Javier Milei se dio un baño de economía real con aires de rockstar

Javier Milei estuvo unas dos horas en Agroactiva, la feria agropecuaria que se desarrolla en el corazón de la zona núcleo Argentina. El presidente arribó, saludó a Maximiliano Pullaro, Martín Llaryora y Rogelio Frigerio, desplegó un discurso con todos sus hits y partió. A su alrededor, los gringos deliraron al ritmo de los leitmotivs libertarios.

El presidente viajó en avión hasta Rosario y luego se trasladó en el helicóptero presidencial hasta Armstrong, la sede del evento. Anunciado para la una del mediodía, aterrizó unos minutos antes en el aeródromo preparado especialmente para la pata aérea del evento, Aeroactiva. Lo recibió el gobernador de Santa Fe. También hubo un saludo con Llaryora, pero con ninguno habilitó un mano a mano. El santafesino contaría después que pudo hablar muy poquito con el presidente. Hasta ahora nunca tuvieron un mano a mano.
 
Justamente, con el equipo del gobierno de Santa Fe habían existido contactos. Emisarios del área de Protocolo de Presidencia se comunicaron el día anterior para acordar un plan. La idea era que Pullaro lo buscase en auto a Milei y juntos vayan hasta la carpa señalada para el discurso, en la intersección del bulevar Ganadero y la calle Hecha de Campo. Al menos, eso es lo que contaban a la mañana temprano desde la Casa Gris, donde sin embargo aguardaban una llamada para afinar detalles.

Finalmente, hubo un cambio de planes. El Presidente llegó al stand en medio de una comitiva de seguridad que atravesó a gran velocidad las calles peatonales del evento y llamó la atención de los gringos que paseaban entre las maquinarias. Ingresó por atrás cuando su presencia ya era conocida en toda la muestra y los curiosos se amontonaban alrededor, celular en mano y ávidos de algún gesto del libertario.
La invitación a Javier Milei
Según contó en su discurso, la invitación de la familia Nardi al presidente llegó a través de José Luis Espert. Las raíces de Agroactiva se encuentran en Pergamino, en el interior bonaerense, donde también nació el diputado. De allí el vínculo con Luis Nardi, que fue quien lo invitó y le pidió “que hiciera lo posible para traer al presidente”. “Le dije, y generosamente me respondió que sí”, contó Espert, el único acompañante de Milei en todo momento y quien lo precedió en el discurso.

Espert resaltó su origen agropecuario. “Feliz de estar con mi familia, con la familia del campo”, dijo apenas agarró el micrófono. Contó que su familia siempre se dedicó al campo y que hoy la actividad es gerenciada por su hermano. No es el único caso: también su cuñado administra una cabaña ganadera en Villa Saralegui, en el norte santafesino. Por eso el diputado ha protagonizado varios cruces con el jefe comunal de esa localidad y hasta ha agitado una “rebelión fiscal”.

Un rockstar libertario suelto en Santa Fe
El acceso a la carpa donde el presidente dio su discurso estuvo restringido. Solo accedieron algunos expositores invitados especialmente. Se destacó, por ejemplo, el exarquero de Boca Roberto Abbondanzieri, quien tras una experiencia en el cuerpo técnico de Martín Palermo se reconvirtió en productor agropecuario en su Bouquet natal y es la cara de Río Uruguay Seguros, uno de los expositores más importantes.

A diferencia de los sucedido en Expoagro, donde Milei -además de recorrer la muestra- se juntó con los organizadores y expositores en una carpa cerrada al público y sin contacto con el exterior, esta vez el discurso que dio el presidente fue retransmitido por las pantallas del exterior, para el público que lo esperaba bajo el sol picante del mediodía santafesino. Evidentemente, hubo un interés por llegar al máximo posible de oyentes. No es para menos, ya que el presidente rindió cuentas de su gestión y dijo que todo estaba bien con un pedido subyacente para el público chacarero: liquiden la cosecha.

El aspecto emocional fue el que más se destacó durante la excursión presidencial al mundo de la economía real. Los gringos se olvidaron por un rato de las clásicas quejas por el atraso cambiario y deliraron cual fan swiftie. Festejaron cada gag libertario, especialmente los que más violencia acarreaban.

El summum se dio cuando Milei se quejó porque no se eliminaron las jubilaciones de privilegio para los presidentes: “Si hiciste las cosas mal mereces cagarte de hambre por hijo de puta”, dijo, y la platea estalló, olvidándose de que el presidente sacó ese hit de la galera para tapar su negativa a aumentar las jubilaciones más bajas como manda el proyecto de ley que votó Diputados el martes.

Un baño campero para Javier Milei
Tras finalizar su discurso, la custodia presidencial se apostó al frente de la carpa a la espera de la salida del Presidente, que quiso aventurarse entre la gente para agradecer el apoyo. Salió caminando y pretendió recorrer el trayecto hasta el helicóptero -unas cinco cuadras- así, enfundado en una campera bajo el sol.

Lógicamente, el plan salió mal. Milei pudo caminar veinte metros entre la pequeña multitud desbordada que estaba dispuesta a cualquier cosa por una foto. La custodia presidencial hizo gala de su brutalidad protegiendo al presidente y no ahorró tackles altos y empujones.

 
Finalmente, a los veinte metros, el León tuvo que subirse a uno de los vehículos y la comitiva aceleró rumbo al helicóptero. La gente corrió detrás, cortando camino entre los stands de maquinaria agrícola y hasta por un corral de animales para llegar a ver, aunque sea de lejos, el despegue. El presidente inició su regreso minutos antes de las tres de la tarde. Eso sí, fueron dos horas like a Rolling Stone.

CON INFORMACION DE LETRA P.