¿la casta está en orden?

POLÍTICA Agencia 24 Noticias Agencia 24 Noticias
f848x477-1587704_1645507_7352

“A partir del martes tendremos un pantallazo más claro de cómo están los senadores. No se la van a hacer fácil al Gobierno, pero esta gente ha logrado cosas imposibles”. El clima de optimismo que reina en Casa Rosada sobre el futuro de la ley Bases y el paquete fiscal choca de frente con la temperatura fría que se percibe en el Senado. Aunque parezca contradictorio, la sensación generalizada es que la administración de Javier Milei conseguirá lo imposible y tendrá las leyes, pero nadie logra explicar de dónde saldrán esos votos.

En Diputados, el Gobierno logró pasar el trance con relativa holgura. E incluso aparecieron ayudas circunstanciales en la votación en particular de los artículos más complicados. En ningún momento corrió riesgo la estrategia oficialista. En el Senado, La Libertad Avanza busca que la ingeniería funcione igual.

Una mayoría será la que deba garantizar más de 37 votos en la votación en general. No está lejos, porque incluso aquellos que critican cuestiones puntuales estarían dispuestos a votar a favor los proyectos. Los patagónicos, por ejemplo. Pero en el articulado es donde el plan del ministro del Interior, Guillermo Francos, deberá demostrar que rindió sus frutos. Allí es cuando la mirada está puesta en otros gobernadores, del peronismo, que sean quienes salven las papas. Ausencias, abstenciones o incluso votos a favor en artículos que puedan redituar beneficios en sus provincias. Ya sea por coparticipación, en el caso del impuesto a las Ganancias, o inversiones, con el Régimen de Incentivos de Grandes Inversiones (RIGI). Esos dos artículos, más la cuestión del tabaco, la eliminación de la moratoria previsional, la reforma del Estado, el capítulo laboral y las privatizaciones aparecen como los más complejos para conseguir los votos para ganar.

Este escenario trabajoso para el oficialismo es el que lleva a pensar que en algunas de esas votaciones en particular el gobierno puede perder. Eso obligaría a que el texto vuelva a la cámara de origen, donde los diputados pueden votar todo tal cual llegó del Senado o insistir con su versión original. Para esto último, necesitará el mismo caudal de votos que consigan los senadores. Si es mayoría simple, mayoría simple; mayoría absoluta, mayoría absoluta. Por eso es clave que los puntos que pueda perder el gobierno en la Cámara alta sean por un escaso margen. De todas formas, en la Rosada aseguran que trabajan para que se apruebe sin modificaciones.

La aparente inevitabilidad de que se vote con cambios es lo que lleva a Victoria Villarruel a apurar al máximo el tratamiento en el Senado. El martes irán cinco funcionarios, encabezados por Francos. El miércoles también habrá exposiciones y el jueves ya buscarán sacar los dictámenes, para que se puedan tratar el jueves 16 en el recinto (por reglamento tienen que pasar 7 días). De ser así, si se vota con cambios, la semana siguiente Diputados podría ponerle el broche al debate, antes del 25 de mayo. Por las dudas, desde la Rosada salieron a aclarar que el Pacto de Mayo se firma aunque los proyectos no estén aprobados. Ya sabe con quiénes puede contar y con quiénes no. Por ahora desaparecieron los “traidores”.

Números positivos, pero…
Mientras hay una mirada puesta en el Congreso y la rosca política, la otra está en los resultados económicos. Esta última semana aparecieron números que empiezan a inyectar optimismo en las venas libertarias y por los que sonríe Milei.

Por segunda semana consecutiva aparecen consultoras que empiezan a ver escenario de deflación semanal, sobre todo en alimentos u otros artículos de primera necesidad. Los ortodoxos dirán que es por el corte a la emisión; los heterodoxos, que es por el fuerte parate de la actividad económica. Pero lo cierto es que es el escenario que el Gobierno necesita para mostrar resultados: abril, de esta manera, va a volver a ser de un dígito mensual. Festejos insólitos que solo se comprenden en un país que coqueteó con caer en una híper.

