El tiempo de Axel Kicillof no es el de la política y los Kirchner lo aprovechan
POLÍTICAAgencia 24 NoticiasMar del Plata y Pinamar están concentrando las escapadas de los legisladores e intendentes que siguen viendo de qué manera desenredan la espesa madeja en que se transformó la relación entre Axel Kicillof con sus máximos aliados políticos, Máximo Kirchner y Sergio Massa, a quienes los guía Cristina Fernández de Kirchner, siempre telefónicamente o a través del chat.
La decisión oficial de prorratear el Presupuesto 2024 hasta nueva fecha hace que Axel Kicillof se parezca mucho a Javier Milei. Le cuesta considerar que el diálogo y la búsqueda de consensos sea imprescindible cuando no se cuenta con mayorías propias. En ambos casos, además, trabajan en absoluta minoría parlamentaria.
El bonaerense tendría en teoría una potente mayoría en la Cámara de Diputados y una primera minoría robusta en el Senado, pero sabe que la mayoría de las bancas que tiene el oficialismo bonaerense están a manos de los dirigentes puestos por Kirchner y Massa, quienes al igual que la oposición trabajaron en todo momento para conseguir lo que querían primero para luego acceder a darle las herramientas presupuestarias al gobernador.
El caso de Milei es parecido, pero no igual. El presidente de la Nación tiene pocos diputados y mucho menos senadores y sabe de antemano que necesita negociar para conseguir que se aprueben sus proyectos. Pero antes que eso prefiere quedar sin tener aprobación legislativa antes que ceder un milímetro de su relato.
Al jefe de Estado, por supuesto, le da resultados. Todo el pasado está contaminado de fracasos y resonantes casos de corrupción que los limitan cada vez que pretenden exponer un argumento en contra del Gobierno nacional. Aunque sean las verdades más brutales, la gente prefiere ignorar antes de percibir que algo puede fallar.
Axel Kicillof, en cambio, siempre parece quedarse a mitad de camino. Luego de presentarse como el representante principal de un nuevo frente político el 20 de diciembre pasado, una semana después, sus propios legisladores conspiraron directamente contra su principal iniciativa económica, con amenazas que iban desde la obligación de garantizar las reelecciones hasta la conformación de una nueva Corte Suprema de Justicia, con la designación de los cuatro integrantes que faltan luego de fallecimientos y renuncias. Uno de esos lugares, claro está, sería para la oposición.
Luego que todo fracasara el 27 de diciembre pasado, la máxima decisión que se conoció desde el Ejecutivo provincial fueron las designaciones del massista Martín Marinucci en reemplazo del denunciado Jorge D'Onofrio en Transporte y la de Claudio "Chiqui" Tapia como jefe formal de lo que manejaba en los hechos, el CEAMSE, empresa mixta administrada con la Ciudad de Buenos Aires encargada de la gestión y tratamiento final de los residuos de todo el Área Metropolitana.
Los funcionarios de La Cámpora siguen en sus funciones al igual que otras agrupaciones como el Movimiento Evita que han decidido confrontar abiertamente contra Axel Kicillof. Esto paraliza a más de una docena de intendentes que están dispuestos a arrimarse activamente para armar una línea interna que enfrente a Máximo y principalmente a su madre, Cristina Fernández de Kirchner.
Como nunca, son los jefes comunales del oficialismo los que abiertamente critican a sus funcionarios como sucede con el ministro de Seguridad, Javier Alonso. Pablo Descalzo, de Ituzaingó, tuvo que decirle abiertamente que era muy difícil trabajar con alguien como él. El funcionario bonaerense le hizo el boicot a la entrega de diez móviles municipales para ser utilizados por las fuerzas provinciales. Hacía un mes había pasado lo mismo en Morón, a quien tampoco le quisieron recibir cuatro vehículos.
Ahí, Lucas Ghi no está para abrir otro frente mientras realiza un movimiento en su gabinete que dominaba íntegramente su exjefe político Martín Sabbatella, aliado del Instituto Patria y funcionario bonaerense. Para peor, la muerte de Franco Vera, expuso como nunca antes hasta donde se anarquiza una gestión cuando uno quiere ir para el oeste y el otro para el este.
Hace tiempo, Ariel Sujarchuk había amenazado con independizarse del espacio oficialista porque había sido "apretado" por Alonso porque había anunciado la creación de una policía municipal autónoma y que a partir de este mes contará con armas no letales, también rechazadas por el ministro, y un presupuesto adicional de $4.000 millones de pesos en actualizaciones tecnológicas, bodycams e inteligencia artificial para perfeccionar cámaras y monitoreos.
Fernando Grey ya anunció su candidatura de manera independiente pero, por ahora, dentro de la interna. Julio Zamora se sabe afuera de todo mientras que Massa tenga el poder de veto. Juan Zabaletta y Osvaldo Cáffaro esperan su segundo tiempo. Guillermo Britos sabe que ahí tiene un lugar también. Todos hablan entre ellos como así también Jorge Ferraresi y Mario Secco, exaliados directos de la familia Kirchner que siguen esperando una decisión de Axel Kicillof.
¿Cuál es esa decisión? Irse del kirchnerismo renovador o desdoblar las elecciones provinciales, como lo hizo Jorge Macri en la Ciudad. Pero el alcalde porteño tiene antecedentes y operatividad, esa que, por estar atado siempre al esquema nacional, en la provincia no saben por dónde empezar y con cuánto presupuesto contar, ese que La Cámpora hizo todo lo posible por no aprobar.
CON INFORMACION DE MDZOL.COM