Milei revierte la economía y mejora el humor social. Argentina se endereza
ECONOMÍAAgencia de Noticias del InteriorEl riesgo país viene bajando, tras un lapsus de volatilidad en el segundo trimestre, llegando a niveles por debajo de 1.000 puntos básicos, cuando a fines de abril pasado había tocado mínimos en 1.150 puntos. Todavía se está lejos para aspirar a acceder a los mercados voluntarios internacionales de deuda, sin embargo, parece haber mejorado la percepción o el buen humor de los inversores respecto de meses atrás.
El desafío pasa por entender qué señales vio el mercado para preocuparse a fines de abril y qué cambió ahora para esta nueva lectura positiva. Los analistas venían señalando que todo se enfocaba en la dificultad que tenía la economía para acumular dólares, dado que en una economía con equilibrio fiscal la duda pasaba por el acceso a las divisas y no por la voluntad de pago.
Claro que también los vaivenes de las tasas de interés internacionales explican parte de los cambios de humor de los inversores, en particular, de mercados emergentes como la Argentina. Ya que a fines de abril el malhumor vino de la mano de un cambio de expectativas a nivel global, que afectó a los emergentes, cuando tanto las tasas de interés cortas (a un año) como más largas (a 10 años) en EE.UU. alcanzaron máximos del año desalentando las inversiones en activos emergentes.
Luego sobrevino el proceso de recorte de tasas de la Fed y así mejoró el riesgo país regional, que en el caso argentino se frenó cuando surgieron dudas en el mercado sobre la capacidad para generar los dólares necesarios para el pago de su deuda. De ahí que durante un largo período la deuda en dólares del Tesoro mostró una curva de rendimientos con pendiente negativa, lo que reflejaba que los inversores veían más riesgo en los bonos cortos que en los largos.
¿Por qué? Se especulaba con el riesgo de que se produzcan impagos en los bonos cortos, que requieran algún tipo de renegociación o cambio n las condiciones de pago. Por eso, la duda siempre pasó por vislumbrar si el Tesoro tenía capacidad de pago para afrontar los vencimientos de esa deuda en el corto plazo.
¿Pero qué cambió según la visión del mercado? A comienzos de 2024 para la mayoría de los analistas el salto significativo en el nivel de riesgo país se iba a dar en el momento en que se lograran eliminar los controles cambiarios, asumiendo que siempre con cepo era muy difícil que ingresen dólares.
“El cambio que explica la nueva mirada del mercado pasó por el hecho de que está cambiando el equilibrio de dólares sin que se hayan eliminado los controles cambiarios”, sostienen los economistas de la gestora MegaQM. Según explican han aparecido muchas señales que pueden generar oferta de ay ayudar a que el Tesoro puede hacer frente a sus obligaciones con la deuda en dólares.
¿A qué se refieren? ¿Cuáles son entonces los factores que mira el mercado? El Tesoro con superávit financiero, el Banco Central (BCRA) compra divisas, mayores proyecciones de superávit comercial, resultado del blanqueo y boom crediticio, en particular, en dólares. Veamos.
• Por un lado, el Tesoro mantiene el superávit primario por encima del esperado originalmente y logró sostener el superávit financiero. “Si bien está claro que el último mes del año es el más desafiante, han dado numerosas muestras de priorizar el equilibrio fiscal aun asumiendo importantes costos políticos (jubilaciones, universidades, etc.). Esto demuestra voluntad y capacidad de pago de la deuda”, dice la gestora. Además, se han sumado acuerdos con organismos internacionales para asegurar nuevas líneas de créditos.
• En segundo término, más allá de la voluntad y capacidad de pago del Tesoro, la duda del mercado pasa por entender si va a poder acceder a las divisas necesarias. “Por eso es un dato positivo que el BCRA siga comprando dólares, aún a un ritmo mucho más bajo que a principio de año, pero acumula divisas en períodos donde estacionalmente era habitual que venda”. En las últimas semanas aceleró ese ritmo de compras.