El sendero todavía es largo, y más considerando que se empezaron a postergar aumentos tarifarios para reducir el impacto inflacionario. Pero para el Ejecutivo es una señal positiva porque permite calmar ansiedades.

Por otro lado, inflación a la baja da lugar a salarios recuperándose. Desde el subsuelo, pero empezando a repuntar. Un informe de la consultora 1816 toma diferentes índices (SIPA, Indec y Ripte), para dar cuenta de ese punto de inflexión. En los tres casos, de todas formas, los sueldos están unos 20 puntos debajo de lo que estaban en noviembre. Y esto tomando a trabajadores registrados porque en el empleo informal es donde la pérdida del poder adquisitivo se mantiene barranca abajo. 

Y hay más datos positivos, como la decisión del Banco Central de bajar una vez más la tasa de referencia, ahora al 50%, mientras sigue comprando dólares (lleva unos 15.000 millones desde que asumió Milei la Presidencia). Por otra parte, China mantiene abiertas las vías de negociación por el swap. Los chinos saben de la afinidad del libertario con Estados Unidos, pero no están dispuestos a perder posiciones en Argentina.

Sin embargo, más allá de estos datos incipientemente alentadores, tanto el FMI como los grandes fondos de inversión siguen atentos a una sola cosa: qué pasará en el Congreso. “Ya ni les importa que es lo que se vota, quieren ver que el gobierno de Milei pueda tener un triunfo político”, relatan quienes tienen conversaciones asiduas con ese mundo.

¿La casta está en orden?
Ante este escenario, y volviendo al debate en el Senado, hay dos cuestiones que se suman al análisis. Por un lado, el Gobierno se muestra cada vez más pragmático y flexible. Por el otro, nadie parece querer voltear las iniciativas libertarias. La sensación es que nadie quiere que todo explote, y una derrota para Milei en el Congreso para algunos es encender una mecha.

¿Ni siquiera el kirchnerismo quiere voltear la ley Bases y el paquete fiscal? De la reunión de bloque de los 33 senadores de Unión por la Patria salió la idea de mostrarse abroquelados, al punto tal de que hubo quienes ironizaron con el famoso caso de los mineros chilenos atrapados bajo tierra: “Estamos bien en el refugio los 33”. No obstante, por lo bajo todos tienen la sensación de que van a primar las realidades provinciales y que más de un senador votará alineado con su gobernador, por lo menos en algunos artículos claves.

“En Diputados no se los vio a los kirchneristas desesperados por voltear el proyecto o frenar la ley”, resume un diputado de la oposición dialoguista. Ese sector  tienen fresco como era el comportamiento del kirchnerismo durante el gobierno de Cambiemos. Las sesiones eran un hervidero. 

Un sagaz analista, que viene siguiendo números y comportamientos políticos desde hace décadas, se pregunta si el kirchnerismo realmente quiere bajar la ley Bases. Tienen 33 votos propios, apenas le faltan 4 senadores para poder voltearla y no se los ve trabajando activamente esa rosca, razona. ¿La nominación de Ariel Lijo para la Corte Suprema es parte de un supuesto acuerdo? Ni Cristina Kirchner, ni nadie de su adláteres dijeron algo al respecto. 

“El tema acá es que la casta está tranquila, se están haciendo negocios por todos lados y el gobierno está demostrando ser más normal de lo que se pensaba”, sostiene el analista. Y enumera la postergación de la suba de tarifas, el freno a las prepagas o la utilización de la cadena nacional como herramientas de un gobierno que “se está ajustando a los márgenes de la realidad”.

En el vínculo con los gobernadores, por ejemplo, la obra pública volvió a ser un factor clave. Con Misiones ya se dio el primer paso, avalando la continuación de trabajos ya empezados. A cambio, los diputados del Frente Renovador misioneros acompañaron la ley Bases. Esta semana, Energía cerró un convenio con los patagónicos Nacho Torres (Chubut), Rolo Figueroa (Neuquén) y Alberto Weretilneck (Río Negro), para ampliar la capacidad del Gasoducto Patagónico y llegar con gas natural a más de 15 mil hogares. Se difundió que la obra se hará con financiamiento de las provincias y estará a cargo de la empresa Camuzzi. Demasiada felicidad mostraban Torres y Figueroa en la foto como para no llevarse algo más. “Después se completa con la revisión tarifaria”, explicó una fuente al tanto de las negociaciones sin dar más detalles.

