Sin la venia de Mauricio Macri, sus alfiles piden la renuncia del presidente del PRO de Córdoba

“Nos hartamos, no vamos a ser el chiste de la política de Córdoba ”. Con esta escueta, pero significativa frase el macrismo paladar negro quiere ponerle punto final a la presidencia en el PRO local de Oscar Agost Carreño, el diputado que coquetea con el cordobesismo de Martín Llaryora. Un chispazo repentino mientras escala la pelea nacional entre Mauricio Macri y Patricia Bullrich.

En un comunicado firmado por la concejala Soher El Sukaria, los intendentes Pablo Cornet (Villa Allende), Adela Arning (Mendiolaza) y Sara Majorel (Marcos Juárez); y la senadora Carmen Álvarez Rivero, con el apoyo de la dirigencia de base que les responde, pidieron la renuncia del dirigente que estuvo entre la espada y la pared por la polémica de los registros del automotor.
 
“Este pedido se realiza en el marco de la decisión que tomara Agost Carreño en diciembre de 2023 de no conformar el bloque PRO en la Cámara de Diputados y decidiera formar parte de Hacemos Coalición Federal, espacio que no representa al partido y por el cual fue elegido”, fundamentaron en la presentación ante el Tribunal de Disciplina del PRO de Córdoba.

La bronca en la dirigencia macrista escaló en las últimas horas al constatar el alto perfil de excompañeros que pasaron al Partido Cordobés de Llaryora. Como reflejó Letra P, el viceintendente de la capital Javier Pretto; el presidente de la Agencia Córdoba Turismo, Darío Capitani; el funcionario del Ministerio de Cooperativas, Gabriel Frizza, entre otros dirigentes transversales, buscan pescar en la interna amarilla dentro del cordobesismo.
Una decisión sin el permiso de Mauricio Macri
La dirigencia consultada por esta movida admitió que no informaron a Macri de la avanzada, pese a que el propio expresidente aseguró a El Sukaria que su plan era sostener a Agost Carreño hasta que terminara su mandato en 2025; o bien, si surgía una estrategia de rearmado superadora.
El propio Agost Carreño hace gala del diálogo permanente que tiene con la dirigencia partidaria nacional y se muestra en actividades partidarias.

“No le preguntamos a Macri, avanzamos”, ratificó una alta fuente a este portal. “Sentimos que la interna nacional hace que el reordenamiento en los distritos del interior se demore. Luego hablaremos con él”, completó otro dirigente firmante de la revuelta.

El PRO de Córdoba no escapa a las generales de la ley después del triple fracaso electoral de Juntos por el Cambio en la provincia, la capital y las presidenciales; y el surgimiento de La Libertad Avanza. El condimento particular es que el gobernador avanza con fuerza para capitalizar los pedazos de las internas ajenas y robustecer su proyecto transversal.

Este grupo de figuras macristas paladar negro dio la puntada en un distrito que supo ser clave para el PRO. La complejidad es extrema al punto que Macri recomendaba no hacer olas: tiene a la mitad de su partido con Llaryora, a una buena porción con LLA y dirigentes de su estima que fogonearon una mixtura prematura con el PJ local, como Gustavo Santos.

Seguramente, Macri ya sabía que su presidencia no iba a ser nada fácil.

CON INFORMACION DE LETRA P.