• Con relación a la expectativa de superávit de la balanza comercial para 2025, si la mirada se extiende hacia adelante, aparece como dato alentador que los analistas siguen esperando que en 2025 se mantenga un abultado saldo comercial positivo. “Se espera que el superávit comercial (devengado) supere los US$15.000 millones el próximo año, lo que implica que, más allá de donde se liquiden o qué se financie, la economía argentina sigue con capacidad de generar divisas”. Aquí tienen un rol clave tres sectores: agronegocios, petróleo/Gas y minería, que son los que generan el superávit comercial.
• En cuanto al blanqueo, la última noticia positiva la dio la declaración de capitales no registrados. “Se canalizaron hacia cuentas CERA cerca de US$14.000 millones (cifra que podría aumentar en esta última semana de octubre). De ese total todavía quedan en los bancos alrededor de US$12.500 millones a la espera de ser canalizados hacia nuevos activos. Los bancos los mantienen en efectivo en sus sucursales y en la medida que tengan cierto grado de certeza de que no van a tener retiros significativos de efectivo, van a empezar a depositarlos en el BCRA”. Eso generaría un impacto positivo en las Reservas Brutas del BCRA y, además, les abrirá a los bancos la posibilidad de ser más agresivos con la colocación de crédito en dólares.
• Por eso el crédito bancario en dólares es el otro dato clave porque puede ser una variable detrminante de los próximos meses. “Si los bancos logran prestar esos depósitos nuevos en dólares se dan varios impactos positivos, el principal tiene que ver con la liquidación que luego hacen las empresas que toman esas líneas en el mercado cambiario y la posibilidad del BCRA de comprar esas divisas”.
Pero al fin de cuentas, lo que le importa al mercado es cuántos dólares le faltarían al Tesoro, o sea, traducir todos los factores analizados en un número, de modo de entender cómo queda el panorama de flujo de fondos en dólares del Tesoro. De acuerdo a estimaciones privadas, entre este mes y diciembre del año que viene el Tesoro tiene que afrontar vencimientos por casi US$ 20.000 millones, algo que luce desafiante.
Sin embargo, al desgranar los datos, quizá puede entenderse el optimismo del mercado. “De ese total de vencimientos casi US$8.000 millones corresponden a vencimientos con organismos internacionales, cuyos pagos ya se han empalmado con las nuevas líneas anunciadas esta semana, lo que es una manera que tienen los organismos como BID o BM de dar el “roll over” (cambiar deuda vieja por deuda nueva) de esa deuda, e implica que no se necesitarán dólares para afrontar esos pagos. ¿Entonces, cuánto queda por pagar?
“Casi US$3.000 millones adicionales responden a vencimientos de deuda intra sector público (ANSES, BCRA, etc.), lo que implica que son pagos que se hacen, pero que automáticamente reingresan al Tesoro, o sea, no implican necesidad neta y por lo tanto el saldo restante baja a US$9.000 millones. Esa es la magnitud del desafío por delante”, señala MegaQM.
Ahora bien, de ese total, US$1.500 millones ya se han separado para afrontar el pago de intereses de deuda que vencen en enero de 2025. Entonces, “neteando estos factores, las necesidades pendientes bajan a US$7.500 millones, aunque queda algún saldo menor en depósitos del Tesoro, pero para afrontar ese pago, el mercado espera que se cierre una operación de REPO con bancos internacionales por casi US$3.000 millones –como viene anunciando el ministro de Economía Luis Caputo-, suficiente para cubrir los vencimientos de enero y que queden los 4.000 a 4.500 millones de dólares para resolver en el resto del año”, explican.
De modo que estos cálculos son los que han inyectado una dosis de tranquilidad al mercado y explican la caída en el riesgo país de las últimas semanas. Veremos cómo evoluciona cada variable, y los acontecimientos geopolíticos en danza. Por ahora, los mercados siguen en modo "bullish".
Con información de MDZ, sobre una nota de Jorge Herrera