También en la relación con los gremios de la CGT aparecen comportamientos nuevos. Esta semana, el jueves, habrá un nuevo paro general, el segundo en apenas 5 meses, en un nuevo gesto de hipocresía política de los sindicalistas. El Gobierno desplegará una doble estrategia. Sus voceros naturales apuntarán con duras críticas a los gremios y buscarán beneficiarse por los palos en la rueda de uno de los sectores con la imagen más negativa. Pero por otro lado, habrá intentos para que la medida de fuerza tenga el menor impacto posible y negociaciones para bajar la espuma. 

Los contactos ya vienen en la previa al tratamiento de la ley Bases, donde el Gobierno aceptó que la reforma laboral saliera sin los puntos que más molestaban a los sindicalistas. Cuentan que experimentados de la política hicieron llegar un mensaje a los funcionarios libertarios: “Ojo, porque lo peor que pueden hacer es regalarle los gremios a los troskos”.

Centrão descentrado
Ese pragmatismo que viene demostrando el gobierno de Milei parece darle aire a los sectores dialoguistas, que se entusiasman con la posibilidad de construir un Centrão a la brasileña, ese sector político que hace décadas se presenta como fiel de la balanza en las discusiones legislativas. Negoció y favoreció al PSDB, al PT, a Bolsonaro y ahora de nuevo a Lula. 

Está claro, cualquiera que quiera sacar una ley en el Congreso hoy necesita a los bloques de la UCR y de Hacemos Coalición Federal (el que lidera Miguel Pichetto) para sumar los votos. Después de colaborar con el Gobierno para la aprobación de la ley Bases, desde estos espacios empiezan a advertir que se viene un período de mayor presión. Buscarán avanzar con iniciativas que el Ejecutivo no está convencido de acompañar o directamente no quiere. Así se imaginan para los próximos años: colaborando con La Libertad Avanza en lo que consideren que va en el rumbo correcto pero marcando su propia impronta en otros temas, incluso aunque esto signifique terminar votando con el kirchnerismo.

El problema para este centrão está en la arena electoral. En el caso brasileño, los partidos que componen este gran centro tienen un fuerte anclaje territorial o personalista. Allí es donde la oposición dialoguista argentina se encuentra descentrada. ¿Podrán generar un espacio atractivo electoralmente? Figuras como Horacio Rodríguez Larreta o Martín Lousteau aparecen como las más relevantes pero con dificultades para ser competitivos. Al tratarse de elecciones provinciales, el radicalismo dependerá de la fuerza de sus gobernadores y de un poder territorial que deberá resistir a la ola libertaria si Milei logra llegar con equilibrio económico a la elección. ¿Qué hará por ejemplo el radicalismo cordobés, que deberá enfrentar al gobernador Llaryora y a los libertarios al mismo tiempo? ¿Y en la crucial provincia de Buenos Aires? ¿Un Facundo Manes, por ejemplo, podría posicionarse por fuera del esquema de lo que fue Juntos por el Cambio o la elección se polarizaría? El peronismo de Pichetto, por su parte, sigue consolidando su fuerza en más provincias, pero sin candidatos de renombre por ahora.  

Si la oposición dialoguista no consigue construir una fortaleza electoral su peso en el Congreso se verá reducido con las elecciones de 2025 y, consecuentemente, también su nivel de influencia. Y probablemente los que se sigan beneficiando sean los opuestos, que en un punto siempre se complementan. Un juego del que hoy se benefician mutuamente libertarios y kirchneristas. Son los debates electorales que ya se dan en la política argentina en la era Milei, época en la que nadie tiene garantizado su futuro.

CON INFORMACION DE MDZOL.COM

Últimas noticias
Te puede interesar
Lo más visto