aspiradora para retirar pesos de la plaza financiera).

Habiendo reducido enormemente los márgenes entre las paridades cambiarias alternativas y el dólar oficial, habiendo licuado en gran medida el stock de pasivos remunerados (ahora Pases) y dada la gran cantidad de reservas que fueron acumuladas en solo 3 meses, la idea de poder abandonar el cepo cambiario de forma ordenada luce cada día más plausible.

Como lo explicó el Presidente a lo largo de su campaña de 2023, la salida del cepo es un paso fundamental para avanzar hacia la competencia de monedas y la estabilización de la economía. Eventualmente, también constituye el puntapié inicial para poder dolarizar el país.

  

La gestión de Bausili también tomó las recomendaciones efectuadas por el exministro Domingo Cavallo, y a partir del día jueves el ritmo de ajuste del crawling-peg se aceleró notablemente aprovechando la caída de la inflación estimada para las últimas semanas de febrero.

El objetivo es evitar a toda costa una nueva devaluación discreta sobre el tipo de cambio oficial mientras exista el cepo cambiario, y en lugar de eso permitir micro-devaluaciones diarias sin saltos bruscos. 

Con esto en la mira, se apunta a que el próximo salto devaluatorio sea finalmente el que le ponga fin al cepo cambiario, una estrategia ampliamente recomendada entre economistas (y entre ellos el propio Cavallo).

Con información de Derecha Diario